Ana y sus perros (cuento), 1 de diciembre de 2020

 

011220

 

 

 

ANA Y SUS PERROS

 

 

 

 

        Ella llamó por teléfono. Hola Perro, la oyó decir.

 

        Y entonces detonó un amor.

 

        Un amor que por algún ahí ya era.

 

        Un amor que había ido haciéndose, poco a poco, calladamente, sin sentir, era sólo su cara en otras caras, era algo en algún momento de descuido, cuando de repente le asaltaban el pensamiento.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                                                                                               Sábado 22 de febrero

 

Ana:

 

        Estoy enamorado de ti (desde hace 21 días), pero ése no es el problema.

 

        Y tiene 10 días que este amor se ha hecho mucho sufrimiento (cuando no quisiste que te acompañará a correr), pero eso tampoco es el problema.

 

        El problema es que tengo 5 días seguidos casi sin dormir, por eso es que he escrito esta carta.

 

        No quiero molestar (disculpa la letra, pero estoy temblando), pero el estar callado está afectándome demasiado. (Y tal vez a principios de marzo tenga que irme)

 

        Y tengo muchos problemas (y no sabes cuánto he lamentado que aquella noche por ir tan absorto en esos problemas no pude darme cuenta e que era mi niña la que me hablaba), y además tengo corazón, y ahora un corazón invadido por ti, y no sé ni cómo pasó.

                                                                                                                                                                             Luis

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

        Pero sí sabía cómo había pasado, porque ella lo enamoró, ella hizo que él se enamorara, y después ella lo dejó naufragando en ese amor.

 

        Ella lo enamoró con su interés, con su soledad, con su tristeza, con su falta de belleza, con su desvalía, ella lo enamoró a través de las necesidades y preocupaciones de él, de por qué un mundo tan injusto, si todos deberíamos tener oportunidades, ella lo enamoró porque él estaba tan necesitado de amor, y poco a poco él fue cayendo, en tanta trampa, en tanto enredo, en tanta soledad.

 

        El primer día que la vio no le dijo nada, nada que pudiera presagiar ese amor que después él sintió, que el sufrió, que él tuvo que sufrir. Ese primer día ella sólo le recordó a otra pobre mujer que también parecía que se enharinaba la cara, pero después él sufrió por esa cara, esa cara lo torturó, él se llevó esa cara con él, él murió sin poder quitarse esa cara, él murió porque no pudo quitarse esa cara, porque él quería tener esa cara, él quería que esa cara lo acompañara, esa cara que se le hizo lumbre, en el corazón son los fuegos, el corazón se enciende y quema hasta la desesperación.

 

        Y no tienes por qué casi enharinarte, si así como eres yo te amo, así como fuiste hecha, así como somos hechos, como nos hacen, lo que nos toca, lo que otros nos dieron para ser, lo que otros decidieron para nosotros, por amor o por lo que haya sido, y a nosotros no nos queda más que ser, soportar.

 

        El día que le preguntó si podía acompañarla a correr y ella le puso pretextos él dejó de hablarle.

 

        Pero ese día te pregunté si podía acompañarte a correr porque el día anterior habías tenido un pequeño accidente cuando ibas en tu carro y pensé que yo era el culpable de tu desconcentración, por eso quise que supieras que tú tenías algo, en caso de que no tuvieras nada, en caso de que el Perro no fuera nada.

 

        Pero te pregunté si podía acompañarte a correr porque yo ya quería acercarme a ti, porque ya empezaba a no poder con este amor.

 

        Con este amor que quiero, con este amor que he aprendido a necesitar, a refugiarme, por ti, por mí, por la pobre vida tan triste.

 

        Desde el día en que le preguntó si podía acompañarla a correr él se dio cuenta de que algo había pasado, pero aun y así todavía el día en que él le dio la carta ella había reiniciado las pláticas, y pláticas banales, le preguntó si hacía mucho ejercicio, y él no le contestó, en ese momento él ya tenía la carta entre las manos y se la dio, y se puso a esperar el veredicto.

 

        Y cómo quisiera saber qué pasó en esos 2 días en que tuviste mi carta. Porque el lunes ella le regresó la carta, y le dijo que ella no le había dado ningún motivo para esa carta, y él lo único que pudo hacer fue estar mirándola a los ojos durante todo el tiempo que duró su discurso.

 

        Y con sus artes ha encantado, y tú que no puedes evitar sentir, tú que hoy sientes vas y le cuentas, para que sepa, pero a ella no le importó.

 

        Y en qué momento te perdí, y tan en paz que estaba el día en que te conocí, las aguas del amor estaban quietas, habían estado quietas por más de 2 años, cuando uno no ama uno se olvida de los tormentos del corazón.

 

        Y en qué momento te perdí, si es que alguna vez te tuve, si es que en mí estuvo la llave, no sé si fue aquel día en que me encontraste allá por tu casa, pero era de noche y no había mucha luz y yo iba sumido en mis problemas, y cuando oí que alguien me hablaba ni supe quién era la que me hablaba, lo único que hice fue contestar con la mano a la pregunta de en dónde vivía.

 

        Pero en aquella noche no te amaba, creo, aun si hubiera sabido que eras tú no sé si haber platicado aquella noche hubiera hecho la diferencia, y después esa noche me torturó, porque tal vez ahí perdí mi oportunidad.

 

        Pero en aquella noche creo que todavía no te amaba, pero creo que ya eras mucho en mí, pero comparado con lo que llegaste a ser, no eras nada aquella noche, aquella noche eran mis preocupaciones sin ti, aquella noche era mi terrible mundo, aun sin ti.

 

        Pero me tomaste de sorpresa, jamás hubiera imaginado que por allá vivías, pero se ve que tú me reconociste enseguida, a pesar de que casi no había luz y tú no me esperabas, tú no podías imaginar que yo vivía por tu rumbo, pues casi nunca camino por tu calle.

 

        Y una semana después me hablaste acerca de esa noche y entonces fue cuando supe que habías sido tú, y al otro día cuando nos saludamos yo ya había empezado a verte diferente, y más cuando nos despedimos, cuando tú buscaste mi atención, estabas a más de 20 metros, y 2 días después yo ya estaba profundamente enamorado de ti, pero no sé qué pasó, no sé en qué momento te perdí, no sé en qué momento entró, o reentró, el otro.

 

        Me dijiste que ibas a correr, volviste a preguntarme en dónde vivía, tú eras siempre la que tomaba la iniciativa, tú que una tarde de diciembre quisiste saber mi opinión acerca del Árbol de Navidad que habían puesto.

 

        Así te fuiste metiendo en mí, y yo caí, y luego yo fui abandonado, negado.

 

        Y cuando tú regresaste a aquella noche supe de ti, porque casi cualquiera otra hubiera pensado que yo no quería nada con ella, con esos gestos que habías obtenido por respuesta, pero insististe en hablarme, no sé por qué, porque aquella noche cualquiera otra se hubiera sentido despreciada, porque eso es lo que se vio, aunque yo ni siquiera sabía con quién me había portado tan cortante, pero si tú hubieras creído que no quería nada contigo, era, hubiera sido, por tu forma de ser, por ese vaivén en el que eres, ese vaivén en el que te encontré desde el primer día en que te encontré.

 

        Y no hacía mucho tiempo que yo había desaparecido por 3 semanas de tu vida, pero tenía que hacerlo, pero cómo explicarle al corazón que tal vez no debí haberlo hecho, porque tal vez en esos días de fin de año tú estuviste vulnerable, y alguien ladró, no sé si era un ladrido ya conocido o uno nuevo, pero cuando volví a verte tú me recibiste fría, pero poco a poco volviste a buscarme.

 

        (Pero en esas 3 semanas yo ya había empezado a verte en otras, veía un rostro y me preguntaba en dónde lo había visto, y era en ti, en ésa que hizo que me fijara en ella, en ésa que me fue envolviendo, en esa empalagosa que hasta parecía que se estaba burlando cada tarde cuando se despedía de mí. Y como uno está tan necesitado de amor, de atención, de sueños)

 

        Y veo a otras, pero mi corazón sólo piensa en ti, sólo te quiere a ti, sólo te extraña a ti, sólo siente por ti, esto que se instala en el corazón y no deja, no permite otra cosa más que repetir tu nombre, sin poder evitar repetir tu nombre a cada momento, a cada segundo, a menos de cada segundo, y el no tenerte, y el saber que no te tendré, cómo duele, cómo duele amarte y no tenerte, y duermes conmigo, mi necesidad te hace dormir conmigo, hace que sienta que estás ahí, y no puedo evitarlo, no puedo evitar que estés en mí, no puedo sacarte de mí, y ya han pasado varios días desde que dijiste que no, que tú tenías pareja, y que no insistiera, que no escribiera más cartas.

 

        Y estás aquí al lado, pero la pared no me deja verte, y es inútil mirar la pared, mejor veo hacia el vacío, hacia tu ausencia, hacia algo que no será para mí, hacia algo que no tendré, hacia algo a lo que no podré mostrarle mi amor, así con todo y mi mundo terrible, con mis preocupaciones que tal vez alguna vez hubieran hecho que te maltratara un poco, pero no hubiera sido a ti, hubiera sido a todo esto en lo que somos y contra lo que no puedo hacer nada, por redimir, por darle alivio, a todo esto en donde sólo marchamos hacia la muerte, la nuestra, y que el corazón se enamora, y el estómago sufre hambres, y estar entre esto y tu amor, y podría ser peor, podría estar atormentado por el hambre, pero ya no estamos en esas épocas en donde comparado con el hambre el amor era una preocupación ridícula, una sensación ridícula, pero hoy ya no estamos en esos tiempos, hoy estamos en el amor, en más condiciones para el amor, para que alguien de repente nos asalte el corazón, lo capture, y nos deshaga aún más.

 

        Porque pienso que sólo marchamos hacia la nada, que somos sólo vida, vida que muere, pero que no hay nadie, nadie que nos haga bromas crueles, nadie que nos haya destinado a sufrir, aquí, en esto único que yo tengo, en este presente en donde soy, en este presente en donde veo todo lo terrible que ha sido para muchos, en donde siempre se muere, viejo o joven, y en donde hay injusticia, desigualdad, y en donde el desamor también tiene causas injustas.

 

        Tú hubieras sido una ayuda en mi terrible vida, en mi difícil deber, yo al amarte iba a ser sólo fiel al corazón, tú eras porque yo soy todo un paquete, que ve, que piensa, y que siente, que siente lo que hay, el frío, el calor, el hambre, el amor, el desamor, yo soy sólo uno que sufre lo que su cuerpo le hace sufrir, pero tengo unos ojos que no pueden engañarse, pero esos ojos se quedan indefensos ante el amor, pero ni el amor es capaz de hacerme olvidar lo que ven los ojos, la triste realidad de los perros golpeados, por el hambre, y la enfermedad, y la vejez, y el desamor.

 

        Y por qué me hiciste esto, por qué hiciste que surgiera el amor y después no lo tomaste, y me dejaste sufriendo, impotente, deshecho, y no pude aguantar. Y yo bien que presentía que esto era como una broma cruel, pero sin Bromista Cruel, y que de todas formas me iría, y que si por ahí andaba el Bromista y me recompensaba, pero el sufrimiento, esta desesperación, esta casi muerte, cómo podría ser compensada, esto fue gratuito, qué sadismo, qué es este sadismo, tal vez cuando muera conoceré al Sádico, porque nos dieron un corazón, y el corazón ama, y no hablo de un amor que no mata, sino de una necesidad terrible de pegarse a otra piel, de sólo hallar consuelo en otro cuerpo, de querer comerte, de querer fundirme, de querer cubrirme contigo.

 

        Y aun hoy espero un milagro, a pesar de que nadie puede restituirme el tiempo ya sufrido, y a quién reclamar, quién anda por ahí.

 

        El culpable sería quien nos dio el corazón.

 

 

 

 

 

Sábado 1 de febrero (fue el día cuando supe del Perro)

 

        Cuando empiezo a caer, a extrañarte. Cuando empiezo a sentir, no soy libre, tengo un corazón.

 

        Y cuando me acuerdo de ti, de cómo mirabas, a pesar de que te vi en tus momentos más íntimos, que a ti nada te decían, porque eras libre, de prejuicios, de juicios, de modales, porque no eras como yo, que necesito de ella, cuando ella se hace hasta el corazón, cuando ella que no era nada ahora ya es, ya está, siendo añorada, siendo recordada, con sufrimiento, con dolor, con una agitación que no tendría por qué haber sido, pero que ya es, que ya ha vuelto a ser.

 

        Y aquí atrapados, en una vida sedienta, en una vida que fue siendo, tomando caminos, tomando cargas, dentro de sus posibilidades. Y hoy que nuevamente es el amor, tú que quién sabe de dónde vengas, tú que también eres hoja agitada, por vientos que no piden permiso, para ensuciarte, o para traerte amor. Y aquí atrapados, en lo único, y tener que batallar por ti, porque tengo que seguir a mi cuerpo, porque se anda con las alas desganadas.

 

        Y te quedó una panza, por ella es que vas a correr, pero ya son por lo menos 7 años de que cargas con esa panza, y yo aquí, como tú, y nadie sabe qué sentimos, pero se puede imaginar, porque somos de lo mismo, hambres, sed, ganas de ir al baño, cansancios terribles. Y la innecesariedad se repite y se repite.

 

        Y es sólo el recuento de uno más, que hoy ha vuelto a caer, sin buscar, simplemente que no puede evitarse el vivir, el estar vivo, el sentir, el ser lo que se es, y a pesar de todo, a pesar de saber, y aun así se cae, porque volverás a tener hambre, porque no puedes evitarlo, porque no está en ti, y así es el amor, aunque sepas que no es tu sueño, que tu sueño se llama perfección, en cara, en cuerpo, pero al cuerpo no lo puedes dominar, no lo puedes evitar, que no hay escapatoria, que de todas formas te estás hundiendo, que el vivir es hundirse, hasta que te hundes completamente.

 

        Y tener que seguirte, a ti que hasta hoy has vivido sin mí, en una vida que no nos necesita, pero nos cruzamos. Y decirte que me he enamorado de ti, que no sé ni cómo, pero que ya me tienes sufriendo, a mí que soy yo, a mí que tengo corazón, y estómago, y corazón, y sentido del ridículo, y corazón, corazón que a algunos ha dominado. Y estamos hundiéndonos, y es nuestra única oportunidad, en el hundimiento, que es todo lo que hay, y que aquí, sentirás, sufrirás, pagarás, no sé qué deudas, si el corazón a ti te lo dieron, tú no eres responsable de tu corazón, ni de tu estómago, ni de tu envejecimiento, ni de tu muerte, ni de tu vida, ni de tu desesperación insoportable.

 

        Pero es sólo la vida, es sólo lo que hay para ser.

 

        Y es imposible callar al corazón, no dejar que hable, que diga que tiene hambre, y que esa hambre lo está matando, y que esa hambre tiene que ser curada, o cauterizada, para que no haga sufrir, para que no mate.

 

        A ti que sabes de la vida, que no es para amar, que no puedes abandonarte al amor, porque la vida no es rosa, es negra, gris por lo menos, sé que sólo con los ojos dormidos es como podría engañarme, y no te diré nada, simplemente trataré de no sentir lo que hoy no puedo evitar, este dolor, este desasosiego, pero así es esto en este no paraíso, porque no hay paraísos, más que efímeros, una vez que te sacias.

 

        Y algún día no estaremos, pero estarán otros, otros pobres tontos, otros que seguirán en estos huecos que hay en el ser, otros que serán lo que somos nosotros, otros que amarán y no serán amados, otros que tendrán que padecer de amor, como he padecido yo, pero que eso no me vacunó, no me preparó para la muerte de hoy, para esta desilusión de hoy.

 

        Y hoy que la vida me ha llamado al influjo de qué, de tus engaños, de mis debilidades, de quién sabe qué buscamos en esta vida tan demandante, en esta vida tan noche, en esta vida que nos jode, que nos lleva de las alas, como ayer, cuando yo oí que ya no volverías, pero casi no doliste, porque yo era más pequeño, porque no sabía, porque el cuerpo sentía diferente.

 

        Supe que te ibas, y seguí jugando con mis carritos, pero luego hubiera querido que me dejaras tus vestidos, para llevarte cerca de mí, sobre mi piel, bajo mi ropa, y luego la vida pasó, pasa, pero uno se acuerda, de cuando el corazón se manifestó, de cuando el corazón nos dolió, nos afectó, cuando sentimos con el corazón de un niño.

 

        Porque no quiero que te vayas con otro, a pesar de que no debería importarme, pero me importa, porque ya se hizo importante, no debería dolerme, pero ya me dueles, porque ya me embarqué, ya me jodí, ya me jodiste, ya caí en eso que parece embrujo, en eso que te jala aunque no quieras, en eso que te quita el sueño, en esto que todavía hoy me tiene preso, capturado, en esto que es sólo pensar en ti, es esto que es no poder librarme de ti, por mucho que a veces te me borres, por mucho que a veces no quisiera quererte, pero el amor es más fuerte, el amor se queda a nivel del corazón, como un estómago que siente hambre, un estómago vacío que sólo siente y siente, que sólo sabe sentir.

 

 

 

 

 

        Y ese día me fui ya triste, ya sabiendo que estabas en mí.

 

        Y luego, cuando supe que no iba a poder amarte, más que en mi amor, en el vacío, y el corazón se entristecía por ti, porque no podías ser, pero el corazón quería que estuvieras con él, mientras hubiera un lugar para ti, mientras en él hubiera un lugar para ti, un amor para ti.

 

        Y yo solamente quería que habláramos, quería que me entendieras, y si así podíamos ser, seríamos, pero no esperaba eso de que tú no habías dado motivos para mi carta.

 

        Yo que sólo quería que éste no fuera el moridero que es, el reguero de cadáveres que es, yo sólo quería dar alivio, porque yo veía, porque si no todos estamos locos, o algunos locos tienen la razón y todos los demás locos estamos locos, pero yo veía, un mundo terrible, de hambres, de desamores.

 

        Y también había amor, pero con una sola imposibilidad de amor, con un sólo corazón que se hubiera encendido, por las razones que hubieran sido, con un solo corazón en el que se hubiera hecho el amor y no hubiera podido ser correspondido, hartado, hastiado, pero así era la vida, con amores, con desamores, con hartazgos de amor, con amor que algún día se iría, pero al menos no se había sufrido de desamor, al menos esa hambre había sido saciada, con la comida amada.

 

         Y estar tan lúcido, y sin embargo estar con el corazón atorado, aunque sepas de la vida aquí, aun y así no puedes evitarla, aunque sepas la vida y sus apetitos. Y no puedo reprocharte nada, y no puedo olvidarte, no puedo cerrar esta herida, y ya he perdido demasiada sangre, y no sólo por ti.

 

        Y a principios de marzo él se fue. Y ella siguió teniendo perros. Y los perros siguieron teniendo perras. Y los perros siguieron teniendo perritos.

 

 

 

 

 

 

 

---------------------------------------------------------------------------------------------------

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

        O no sé si tal vez perdí cuando supiste mi edad, cuando revisando registros tropezaste con mi edad, y si fue así yo qué puedo hacer, yo qué culpa tengo de mi edad, si sólo somos semillas que otros sembraron, los responsables son otros, somos de otros, no somos de nosotros, pero tal vez ahí perdí, de la manera más injusta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ANA Y SUS PERROS, 3

 

 

 

        Ella llamó por teléfono, hola Perro la oyó decir.

        Pero cuando él se enteró de que había un perro se le detonó el amor, un amor que por ahí ya era y que de pronto saltó, y empezó a desgarrar.

        Un amor que había ido haciéndose poco a poco, calladamente, sin sentir, era sólo su cara en otras caras, era ella en algún momento de descuido, cuando de repente ella le atrapaba el pensamiento, cuando ella ya había empezado a habitarlo.

 

              Sábado 22 de febrero

Ana:

        Estoy enamorado de ti (desde hace 21 días), pero ése no es el problema.

        Y tiene 10 días que este amor se ha hecho mucho sufrimiento (cuando no quisiste que te acompañará a correr), pero eso tampoco es el problema.

        El problema es que tengo 5 días seguidos casi sin dormir, por eso es que he escrito esta carta.

        No quiero molestar (disculpa la letra, pero estoy temblando), pero el estar callado está afectándome demasiado.

        Y tengo muchos problemas (tal vez a principios de marzo tenga que irme), y además tengo corazón, y ahora un corazón invadido por ti, y no sé ni cómo pasó.

                                                                                                                                                                                  Luis

 

        Pero él sabía cómo había pasado, porque ella lo enamoró, ella hizo que él se enamorara, y después ella lo dejó naufragando en ese amor.

        Ella lo enamoró con su tanto interés en él, con su soledad, con su tristeza, con su desvalía. Ella lo enamoró a través de las preocupaciones de él, de por qué un mundo tan injusto, si todos debíamos tener oportunidad. Ella lo enamoró porque él estaba tan necesitado de amor, y poco a poco él fue cayendo, en tanto, en tanta pobre vida.

        El primer día que la vio ella no le dijo nada, nada que pudiera presagiar ese amor que después él sintió, que el sufrió, que él tuvo que sufrir. Ese primer día ella sólo le recordó a otra pobre mujer que también parecía que se enharinaba la cara, pero después él sufrió por esa cara, esa cara lo torturó, él llevó esa cara con él, él murió sin poder quitarse esa cara, él murió porque no pudo quitarse esa cara, porque él quería tener esa cara, él quería que esa cara estuviera siempre con él, él quería que esa cara lo acompañara, porque esa cara se le hizo lumbre, en el corazón son los fuegos, el corazón se enciende y quema hasta la desesperación.

        Y no tienes por qué casi enharinarte, si así como eres yo te amo, así como fuiste hecha, así como somos hechos, como nos hacen, lo que nos toca, lo que otros nos dieron para ser, lo que otros decidieron para nosotros, por amor o por lo que haya sido, y a nosotros no nos queda más que ser, soportar.

        El día que le preguntó si podía acompañarla a correr y ella le puso pretextos él dejó de hablarle.

        Pero ese día te pregunté si podía acompañarte a correr porque el día anterior habías tenido un pequeño accidente cuando ibas en tu carro y pensé que yo era el culpable de tu desconcentración, por eso quise que supieras que tú tenías algo, en caso de que no tuvieras nada, en caso de que el Perro no fuera nada.

        Pero te pregunté si podía acompañarte a correr porque yo ya quería acercarme a ti, porque ya empezaba a no poder con este amor.

        Con este amor que quiero, con este amor que he aprendido a necesitar, a refugiarme, por mí, por ti, por tanta tristeza.

        Desde el día en que le preguntó si podía acompañarla a correr él se dio cuenta de que algo había pasado, pero aun y así todavía el día en que él le dio la carta ella había reiniciado las pláticas, y pláticas banales, le preguntó si hacía mucho ejercicio, y él no le contestó, y en ese momento él ya tenía la carta entre las manos y se la dio, y se puso a esperar el veredicto. Y cómo quisiera saber qué pasó en esos 2 días en que tuviste mi carta. Porque el lunes ella le regresó la carta, y le dijo que ella no le había dado ningún motivo para esa carta, y él lo único que pudo hacer fue estar mirándola a los ojos durante los 4 minutos que duró su discurso.

        Y con sus artes ha encantado, y tú que no puedes evitar sentir, tú que hoy sientes y vas y le cuentas, para que sepa, pero a ella no le importó.

        Y en qué momento te perdí, y tan en paz que estaba el día en que te conocí, las aguas del amor estaban quietas, habían estado quietas por más de 2 años, cuando uno no ama uno se olvida de los tormentos del corazón.

        Y en qué momento te perdí, si es que alguna vez te tuve, si es que en mí estuvo la llave, no sé si fue aquel día en que me encontraste allá por tu casa, pero era de noche y no había mucha luz y yo iba sumido en mis problemas, y cuando oí que alguien me hablaba ni supe quién era la que me hablaba, lo único que hice fue contestar con la mano a la pregunta de en dónde vivía.

        Pero en aquella noche no te amaba, creo, aun si hubiera sabido que eras tú no sé si haber platicado aquella noche hubiera hecho la diferencia, y después esa noche me torturó, porque tal vez ahí perdí mi oportunidad.

        Pero en aquella noche creo que todavía no te amaba, pero creo que ya eras mucho en mí, pero comparado con lo que llegaste a ser, no eras nada aquella noche, aquella noche eran mis preocupaciones sin ti, aquella noche era mi terrible mundo, aun sin ti. 

        Pero me tomaste de sorpresa, jamás hubiera imaginado que por allá vivías, pero se ve que tú me reconociste enseguida, a pesar de que casi no había luz y tú no me esperabas, tú no podías imaginar que yo vivía por tu rumbo, pues casi nunca camino por tu calle.

        Me tomaste por sorpresa, y no sabes cuánto he lamentado que aquella noche por ir tan absorto en mis problemas no pude darme cuenta de que era mi niñita la que me hablaba.

        Mi niñita, mi bebé, y luego, cuando esas palabras nos avergüenzan, cuando ya no hay amor, cuando ya no es posible la ternura, cuando ya sólo hay lo que hay.

        Y una semana después me hablaste acerca de esa noche y entonces fue cuando supe que habías sido tú, y al otro día cuando nos saludamos yo ya había empezado a verte diferente, y más cuando nos despedimos, cuando tú buscaste mi atención, estabas a más de 20 metros, y agitaste tu mano, y 2 días después yo ya estaba profundamente enamorado de ti, pero no sé qué pasó, no sé en qué momento te perdí, no sé en qué momento entró, o reentró, el otro.

        Me dijiste que ibas a correr, volviste a preguntarme en dónde vivía, tú eras siempre la que tomaba la iniciativa, tú que una tarde de diciembre quisiste saber mi opinión acerca del Árbol de Navidad que tú habías puesto.

        Así te fuiste metiendo en mí, y yo caí, y luego yo fui abandonado, negado.

        Y cuando tú regresaste a aquella noche supe de ti, porque casi cualquier otra hubiera pensado que yo no quería nada con ella, con esos gestos que habías obtenido por respuesta, pero insististe en hablarme, no sé por qué, tal vez porque yo te importaba mucho, porque aquella noche cualquiera otra se hubiera sentido despreciada, porque eso es lo que se vio, aunque yo ni siquiera sabía con quién me había portado tan cortante, pero si tú hubieras creído que no quería nada contigo, era, hubiera sido, por tu forma de ser, por ese vaivén en el que eres, ese vaivén en el que te encontré desde el primer día en que te encontré.

        Y no hacía mucho que yo había desaparecido por 3 semanas de tu vida, pero tuve que hacerlo, pero cómo explicarle al corazón que tal vez no debí haberlo hecho, porque tal vez en esos días de fin de año tú estuviste vulnerable, y alguien ladró, no sé si era un ladrido ya conocido o uno nuevo, pero cuando volví a verte tú me recibiste fría, pero poco a poco volviste a buscarme.

        Pero en esas 3 semanas yo ya había empezado a verte en otras, veía un rostro y me preguntaba en dónde lo había visto, y era en ti, en ésa que hizo que me fijara en ella, en ésa que me fue envolviendo, en esa empalagosa que hasta parecía que se estaba burlando cada tarde cuando se despedía de mí. Y como uno está tan necesitado de amor, de atención, de sueños.

        O no sé si tal vez perdí cuando supiste mi edad, cuando revisando registros tropezaste con mi edad, y si fue así yo qué puedo hacer, yo qué culpa tengo de mi edad, si sólo somos semillas que otros sembraron, los responsables son otros, somos de otros, no somos de nosotros, pero tal vez ahí perdí, de la manera más injusta.

        Y veo a otras, pero mi corazón sólo piensa en ti, sólo te quiere a ti, sólo te extraña a ti, sólo siente por ti, esto que se instala en el corazón y no deja, no permite otra cosa más que repetir tu nombre, sin poder evitar repetir tu nombre a cada momento, a cada segundo, a menos de cada segundo, y el no tenerte, y el saber que no te tendré, cómo duele, cómo duele amarte y no tenerte, y duermes conmigo, mi necesidad te hace dormir conmigo, hace que sienta que estás ahí, y no puedo evitarlo, no puedo evitar que estés en mí, no puedo sacarte de mí, y ya han pasado varios días desde que dijiste que no, que tú tenías pareja, y que no insistiera, que no escribiera más cartas.

        Y estás aquí al lado, pero la pared no me deja verte, y es inútil mirar la pared, mejor veo hacia el vacío, hacia tu ausencia, hacia algo que no será para mí, hacia algo que no tendré, hacia algo a lo que no podré demostrarle mi amor, así con todo y mi mundo terrible, con mis preocupaciones, que tal vez alguna vez hubieran hecho que te maltratara un poco, pero no es a ti, es contra todo esto en lo que somos y contra lo que no puedo hacer nada, por redimir, por darle alivio, a esto en donde sólo marchamos hacia la muerte, la nuestra, y que el corazón se enamora, y el estómago sufre hambres, y estar entre esto y tu amor, y podría ser peor, podría estar atormentado por el hambre, pero ya no estamos en esas épocas en donde comparado con el hambre el amor era una preocupación ridícula, una sensación ridícula, pero hoy ya no estamos en esos tiempos, hoy estamos en más tiempos para el amor, en más condiciones para el amor, para que alguien de repente nos asalte el corazón, lo capture, y nos deshaga aun más.

        Porque pienso que sólo marchamos hacia la nada, que somos sólo vida, vida que muere, pero que no hay nadie, nadie que nos haga bromas crueles, nadie que nos haya destinado a sufrir, aquí, en esto único que yo tengo, en este presente en donde soy, en este presente en donde veo todo lo terrible que ha sido para muchos, en donde siempre se muere, viejo o joven, y en donde hay injusticia, desigualdad, y en donde el desamor también tiene causas injustas.

        Tú hubieras sido una ayuda en mi terrible vida, en mi difícil deber, yo al amarte iba a ser sólo fiel al corazón, tú eras porque yo soy todo un paquete, que ve, que piensa, y que siente, que siente lo que hay, el frío, el calor, el hambre, el amor, el desamor, yo soy sólo uno que sufre lo que su cuerpo le hace sufrir, pero tengo unos ojos que no pueden engañarse, pero esos ojos se quedan indefensos ante el amor, pero ni el amor es capaz de hacerme olvidar lo que ven los ojos, la triste realidad de los perros golpeados, por el hambre, y la enfermedad, y la vejez, y el desamor.

        Y por qué me hiciste esto, por qué hiciste que surgiera el amor y después no lo tomaste, y me dejaste sufriendo, impotente, deshecho, y no pude aguantar. Y yo bien que presentía que esto era como una broma cruel, pero sin Bromista Cruel, y que de todas formas me iría, y que si por ahí andaba el Bromista y me recompensaba, pero el sufrimiento, esta desesperación, esta casi muerte, cómo podría ser compensada, esto fue gratuito, qué sadismo, qué es este sadismo, tal vez cuando muera conoceré al Sádico, porque nos dieron un corazón, y el corazón ama, y no hablo de un amor que no mata, sino de una necesidad terrible de pegarse a otra piel, de sólo hallar consuelo en otro cuerpo, de querer comerte, de querer fundirme, de querer cubrirme contigo.

        Y aun hoy espero un milagro, a pesar de que nadie puede restituirme el tiempo ya sufrido, y a quién reclamar, quién anda por ahí.

        El culpable sería quien nos dio el corazón.

 

Sábado 1 de febrero (fue el día cuando supe del Perro. Y después supe de ti)

        Cuando empiezo a caer, a extrañarte. Cuando empiezo a sentir, no soy libre, tengo un corazón.

        Y cuando me acuerdo de ti, de cómo mirabas, a pesar de que te vi en tus momentos más íntimos, que a ti nada te decían, porque eras libre, de prejuicios, de juicios, de modales, porque no eras como yo, que necesito de ella, cuando ella se hace hasta el corazón, cuando ella que no era nada ahora ya es, ya está, siendo añorada, siendo recordada con sufrimiento, con dolor, con una agitación que no tendría por qué haber sido, pero que ya es, que ya ha vuelto a ser.

        Y aquí atrapados, en una vida sedienta, en una vida que fue siendo, tomando caminos, tomando cargas, dentro de sus posibilidades. Y hoy que nuevamente es el amor, tú que quién sabe de dónde vengas, tú que también eres hoja agitada, por vientos que no piden permiso, para ensuciarte, para traerte amor. Y aquí atrapados, en lo único, y tener que batallar por ti, porque tengo que seguir a mi cuerpo, porque se anda con las alas desganadas.

        Y te quedó una panza, por ella es que vas a correr, pero ya son por lo menos 7 años de que cargas con esa panza, y yo aquí, como tú, y nadie sabe qué sentimos, pero se  puede imaginar, porque somos de lo mismo, hambres, sed, ganas de ir al baño, cansancios terribles. Y la innecesariedad se repite y se repite.

        Y es sólo el recuento de uno más, que hoy ha vuelto a caer, sin buscar, simplemente que no puede evitarse el vivir, el estar vivo, el sentir, el ser lo que se es, y a pesar de todo, a pesar de saber, y aun así se cae, porque volverás a tener hambre, porque no puedes evitarlo, porque no está en ti, y así es el amor, aunque sepas que no es tu sueño, que tu sueño se llama perfección, en cara, en cuerpo, pero al cuerpo no lo puedes dominar, no lo puedes evitar, que no hay escapatoria, que de todas formas te estás hundiendo, que el vivir es hundirse, hasta que te hundes completamente.

        Y tener que seguirte, a ti que hasta hoy has vivido sin mí, en una vida que no nos necesita, pero nos cruzamos. Y decirte que me he enamorado de ti, que no sé ni cómo, pero que ya me tienes sufriendo, a mí que soy yo, a mí que tengo corazón, y estómago, y corazón, y sentido del ridículo, y corazón, corazón que a algunos ha dominado. Y estamos hundiéndonos, y es nuestra única oportunidad, en el hundimiento, que es todo lo que hay, y que aquí, sentirás, sufrirás, pagarás, no sé que deudas, si el corazón a ti te lo dieron, tú no eres responsable de tu corazón, ni de tu estómago, ni de tu envejecimiento, ni de tu muerte, ni de tu vida, ni de tu desesperación insoportable.

        Pero es sólo la vida, es sólo lo que hay para ser.

        Y es imposible callar al corazón, no dejar que hable, que diga que tiene hambre, y que esa hambre lo está matando, y que esa hambre tiene que ser curada, o cauterizada, para que no haga sufrir, para que no mate.

        A ti que sabes de la vida, que no es para amar, que no puedes abandonarte al amor, porque la vida no es rosa, es negra, gris por lo menos, sé que sólo con los ojos dormidos es como podría engañarme, y no te diré nada, simplemente trataré de no sentir lo que hoy no puedo evitar, este dolor, este desasosiego, pero así es esto en este no paraíso, porque no hay paraísos, más que efímeros, una vez que te sacias.

        Y algún día no estaremos, pero estarán otros, otros pobres tontos, otros que seguirán en estos huecos que hay en el ser, otros que serán lo que somos nosotros, otros que amarán y no serán amados, otros que tendrán que padecer de amor, como he padecido yo, pero que eso no me vacunó, no me preparó para la muerte de hoy, para esta desilusión de hoy.

        Y hoy que la vida me ha llamado al influjo de qué, de tus engaños, de mis necesidades, de mis debilidades, de quién sabe qué buscamos en esta vida tan demandante, en esta vida tan noche, en esta vida que nos jode, que nos lleva de las alas, como ayer, cuando yo oí que ya no volverías, pero casi no doliste, porque yo era más pequeño, porque no sabía, porque el cuerpo sentía diferente.

        Supe que te ibas, y seguí con mis carritos, pero luego hubiera querido que me dejaras tus vestidos, para llevarte cerca de mí, sobre mi piel, bajo mi ropa, y luego la vida pasó, pasa, pero uno se acuerda, de cuando el corazón se manifestó, de cuando el corazón nos dolió, nos afectó, cuando sentimos con el corazón de un niño.

        Porque no quiero que te vayas con otro, a pesar de que no debería importarme, pero me importa, porque ya se hizo importante, no debería dolerme, pero ya me dueles, porque ya me embarqué, ya me jodí, ya me jodiste, ya caí en eso que parece embrujo, en eso que te jala aunque no quieras, en eso que te quita el sueño, en esto que todavía hoy me tiene preso, capturado, en esto que es sólo pensar en ti, es esto que es no poder librarme de ti, por mucho que a veces te me borres, por mucho que a veces no quisiera quererte, pero el amor es más fuerte, el amor se queda a nivel del corazón, como un estómago que siente hambre, un estómago vacío que sólo siente y siente, que sólo sabe sentir.

 

 Y ese día me fui ya triste, ya sabiendo que estabas en mí.

        Y luego, cuando supe que no iba a poder amarte, más que en mi amor, en el vacío, y el corazón se entristecía por ti, porque no podías ser, pero el corazón quería que estuvieras con él, mientras hubiera un lugar para ti, mientras en él hubiera un lugar para ti, un amor para ti.

        Y yo solamente quería que habláramos, quería que me entendieras, y si así podíamos ser, seríamos, pero no esperaba eso de que tú no habías dado motivos para mi carta.

        Yo que sólo quería que éste no fuera el moridero inútil que es, el reguero de cadáveres sin sentido que es, yo sólo quería dar alivio, porque yo veía, porque si no todos estamos locos, o algunos locos tienen la razón y todos los demás locos estamos locos, pero yo veía, un mundo terrible, de hambres, de desamores.

        Y también había amor, pero con una sola imposibilidad de amor, con un solo corazón que se hubiera encendido, por las razones que hubieran sido, con un solo corazón en el que se hubiera hecho el amor y no hubiera podido ser correspondido, hartado, hastiado, pero así era la vida, con amores, con desamores, con hartazgos de amor, con amor que un día se iba, pero al menos no se había sufrido de desamor, al menos esa hambre había sido saciada, con la comida amada.

        Y a principios de marzo él se fue. Y ella siguió teniendo perros. Y los perros siguieron teniendo perras. Y los perros siguieron teniendo perros.

(Y estar tan lúcido, y sin embargo estar con el corazón atorado, aunque sepas de la vida aquí, aun y así no puedes evitarla, aunque sepas la vida y sus apetitos. Y no puedo reprocharte nada, y no puedo olvidarte, no puedo cerrar esta herida, y ya he perdido demasiada sangre, y no sólo por ti)

 

 

 

Martes 11 de febrero de 2014

(este día hubo mucha poesía)

        Y terminó como todo, pero en su día era todo, como siempre. Y te conocí y volvió el amor, a hacerse, a ser. Y un día ya sin poder contra ello, ya indefenso, asaltado a media noche, dominado, y hacerse el propósito de que te lo diría, que hay muchas mujeres hermosas, pero que sólo estás tú, tú que te hiciste amar, tú que quién sabe cómo estás ahora.

        Y terminará, y tal vez no por la muerte, pero terminará de muerte, este efímero amor que se da, pero que se va, pero que cuando da no hay forma de defenderse. 

        Y por eso tengo que decírtelo, porque no puedo, porque me está torturando.

        Porque no puedo evitarlo, porque estoy atrapado, y sé que terminará, sé que habrá decepción, porque la vida no puede ser más. Y sólo tenemos una vida pequeña, y aquí es donde se da el amor, y lo que quede quedará, habrá algo más en el mundo, más ladridos, más cadenas, más vida que sigue, y serán de nosotros, serán de una vida que así es como sigue, y no tenía por qué, pero fue, sin permisos, simplemente porque así es esto, del vivir, y ahí hay amor, eso del amor, eso que te despierta a medianoche y te atrapa, no te deja seguir durmiendo. 

        Y saber que terminará, pero que cuando el amor es, cuando nada podemos ante él, cuando no queda más que sentirlo, padecerlo. Y pasará, y tal vez quede algo, otro más, que tarde o temprano volverá a ser atrapado, y así seguir.

        Te vi, no me preguntes cómo, pero supe, porque así es esto, tiene cadenas, que de una u otra manera te encerrarán. Porque somos reos, porque estamos condenados, al amor, y a la vida, y a la muerte, y a la vejez, y a la tristeza, y al amor, y aquí entre tanta condena, aquí en la vida, que lo otro es nada, que tal vez nunca fue, o que ya fue, pero otros vendrán, a las hambres, a los cansancios, al amor, por alguien, entre estos condenados, a enamorarse, y sufrir, y no poder con algo así, sino afrontarlo, decirte que no sé cómo, pero que te amo, que te quiero, que no puedo dejar de pensar en ti, y que hay culpa, remordimiento, y que pese a todo está este amor que no me suelta, por hoy, en este hoy que no sé, pero que hoy es, y que mañana está muy cerca.

        Y no puedo evitarlo, no puedo contra ti, no puedo, estoy inmovilizado, y con remordimiento, de si yo fuera un poco diferente, si no pudiera en mí tanto la vida, pero puede, es mi natural, y éste que es, es todo esto, es éste que hoy no puede, éste que volverá a tener hambre, éste que algún día estará enamorado de otra, porque todo pasa, porque la vida nos lleva, pero hoy se ha detenido, hoy, a pesar de que sé que no es eterno, aún y así hoy se ha detenido el mundo, y un poco el hambre, y tener que resolver, tener que salir, como sea, y tener mucho remordimiento, pero inevitable, porque éste es así.

        Y sólo decirte, que no es sencillo, que hoy estoy atrapado, pero que esto no es tan sencillo, que somos animales de traiciones, que es sólo avisar, que no quisiera fallar, y que lo intentemos, pero que te pediría amor, este amor que hoy me absorbe y no me deja espacio para otra cosa, sólo para saber que es cómo una condena, que está la condena, pero que un día te tiene atrapado. 

        Quisiera que esto se quedara, pero se irá, pero hoy sólo miro hoy, y sé de las comedias, sé que ellos no nos entenderán, pero igual les pasará, 

        Y no es extraordinaria, pero hoy la amo, estoy enredado en su ser, no puedo más que ver hacia ella, hacia el universo que es ella, con todo y las miserias de la vida, aun y así, hoy que amo, que no puedo evitar amar, estar con el corazón girando en redondo, sólo hacia ella, y pensar que puede haber consecuencias, pensar que esto no es que sea una burla, pero es tan pequeño, pero que así es, y que hoy pienso en ti, en la primera vez que te vi y que no me dijiste nada positivo, pero poco a poco el corazón fue haciéndote hasta la añoranza, y de ahí ya no faltaba mucho para este día, para estos días, que han detenido mi tiempo, lo han encapsulado, me han inutilizado un poco, porque sólo miro hacia ti, a pesar de que la vida sea casi nada, sólo vida, con sus apremios, vida pasajera, apremios pasajeros, pero únicos, y demandantes, como este amor que no me suelta el pensamiento, que no hace más que estar estacionado en ti, en tu ser, aunque sepa, que dentro de algún mañana esto ya no será, como no es hoy todo eso que ayer atrapó, movió, ató, inmovilizó. 
        Y ahora vuelvo a entender, a la ridiculez del amor, a la demanda del amor, hoy que he vuelto a hermanarme, a ser compañero de esa cárcel, esa cárcel que es cárcel sobre cárcel, y que hoy me agarra a esta altura de la vida, en este momento, de mi pobre ser, hoy que puedo entender cuando ellas te han hecho perder el tiempo, cuando has tratado de contemporanizar, para que no duela tanto, y hoy, que nuevamente sintiendo lo que es el amor, eso que es de la vida y que te atrapa, sin querer, sin darte cuenta, es sólo que una noche te despiertan y está ella, ella y tus remordimientos relacionados con ella.

        Y encima de todo ahora tú, y lo que no hice, pero es que no sabía que iba a amar, no me acordaba de cómo era esto, y nuevamente ese pasajero vuelve a apoderarse, a hacerte sentir que además de vida pasajera hay un amor que hace que esa vida pasajera siga, pero no yo, no con estas conciencias, de la vida tan pequeña, y tratar de liberarse, tratar de que pase, y sin saber, y sin cálculos, sin andarse con cuentos con el amor, porque el amor nos desnuda, hace que no podamos, que nos rindamos, es como una enfermedad.

        Y arreglar al corazón, tratar de arreglar este asunto, como sea, porque no se puede andar ahí con el corazón atrapado, como has andado últimamente. Pero culpándote, tú que no puedes saber la vida, es sólo que una cosa te trajo, y así la vida, que va modificando, y haciendo que seamos, lo que estemos siendo.

        Y él también tendrá estos momentos, serás y te enamorarás, y ni siquiera sabrás cómo fue que te pasó, simplemente que los accidentes pasan, que tarde o temprano caerás, porque tienen corazón, porque tienen ojos, y razón, y corazón, y que el amor será modificado, pero que cuando haya amor será como el de cualquiera, será esto de no poder escapar.

       Que un día amarás, estarás atrapado por eso, y ya sabrás, pero fue porque oíste que se iba, y seguiste jugando, y seguiste viviendo, y pensabas en ella, y hubieras querido llevar sus vestidos, eso era amor, amor de niño. 

        Y hoy que estás, nuevamente enamorado, y diferente, pero en aquellos años amabas como podías amar, sólo se ama así, como se puede, pero podías dormir, no eras torturado, por la culpa, por lo que no hiciste. 

        Y sólo tratar de salir, y la culpa, el remordimiento, el no haber advertido a tiempo, que aquello ya era amor. 

        Pero porque deseas tanto, porque eres una caña frágil, porque sigues frágil, por eso es que afecta tanto, porque eres afectable.

        Y será casi lo mismo, inutilidad, pero apremiante, tan única, para él, porque será su alma la que esté jugando, sintiendo, siendo lo único, para sí, y así todos, almas especiales, almas posibles de ser avasalladas, y así la vida, con cada quien en su rincón, siendo, único, todo, un todo, su todo. 

        Y no poder dejar de pensar en ti, y en mi culpa, 

       Y sólo salte, déjame en paz, suelta mis ganas, que no todo seas tú, que no esté al ritmo de cuándo estés cerca, porque así no se puede, porque así la vida se hace aun más pequeña, y es una vida que hay que enfrentar, es una vida por la que hay que ver, y cuando esa vida te regresa a un nivel humano, que tú también tienes miedo, e interés, y cadenas de amor, porque anoche no pudiste escapar, estabas atrapado, sin poder hacer nada, sin poder meter las manos. Anoche que no podía liberarme, que estabas adueñada de mi vida, de una vida que está tan pesada, y que ahora esto, que me atrapa, y doblega, y por eso es que tienes que saber, porque lograste ser en mí, tú que buscabas, tú que no sé si te fallé, no sé si creíste ver cosas que no hay, porque si eres, si eras, pero no de una forma sencilla.

        Y pasará, pero hoy es el único, hoy que estamos tan cerca, hoy que estamos vivos, hoy que estamos atrapados, en la vida, y en el presente, y en el amor. Y pasará, pero hoy es lo único, hoy es único, es el hoy, este hoy que nos compele, a ser, a no ver que hay más, que habrá, que ha habido, este hoy que nos absorbe, esta vida que nos lleva en su presente, y ahí quedará, porque ha sido, y seguirá siendo, pero hoy es, está siendo, y eso es lo que nos tapa todo lo demás, eso es lo que nos absorbe. 

        Pasaremos, pero hoy es lo único, hoy estamos siendo lo que es nuestra vida, pero vean que esto ya ha muerto muchísimas veces, y que volverá a nacer, pero volverá a morirse, que eso es lo único cierto, que es como una comedia, que habrá, pero porque lo hay, pero que pasará, y que es un desgaste inútil, pero que así es esto. 
        Pasaremos, pasará, ha pasado, y volverá a ser, pero que así es, en una comedia eterna, que habrá, cuando haya, pero que así será, siempre que haya. Y cuando nos toca de cerca, cuando la tenemos sobre nosotros, y cuando te toque irte, por una vida que va muriendo, que va creando su muerte, pero que hoy te atrapa, te fuerza, te doblega, pero saberla, saber que es como una mala broma, pero que no puedes evitar, porque lo otro es nada.  
        Pasará, pero en su momento era lo único, era la vida, era todo, para quien le tocaba vivir, ser, su ser. Pero pasará, porque todo pasa

 

 

        Pasará, pero en su momento era lo único, era la vida, era todo, para quien le tocaba vivir, ser, su ser. Pero pasará, porque todo pasa, porque es un pasar constante. Y todo pasará, aunque el presente se vea casi inmóvil, pero todo se mueve hacia adelante, hacia muerte y vida, y muerte. Y a veces no habrá nada, pero luego nuevamente habrá, perros, y humanos, y el amor así vivido.   

 

        Pasaremos, y él también, y antes quedaban grandes fotografías, como las de mi tatarabuela y mi tío bisabuelo, pero ya no están, y en su día tuvieron que ser, porque eso era la vida, y yo los conocí cuando sus fotos estaban bajo una cama, olvidadas, ya sin decir nada, pero ella vivió, y ni siquiera podía imaginarme, nació, en 1870.


        Que a pesar de todo, 

de una vida que nos forma, 

y destroza,

pero que somos de ella, 

con lo que ella sea,

como sea.

        Y cuando es el amor, 

y la culpa,

por lo que no se hizo, 

por ser como se es, 

pero cómo iba a saber, 

pero cómo si no supiera que el amor es,

algo que llevamos pegado a nosotros,

listo para saltar en casi cualquier momento,

        Cómo si no se supiera que en la vida se da el amor,

que somos seres que no podemos evitar ser,

cómo podríamos alegar inocencia,

cómo si todavía estuviera en aquel ayer, 

que empecé a experimentar amor,

y que era un amor de niño,

sin sexo, 

sólo de muestras de amor,

de que de algo tuyo quería ser cubierto,

cubrirme con tus vestiditos, 

con eso me conformaba,

eso era el amor

con eso se conformaba,

así se veía, 

se tomaba, 

se creía,

eso era el amor, 

pero no ha cambiado mucho, 

porque luego me conformaba con cualquier trapo tuyo, 

cuando se ama uno se expone, 

se abre, 

al ridículo, 

pero uno no puede hacer nada,

porque en las madrugadas se es prisionero, 

de la vida, 

y de su amor.

 

 

 

 

 

Lunes 10 de marzo de 2014

Los vi,

cuando hubo amor,

amor ridículo,

pero inevitables,

sus locuras.

Y luego vi traición,

y perdón,

no sé por qué,

pobre mujer,

pobres mujeres.

Y veía,

y callaba,

porque aun no era un experto de la vida,

de la terrible vida,

y de sus pobres perros.


        Cuando me enamoro, no soy yo, es el corazón.

        Pero es el corazón enamorado, por eso no debería torturarme, pero me tortura, es por eso que uno quiere liberación, porque no se puede, pero es sólo el corazón.

        Pero el corazón es una zona peligrosa, pero lo tenemos, es sólo eso, no eres precisamente tú, es el corazón, lo que es capaz de ser, de hacer.

(que estoy extrañando al amor)
        Si pudiera servirte de algo, si me necesitaras, si lo necesitaras. No quiero verte como triste, y si estoy loco sólo dímelo, porque al final qué más dará, sólo quiero que veas que no has pasado como simple aire, que por lo que haya sido, te has quedado, desde el día en que al ver un rostro me acordé de ti, desde el día en que ya traía tu rostro y que por eso te miré en alguien que se te parecía, sólo quisiera que entendieras, para que esto fuera eterno, o casi, aun en la traición de uno que ha tenido que esperar, que aguantar. Y sería un equivocación más, pero en estas andamos, en la única oportunidad que tenemos, y que se nos va, y que no habrá más lugar, ni más juventud, y que las cosas no son perfectas, que tenemos carencias, que tal vez por eso nos alcanzamos.

         Y se te irá la vida, como se nos va todos los días. De la vida y del amor, de una vida que es muy poco y de un amor que hay en esa vida, en ese ser, y que en nuestras inconsciencias es lo único que quedará, pero que lo viviremos como todo lo demás, en la total inconsciencia, que sentiremos, pero que no ubicaremos qué era lo más importante, qué debía ser lo buscado, el objetivo.

        En la casi total inconsciencia, sólo ímpetus, pero ahí se te irán los años, en los apremios de una vida que te embarca, que hace que bailes su danza, a sus ritmos de inconsciencia.

        Esa danza inconsciente que sólo va metiéndote en complicación tras complicación, que te va absorbiendo, que te va obligando a seguir caminos, que vas siendo a medida que vas siendo, que es sólo en el momento de ser.

        En esa danza que había que serla, porque lo otro era nada, la nada, y los perros y la demás vida eran sólo impulsos hacia adelante.

        Pero no complicarme más, no por causas de un corazón tan inconstante.

        Qué puedo decirte, que escribo para situarme, para mostrarte los que hay, lo que puede haber, si lo necesitas, si es necesario. En verdad que no sé, pero si lo necesitas, si es algo para ti, si sientes que podría ser una diferencia en ti, si crees en los cuentos, en las recompensas. Y para qué hacer más grandes las cuentas a una naturaleza sorda, y sabemos, sé, que pasaremos, sé de hoy, así como hoy sé de un ayer que ya pasó, por mucho que a veces haya dolido, pero hoy, que nuevamente la maldición que llevamos a cuestas, la maldición de una vida que tiene sus cosas, sus maneras, su corazón, su estómago. Y quisiera decirte algo amable, por si lo necesitaras, sólo eso, si me necesitas, que aquí está un corazón inconstante.

        Quisiera decirte algo amable, para que veas que tal vez hasta he mirado de más, pero he mirado, tu atención, o tu remordimiento, y si no pues qué no importa, que ya pasará, pero que aquí estuve, para decirte que lograste en mí algo, y que no quiero equivocarme, pero cómo decirte que te veo vulnerable, que te veo, y decirte algo amable, por si lo necesitaras, que en esta vida estamos pasajeramente, por si no te has enterado, que las inconsciencias de la infancia son sólo eso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ANA Y SUS PERROS

 

Ella llamó por teléfono, hola Perro la oyó decir.

        Pero cuando él oyó que había alguien se le detonó el amor, un amor que por ahí ya era y que de pronto saltó y empezó a desgarrar.

Un amor que había ido haciéndose poco a poco, calladamente, sin sentir, era sólo su cara en otras caras, era ella en algún momento de descuido, cuando de repente tomaba por asalto al pensamiento, cuando ella ya había empezado a habitarlo.

 

 

Sábado 22 de febrero

Ana:

Estoy enamorado de ti (desde hace 21 días), pero ése no es el problema.

Y tiene 10 días que este amor se ha hecho mucho sufrimiento (cuando no quisiste que te acompañará a correr), pero eso tampoco es el problema.

El problema es que tengo 5 días seguidos casi sin dormir, por eso es que he escrito esta carta.

No quiero molestar (disculpa la letra, pero estoy temblando), pero el estar callado está afectándome demasiado. (Y tal vez a principios de marzo tenga que irme)

Y tengo muchos problemas (y no sabes cuánto he lamentado que aquella noche por ir tan absorto en esos problemas no pude darme cuenta que era mi niña la que me hablaba), y además tengo corazón, y ahora un corazón invadido por ti, y no sé ni cómo pasó.

Luis

 

 

        Pero sí sabía cómo había pasado, porque ella lo enamoró, ella hizo que él se enamorara, y después ella lo dejó naufragando en ese amor.

Ella lo enamoró con su interés, con su soledad, con su tristeza, con su falta de belleza, con su desvalía, ella lo enamoró a través de las necesidades y preocupaciones de él, de por qué un mundo tan injusto, si todos deberíamos tener oportunidades, ella lo enamoró porque él estaba tan necesitado de amor, y poco a poco él fue cayendo, en tanta trampa, en tanto enredo, en tanta soledad.

        El primer día que la vio no le dijo nada, nada que pudiera presagiar ese amor que después él sintió, que el sufrió, que él tuvo que sufrir. Ese primer día ella sólo le recordó a otra pobre mujer que también parecía que se enharinaba la cara, pero después él sufrió por esa cara, esa cara lo torturó, él llevó esa cara con él, él murió sin poder quitarse esa cara, él murió porque no pudo quitarse esa cara, porque él quería tener esa cara, él quería que esa cara estuviera siempre con él, él quería que esa cara lo acompañara, porque esa cara se le hizo lumbre, en el corazón son los fuegos, el corazón se enciende y quema hasta la desesperación.

Y no tienes por qué casi enharinarte, si así como eres yo te amo, así como fuiste hecha, así como somos hechos, como nos hacen, lo que nos toca, lo que otros nos dieron para ser, lo que otros decidieron para nosotros, por amor o por lo que haya sido, y a nosotros no nos queda más que ser, soportar.

El día que le preguntó si podía acompañarla a correr y ella le puso pretextos él dejó de hablarle.

Pero ese día te pregunté si podía acompañarte a correr porque el día anterior habías tenido un pequeño accidente cuando ibas en tu carro y pensé que yo era el culpable de tu desconcentración, por eso quise que supieras que tú tenías algo, en caso de que no tuvieras nada, en caso de que el Perro no fuera nada.

Pero te pregunté si podía acompañarte a correr porque yo ya quería acercarme a ti, porque ya empezaba a no poder con este amor.

Con este amor que quiero, con este amor que he aprendido a necesitar, a refugiarme, por ti, por mí, por la pobre vida tan triste.

Desde el día en que le preguntó si podía acompañarla a correr él se dio cuenta de que algo había pasado, pero aun y así todavía el día en que él le dio la carta ella había reiniciado las pláticas, y pláticas banales, le preguntó si hacía mucho ejercicio, y él no le contestó, en ese momento él ya tenía la carta entre las manos y se la dio, y se puso a esperar el veredicto. Y cómo quisiera saber qué pasó en esos 2 días en que tuviste mi carta. Porque el lunes ella le regresó la carta, y le dijo que ella no le había dado ningún motivo para esa carta, y él lo único que pudo hacer fue estar mirándola a los ojos durante todo el tiempo que duró su discurso.

Y en qué momento te perdí, y tan en paz que estaba el día en que te conocí, las aguas del amor estaban quietas, habían estado quietas por más de 2 años, cuando uno no ama uno se olvida de los tormentos del corazón.

Y en qué momento te perdí, si es que alguna vez te tuve, si es que en mí estuvo la llave, no sé si fue aquel día en que me encontraste allá por tu casa, pero era de noche y no había mucha luz y yo iba sumido en mis problemas, y cuando oí que alguien me hablaba ni supe quién era laque me hablaba, lo único que hice fue contestar con la mano a la pregunta de en dónde vivía.

Pero en aquella noche no te amaba, creo, aun si hubiera sabido que eras tú no sé si haber platicado aquella noche hubiera hecho la diferencia, y después esa noche me torturó, porque tal vez ahí perdí mi oportunidad.

Pero en aquella noche creo que todavía no te amaba, pero creo que ya eras mucho en mí, pero comparado con lo que llegaste a ser, no eras nada aquella noche, aquella noche eran mis preocupaciones sin ti, aquella noche era mi terrible mundo, aun sin ti.

Pero me tomaste de sorpresa, jamás hubiera imaginado que por allá vivías, pero se ve que tú me reconociste enseguida, a pesar de que casi no había luz y tú no me esperabas, tú no podías imaginar que yo vivía por tu rumbo, pues casi nunca camino por tu calle.

Y una semana después me hablaste acerca de esa noche y entonces fue cuando supe que habías sido tú, y al otro día cuando nos saludamos yo ya había empezado a verte diferente, y más cuando nos despedimos, cuando tú buscaste mi atención, estabas a más de 20 metros, y 2 días después yo ya estaba profundamente enamorado de ti, pero no sé qué pasó, no sé en qué momento te perdí, no sé en qué momento entró, o reentró, el otro.

Me dijiste que ibas a correr, volviste a preguntarme en dónde vivía, tú eras siempre la que tomaba la iniciativa, tú que una tarde de diciembre quisiste saber mi opinión acerca del Árbol de Navidad que habían puesto.

Así te fuiste metiendo en mí, y yo caí, y luego yo fui abandonado, negado.

Y cuando tú regresaste a aquella noche supe de ti, porque casi cualquier otra hubiera pensado que yo no quería nada con ella, con esos gestos que habías obtenido por respuesta, pero insististe en hablarme, no sé por qué, porque aquella noche cualquiera otra se hubiera sentidodespreciada, porque eso es lo que se vio, aunque yo ni siquiera sabía con quién me había portado tan cortante, pero si tú hubieras creído que no quería nada contigo, era, hubiera sido, por tu forma de ser, por ese vaivén en el que eres, ese vaivén en el que te encontré desde el primer día en que te encontré.

Y no hacía mucho tiempo que yo había desaparecido por 3 semanas de tu vida, pero tenía que hacerlo, pero cómo explicarle al corazón que tal vez no debí haberlo hecho, porque tal vez en esos días de fin de año tú estuviste vulnerable, y alguien ladró, no sé si era un ladrido ya conocido o uno nuevo, pero cuando volví a verte tú me recibiste fría, pero poco a poco volviste a buscarme.

(Pero en esas 3 semanas yo ya había empezado a verte en otras, veía un rostro y me preguntaba en dónde lo había visto, y era en ti, en ésa que hizo que me fijara en ella, en ésa que me fue envolviendo, en esa empalagosa que hasta parecía que se estaba burlando cada tarde cuando se despedía de mí. Y como uno está tan necesitado de amor, de atención, de sueños)

O no sé si tal vez perdí cuando supiste mi edad, cuando revisando registros tropezaste con mi edad, y si fue así yo qué puedo hacer, yo qué culpa tengo de mi edad, si sólo somos semillas que otros sembraron, los responsables son otros, somos de otros, no somos de nosotros, pero tal vez ahí perdí, de la manera más injusta.

Y veo a otras, pero mi corazón sólo piensa en ti, sólo te quiere a ti, sólo te extraña a ti, sólo siente por ti, esto que se instala en el corazón y no deja, no permite otra cosa más que repetir tu nombre, sin poder evitar repetir tu nombre a cada momento, a cada segundo, a menos de cada segundo, y el no tenerte, y el saber que no te tendré, cómo duele, cómo duele amarte y no tenerte, y duermes conmigo, mi necesidad te hace dormir conmigo, hace que sienta que estás ahí,y no puedo evitarlo, no puedo evitar que estés en mí, no puedo sacarte de mí, y ya han pasado varios días desde que dijiste que no, que tú tenías pareja, y que no insistiera, que no escribiera más cartas.

      Y estás aquí al lado, pero la pared no me deja verte, y es inútil mirar la pared, mejor veo hacia el vacío, hacia tu ausencia, hacia algo que no será para mí, hacia algo que no tendré, hacia algo a lo que no podré mostrarle mi amor, así con todo y mi mundo terrible, con mis preocupaciones que tal vez alguna vez hubieran hecho que te maltratara un poco, pero no hubiera sido a ti, hubiera sido a todo esto en lo que somos y contra lo que no puedo hacer nada, por redimir, por darle alivio, a todo esto en donde sólo marchamos hacia la muerte, la nuestra, y que el corazón se enamora, y el estómago sufre hambres, y estar entre esto y tu amor, y podría ser peor, podría estar atormentado por el hambre, pero ya no estamos en esas épocas en donde comparado con el hambre el amor era una preocupación ridícula, una sensación ridícula, pero hoy ya no estamos en esos tiempos, hoy estamos en el amor, en más condiciones para el amor, para que alguien de repente nos asalte el corazón, lo capture, y nos deshaga aún más.

Porque pienso que sólo marchamos hacia la nada, que somos sólo vida, vida que muere, pero que no hay nadie, nadie que nos haga bromas crueles, nadie que nos haya destinado a sufrir, aquí, en esto único que yo tengo, en este presente en donde soy, en este presente en donde veo todo lo terrible que ha sido para muchos, en donde siempre se muere, viejo o joven, y en donde hay injusticia, desigualdad, y en donde el desamor también tiene causas injustas.

Tú hubieras sido una ayuda en mi terrible vida, en mi difícil deber, yo al amarte iba a ser sólo fiel al corazón, tú eras porque yo soy todo un paquete, que ve, que piensa, y que siente, que siente lo que hay, el frío, el calor, el hambre, el amor, el desamor, yo soy sólo uno que sufre loque su cuerpo le hace sufrir, pero tengo unos ojos que no pueden engañarse, pero esos ojos se quedan indefensos ante el amor, pero ni el amor es capaz de hacerme olvidar lo que ven los ojos, la triste realidad de los perros golpeados, por el hambre, y la enfermedad, y la vejez, y el desamor.

Y por qué me hiciste esto, por qué hiciste que surgiera el amor y después no lo tomaste, y me dejaste sufriendo, impotente, deshecho, y no pude aguantar. Y yo bien que presentía que esto era como una broma cruel, pero sin Bromista Cruel, y que de todas formas me iría, y que si por ahí andaba el Bromista y me recompensaba, pero el sufrimiento, esta desesperación, esta casi muerte, cómo podría ser compensada, esto fue gratuito, qué sadismo, qué es este sadismo, tal vez cuando muera conoceré al Sádico, porque nos dieron un corazón, y el corazón ama, y no hablo de un amor que no mata, sino de una necesidad terrible de pegarse a otra piel, de sólo hallar consuelo en otro cuerpo, de querer comerte, de querer fundirme, de querer cubrirme contigo.

Y aun hoy espero un milagro, a pesar de que nadie puede restituirme el tiempo ya sufrido, y a quién reclamar, quién anda por ahí.

El culpable sería quien nos dio el corazón.

 

Sábado 1 de febrero (fue el día cuando supe del Perro)

Cuando empiezo a caer, a extrañarte. Cuando empiezo a sentir, no soy libre, tengo un corazón.

Y cuando me acuerdo de ti, de cómo mirabas, a pesar de que te vi en tus momentos más íntimos, que a ti nada te decían, porque eras libre, de prejuicios, de juicios, de modales, porqueno eras como yo, que necesito de ella, cuando ella se hace hasta el corazón, cuando ella que no era nada ahora ya es, ya está, siendo añorada, siendo recordada, con sufrimiento, con dolor, con una agitación que no tendría por qué haber sido, pero que ya es, que ya ha vuelto a ser.

Y aquí atrapados, en una vida sedienta, en una vida que fue siendo, tomando caminos, tomando cargas, dentro de sus posibilidades. Y hoy que nuevamente es el amor, tú que quién sabe de dónde vengas, tú que también eres hoja agitada, por vientos que no piden permiso, para ensuciarte, para traerte amor. Y aquí atrapados, en lo único, y tener que batallar por ti, porque tengo que seguir a mi cuerpo, porque se anda con las alas desganadas.

Y te quedó una panza, por ella es que vas a correr, pero ya son por lo menos 7 años de que cargas con esa panza, y yo aquí, como tú, y nadie sabe qué sentimos, pero se puede imaginar, porque somos de lo mismo, hambres, sed, ganas de ir al baño, cansancios terribles. Y la innecesariedad se repite y se repite.

Y es sólo el recuento de uno más, que hoy ha vuelto a caer, sin buscar, simplemente que no puede evitarse el vivir, el estar vivo, el sentir, el ser lo que se es, y a pesar de todo, a pesar de saber, y aun así se cae, porque volverás a tener hambre, porque no puedes evitarlo, porque no está en ti, y así es el amor, aunque sepas que no es tu sueño, que tu sueño se llama perfección, en cara, en cuerpo, pero al cuerpo no lo puedes dominar, no lo puedes evitar, que no hay escapatoria, que de todas formas te estás hundiendo, que el vivir es hundirse, hasta que te hundes completamente.

Y tener que seguirte, a ti que hasta hoy has vivido sin mí, en una vida que no nos necesita, pero nos cruzamos. Y decirte que me he enamorado de ti, que no sé ni cómo, pero que ya me tienes sufriendo, a mí que soy yo, a mí que tengo corazón, y estómago, y corazón, y sentido delridículo, y corazón, corazón que a algunos ha dominado. Y estamos hundiéndonos, y es nuestra única oportunidad, en el hundimiento, que es todo lo que hay, y que aquí, sentirás, sufrirás, pagarás, no sé qué deudas, si el corazón a ti te lo dieron, tú no eres responsable de tu corazón, ni de tu estómago, ni de tu envejecimiento, ni de tu muerte, ni de tu vida, ni de tu desesperación insoportable.

Pero es sólo la vida, es sólo lo que hay para ser.

Y es imposible callar al corazón, no dejar que hable, que diga que tiene hambre, y que esa hambre lo está matando, y que esa hambre tiene que ser curada, o cauterizada, para que no haga sufrir, para que no mate.

A ti que sabes de la vida, que no es para amar, que no puedes abandonarte al amor, porque la vida no es rosa, es negra, gris por lo menos, sé que sólo con los ojos dormidos es como podría engañarme, y no te diré nada, simplemente trataré de no sentir lo que hoy no puedo evitar, este dolor, este desasosiego, pero así es esto en este no paraíso, porque no hay paraísos, más que efímeros, una vez que te sacias.

Y algún día no estaremos, pero estarán otros, otros pobres tontos, otros que seguirán en estos huecos que hay en el ser, otros que serán lo que somos nosotros, otros que amarán y no serán amados, otros que tendrán que padecer de amor, como he padecido yo, pero que eso no me vacunó, no me preparó para la muerte de hoy, para esta desilusión de hoy.

Y con sus artes ha encantado, y tú que no puedes evitar sentir, tú que hoy sientes y vas y le cuentas, para que sepa, pero a ella no le importó.

Y estar tan lúcido, y sin embargo estar con el corazón atorado, aunque sepas de la vida aquí, aun y así no puedes evitar la vida, aunque sepas la vida y sus apetitos, y no puedo reprocharte nada, y no puedo olvidarte, no puedo cerrar esta herida, no pude con esta herida, ya había perdido demasiada sangre.

Y hoy que la vida me ha llamado al influjo de qué, de tus engaños, de mis debilidades, de quién sabe qué buscamos en esta vida tan demandante, en esta vida tan noche, en esta vida que nos jode, que nos lleva de las alas, como ayer, cuando yo oí que ya no volverías, pero casi no doliste, porque yo era más pequeño, porque no sabía, porque el cuerpo sentía diferente.

Supe que te ibas, y seguí con mis carritos, pero luego hubiera querido que me dejaras tus vestidos, para llevarte cerca de mí, sobre mi piel, bajo mi ropa, y luego la vida pasó, pasa, pero uno se acuerda, de cuando el corazón se manifestó, de cuando el corazón nos dolió, nos afectó, cuando sentimos con el corazón de un niño.

Porque no quiero que te vayas con otro, a pesar de que no debería importarme, pero me importa, porque ya se hizo importante, no debería dolerme, pero ya me dueles, porque ya me embarqué, ya me jodí, ya me jodiste, ya caí en eso que parece embrujo, en eso que te jala aunque no quieras, en eso que te quita el sueño, en esto que todavía hoy me tiene preso, capturado, en esto que es sólo pensar en ti, es esto que es no poder librarme de ti, por mucho que a veces te me borres, por mucho que a veces no quisiera quererte, pero el amor es más fuerte, el amor se queda a nivel del corazón, como un estómago que siente hambre, un estómago vacío que sólo siente y siente, que sólo sabe sentir.

 

Y ese día me fui ya triste, ya sabiendo que estabas en mí.

Y luego, cuando supe que no iba a poder amarte, más que en mi amor, en el vacío, y el corazón se entristecía por ti, porque no podías ser, pero el corazón quería que estuvieras con él, mientras hubiera un lugar para ti, mientras en él hubiera un lugar para ti, un amor para ti.

Y yo solamente quería que habláramos, quería que me entendieras, y si así podíamos ser, seríamos, pero no esperaba eso de que tú no habías dado motivos para mi carta.

Yo que sólo quería que éste no fuera el moridero que es, el reguero de cadáveres que es, yo sólo quería dar alivio, porque yo veía, porque si no todos estamos locos, o algunos locos tienen la razón y todos los demás locos estamos locos, pero yo veía, un mundo terrible, de hambres, de desamores.

Y también había amor, pero con una sola imposibilidad de amor, con un sólo corazón que se hubiera encendido, por las razones que hubieran sido, con un solo corazón en el que se hubiera hecho el amor y no hubiera podido ser correspondido, hartado, hastiado, pero así era la vida, con amores, con desamores, con hartazgos de amor, con amor que algún día se iría, pero al menos no se había sufrido de desamor, al menos esa hambre había sido saciada, con la comida amada.

Y a principios de marzo él se fue. Y ella siguió teniendo perros. Y los perros siguieron teniendo perras. Y los perros siguieron teniendo perros.

 

 

 

 

 

12

 

Martes 11 de febrero de 2014

(este día hubo mucha poesía)

        Y terminó como todo, pero en su día era todo, como siempre. Y te conocí y volvió el amor, a hacerse, a ser. Y una día ya sin poder contra ello, ya indefenso, asaltado a media noche, dominado, y hacerse el propósito de que te lo diría, que hay muchas mujeres hermosas, pero que sólo estás tú, tú que te hiciste amar, tú que quién sabe cómo estás ahora.

        Y terminará, y tal vez no por la muerte, pero terminará de muerte, este efímero amor que se da, pero que se va, pero que cuando da no hay forma de defenderse. 

        Y por eso tengo que decírtelo, porque no puedo, porque me está torturando.

        Porque no puedo evitarlo, porque estoy atrapado, y sé que terminará, sé que habrá decepción, porque la vida no puede ser más. Y sólo tenemos una vida pequeña, y aquí es donde se da el amor, y lo que quede quedará, habrá algo más en el mundo, más ladridos, más cadenas, más vida que sigue, y serán de nosotros, serán de una vida que así es como sigue, y no tenía por qué, pero fue, sin permisos, simplemente porque así es esto, del vivir, y ahí hay amor, eso del amor, eso que te despierta a medianoche y te atrapa, no te deja seguir durmiendo. 

        Y saber que terminará, pero que cuando el amor es, cuando nada podemos ante él, cuando no queda más que sentirlo, padecerlo. Y pasará, y tal vez quede algo, otro más, que tarde o temprano volverá a ser atrapado, y así seguir.

        Te vi, no me preguntes cómo, pero supe, porque así es esto, tiene cadenas, que de una u otra manera te encerrarán. Porque somos reos, porque estamos condenados, al amor, y a la vida, y a la muerte, y a la vejez, y a la tristeza, y al amor, y aquí entre tanta condena, aquí en la vida, que lo otro es nada, que tal vez nunca fue, o que ya fue, pero otros vendrán, a las hambres, a los cansancios, al amor, por alguien, entre estos condenados, a enamorarse, y sufrir, y no poder con algo así, sino afrontarlo, decirte que no sé cómo, pero que te amo, que te quiero, que no puedo dejar de pensar en ti, y que hay culpa, remordimiento, y que pese a todo está este amor que no me suelta, por hoy, en este hoy que no sé, pero que hoy es, y que mañana está muy cerca.

        Y no puedo evitarlo, no puedo contra ti, no puedo, estoy inmovilizado, y con remordimiento, de si yo fuera un poco diferente, si no pudiera en mí tanto la vida, pero puede, es mi natural, y este que es, es todo esto, es éste que hoy no puede, este que volverá a tener hambre, éste que algún día estará enamorado de otra, porque todo pasa, porque la vida nos lleva, pero hoy se ha detenido, hoy, a pesar de que sé que no es eterno, aún y así hoy se ha detenido el mundo, y un poco el hambre, y tener que resolver, tener que salir, como sea, y tener mucho remordimiento, pero inevitables, porque éste es así.

        Y sólo decirte, que no es sencillo, que hoy estoy atrapado, pero que esto no es tan sencillo, que somos animales de traiciones, que es sólo avisar, que no quisiera fallar, y que lo intentemos, pero que te pediría amor, este amor que hoy me absorbe y no me deja espacio para otra cosa, sólo para saber que es cómo una condena, que está la condena, pero que un día te tiene atrapado. 

        Quisiera que esto se quedara, pero se irá, pero hoy sólo miro hoy, y sé de las comedias, sé que ellos no nos entenderán, pero igual les pasará, 

        Y no es extraordinaria, pero hoy la amo, estoy enredado en su ser, no puedo más que ver hacia ella, hacia el universo que es ella, con todo y las miserias de la vida, aun y así, hoy que amo, que no puedo evitar amar, estar con el corazón girando en redondo, sólo hacia ella, y pensar que puede haber consecuencias, pensar que esto no es que sea una burla, pero es tan pequeño, pero que así es, y que hoy pienso en ti, en la primera vez que te vi y que no me dijiste nada positivo, pero poco a poco el corazón fue haciéndote hasta la añoranza, y de ahí ya no faltaba mucho para este día, para estos días, que han detenido mi tiempo, lo han encapsulado, me han inutilizado un poco, porque sólo miro hacia ti, a pesar de que la vida sea casi nada, sólo vida, con sus apremios, vida pasajera, apremios pasajeros, pero únicos, y demandantes, como este amor que no me suelta el pensamiento, que no hace más que estar estacionado en ti, en tu ser, aunque sepa, que dentro de algún mañana esto ya no será, como no es hoy todo eso que ayer atrapó, movió, ató, inmovilizó.
        Y ahora vuelvo a entender, a la ridiculez del amor, a la demanda del amor, hoy que he vuelto a hermanarme, a ser compañero de esa cárcel, esa cárcel que es cárcel sobre cárcel, y que hoy me agarra a esta altura de la vida, en este momento, de mi pobre ser, hoy que puedo entender cuando ellas te han hecho perder el tiempo, cuando has tratado de contemporanizar, para que no duela tanto, y hoy, que nuevamente sintiendo lo que es el amor, eso que es de la vida y que te atrapa, sin querer, sin darte cuenta, es sólo que una noche te despiertan y está ella, ella y tus remordimientos relacionados con ella.

        Y encima de todo ahora tú, y lo que no hice, pero es que no sabía que iba a amar, no me acordaba de cómo era esto, y nuevamente ese pasajero vuelve a apoderarse, a hacerte sentir que además de vida pasajera hay un amor que hace que esa vida pasajera siga, pero no yo, no con estas conciencias, de la vida tan pequeña, y tratar de liberarse, tratar de que pase, y sin saber, y sin cálculos, sin andarse con cuentos con el amor, porque el amor nos desnuda, hace que no podamos, que nos rindamos, es como una enfermedad.

        Y arreglar al corazón, tratar de arreglar este asunto, como sea, porque no se puede andar ahí con el corazón atrapado, como has andado últimamente. Pero culpándote, tú que no puedes saber la vida, es sólo que una cosa te trajo, y así la vida, que va modificando, y haciendo que seamos, lo que estemos siendo.

        Y él también tendrá estos momentos, serás y te enamorarás, y ni siquiera sabrás cómo fue que te pasó, simplemente que los accidentes pasan, que tarde o temprano caerás, porque tienen corazón, porque tienen ojos, y razón, y corazón, y que el amor será modificado, pero que cuando haya amor será como el de cualquiera, será esto de no poder escapar.

       Que un día amarás, estarás atrapado por eso, y ya sabrás, pero fue porque oíste que se iba, y seguiste jugando, y seguiste viviendo, y pensabas en ella, y hubieras querido llevar sus vestidos, eso era amor, amor de niño. 

        Y hoy que estás, nuevamente enamorado, y diferente, pero en aquellos años amabas como podías amar, sólo se ama así, como se puede, pero podías dormir, no eras torturado, por la culpa, por lo que no hiciste. 

        Y sólo tratar de salir, y la culpa, el remordimiento, el no haber advertido a tiempo, que aquello ya era amor. 

        Pero porque deseas tanto, porque eres una caña frágil, porque sigues frágil, por eso es que afecta tanto, porque eres afectable.          Y será casi lo mismo, inutilidad, pero apremiante, tan única, para él, porque será su alma la que esté jugando, sintiendo, siendo lo único, para sí, y así todos, almas especiales, almas avasallantes, y así la vida, con cada quien en su rincón, siendo, único, todo, un todo, su todo. 

        Y no poder dejar de pensar en ti, y en mi culpa, 

       Y sólo salte, déjame en paz, suelta mis ganas, que no todo seas tú, que no esté al ritmo de cuándo estés cerca, porque así no se puede, porque así la vida se hace aun más pequeña, y es una vida que hay que enfrentar, es una vida por la que hay que ver, y cuando esa vida te regresa a un nivel humano, que tú también tienes miedo, e interés, y cadenas de amor, porque anoche no pudiste escapar, estabas atrapado, sin poder hacer nada, sin poder meter las manos.         Anoche que no podía liberarme, que estabas adueñada de mi vida, de una vida que está tan pesada, y que ahora esto, que me atrapa, y doblega, y por eso es que tienes que saber, porque lograste ser en mí, tú que buscabas, tú que no sé si te fallé, no sé si creíste ver cosas que no hay, porque si eres, si eras, pero no de una forma sencilla.

        Y pasará, pero hoy es el único, hoy que estamos tan cerca, hoy que estamos vivos, hoy que estamos atrapados, en la vida, y en el presente, y en el amor. Y pasará, pero hoy es lo único, hoy es único, es el hoy, este hoy que nos compele, a ser, a no ver que hay más, que habrá, que ha habido, este hoy que nos absorbe, esta vida que nos lleva en su presente, y ahí quedará, porque ha sido, y seguirá siendo, pero hoy es, está siendo, y eso es lo que nos tapa todo lo demás, eso es lo que nos absorbe. 

        Pasaremos, pero hoy es lo único, hoy estamos siendo lo que es nuestra vida, pero vean que esto ya ha muerto muchísimas veces, y que volverá a nacer, pero volverá a morirse, que eso es lo único cierto, que es como una comedia, que habrá, pero porque lo hay, pero que pasará, y que es un desgaste inútil, pero que así es esto.
        Pasaremos, pasará, ha pasado, y volverá a ser, pero que así es, en una comedia eterna, que habrá, cuando haya, pero que así será, siempre que haya. Y cuando nos toca de cerca, cuando la tenemos sobre nosotros, y cuando te toque irte, por una vida que va muriendo, que va creando su muerte, pero que hoy te atrapa, te fuerza, te doblega, pero saberla, saber que es como una mala broma, pero que no puedes evitar, porque lo otro es nada.
        Pasará, pero en su momento era lo único, era la vida, era todo, para quien le tocaba vivir, ser, su ser. Pero pasará, porque todo pasa, porque es un pasar constante. Y todo pasará, aunque el presente se vea casi inmóvil, pero todo se mueve hacia adelante, hacia muerte y vida, y muerte. Y a veces no habrá nada, pero luego nuevamente habrá, perros, y humanos, y el amor así vivido. 
        Pasaremos, y él también, y antes quedaban grandes fotografías, como las de mi tatarabuela y mi tío bisabuelo, pero ya no están, y en su día tuvieron que ser, porque eso era la vida, y yo los conocí cuando sus fotos estaban bajo una cama, olvidadas, ya sin decir nada, pero ella vivió, y ni siquiera podía imaginarme. Nació, en 1870, cuando Max había venido y se había ido, y Carlota nació en 1840.
        Que a pesar de todo, 

de una vida que nos troza y destroza,

pero que somos, de ella, 

con lo que ella sea,

como sea.

        Y cuando es el amor, y la culpa,

por no haber hecho, por ser como se es, 

pero cómo iba a saber que el amor, 

pero cómo si no supiera que el amor es,

algo que llevamos pegado a nosotros, 

listo para saltar en casi cualquier momento.
        Cómo si no se supiera que en la vida se da el amor,

que somos seres que no podemos evitar ser,

cómo podríamos alegar inocencia,

cómo si hubiéramos nacido ayer, 

que empecé a experimentar amor,

y que era un amor de niño,

sin sexo, 

sólo de muestras de amor,

de que de algo tuyo quería ser cubierto,

cubrirme con tus vestiditos, 

con eso me conformaba,

eso era el amor

con eso se conformaba,

así se veía, se tomaba, se creía,

eso era el amor, 

pero no ha cambió mucho, 

porque luego me conformaba con cualquier trapo tuyo, 

cuando se ama uno se expone, 

se abre, 

al ridículo, 

pero es porque se sabe,

que en las madrugadas se es prisionero, 

de la vida, 

y de su amor.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Enviado primera vez

 

Ella llamó por teléfono, hola Perro la oyó decir.

Pero cuando él se enteró de que había alguien se le detonó el amor, un amor que por ahí ya era y que de pronto saltó, y empezó a desgarrar.

Un amor que había ido haciéndose poco a poco, calladamente, sin sentir, era sólo su cara en otras caras, era ella en algún momento de descuido, cuando de repente tomaba por asalto al pensamiento, cuando ella ya había empezado a habitar en él.

Sábado 22 de febrero

Ana:

Estoy enamorado de ti (desde hace 21 días), pero ése no es el problema.

Y tiene 10 días que este amor se ha hecho mucho sufrimiento (cuando no quisiste que te acompañará a correr), pero eso tampoco es el problema.

El problema es que tengo 5 días seguidos casi sin dormir, por eso es que he escrito esta carta.

No quiero molestar (disculpa la letra, pero estoy temblando), pero el estar callado está afectándome demasiado. (Y tal vez a principios de marzo tenga que irme).

Y tengo muchos problemas (y no sabes cuánto he lamentado que aquella noche por ir tan absorto en esos problemas no pude darme cuenta que era mi niña la que me hablaba), y además tengo corazón, y ahora un corazón invadido por ti, y no sé ni cómo pasó.

Luis

 

Pero él sabía cómo había pasado, porque ella lo enamoró, ella hizo que él se enamorara, y después ella lo dejó naufragando en ese amor.

Ella lo enamoró con su interés, con su soledad, con su tristeza, con su falta de belleza, con su desvalía, ella lo enamoró a través de las necesidades y preocupaciones de él, de por qué un mundo tan injusto, si todos deberíamos tener oportunidades, ella lo enamoró porque él estaba tan necesitado de amor, y poco a poco él fue cayendo, en tanta trampa, en tanto enredo, en tanta soledad.

El primer día que la vio ella no le dijo nada, nada que pudiera presagiar ese amor que después él sintió, que el sufrió, que él tuvo que sufrir. Ese primer día ella sólo le recordó a otra pobre mujer que también parecía que se enharinaba la cara, pero después él sufrió por esa cara, esa cara lo torturó, él llevó esa cara con él, él murió sin poder quitarse esa cara, él murió porque no pudo quitarse esa cara, porque él quería tener esa cara, él quería que esa cara estuviera siempre con él, él quería que esa cara lo acompañara, porque esa cara se le hizo lumbre, en el corazón son los fuegos, el corazón se enciende y quema hasta la desesperación.

Y no tienes por qué casi enharinarte, si así como eres yo te amo, así como fuiste hecha, así como somos hechos, como nos hacen, lo que nos toca, lo que otros nos dieron para ser, lo que otros decidieron para nosotros, por amor o por lo que haya sido, y a nosotros no nos queda más que ser, soportar.

El día que le preguntó si podía acompañarla a correr y ella le puso pretextos él dejó de hablarle.

 

Pero ese día te pregunté si podía acompañarte a correr porque el día anterior habías tenido un pequeño accidente cuando ibas en tu carro y pensé que yo era el culpable de tu desconcentración, por eso quise que supieras que tú tenías algo, en caso de que no tuvieras nada, en caso de que el Perro no fuera nada.

Pero te pregunté si podía acompañarte a correr porque yo ya quería acercarme a ti, porque ya empezaba a no poder con este amor.

Con este amor que quiero, con este amor que he aprendido a necesitar, a refugiarme, por ti, por mí, por la pobre vida tan triste.

Desde el día en que le preguntó si podía acompañarla a correr él se dio cuenta de que algo había pasado, pero aun y así todavía el día en que él le dio la carta ella había reiniciado las pláticas, y pláticas banales, le preguntó si hacía mucho ejercicio, y él no le contestó, y en ese momento él ya tenía la carta entre las manos y se la dio, y se puso a esperar el veredicto. Y cómo quisiera saber qué pasó en esos 2 días en que tuviste mi carta. Porque el lunes ella le regresó la carta, y le dijo que ella no le había dado ningún motivo para esa carta, y él lo único que pudo hacer fue estar mirándola a los ojos durante todo el tiempo que duró su discurso.

Y en qué momento te perdí, y tan en paz que estaba el día en que te conocí, las aguas del amor estaban quietas, habían estado quietas por más de 2 años, cuando uno no ama uno se olvida de los tormentos del corazón.

Y en qué momento te perdí, si es que alguna vez te tuve, si es que en mí estuvo la llave, no sé si fue aquel día en que me encontraste allá por tu casa, pero era de noche y no había mucha luz y yo iba sumido en mis problemas, y cuando oí que alguien me hablaba ni supe quién era laque me hablaba, lo único que hice fue contestar con la mano a la pregunta de en dónde vivía.

Pero en aquella noche no te amaba, creo, aun si hubiera sabido que eras tú no sé si haber platicado aquella noche hubiera hecho la diferencia, y después esa noche me torturó, porque tal vez ahí perdí mi oportunidad.

Pero en aquella noche creo que todavía no te amaba, pero creo que ya eras mucho en mí, pero comparado con lo que llegaste a ser, no eras nada aquella noche, aquella noche eran mis preocupaciones sin ti, aquella noche era mi terrible mundo, aun sin ti.

Pero me tomaste de sorpresa, jamás hubiera imaginado que por allá vivías, pero se ve que tú me reconociste enseguida, a pesar de que casi no había luz y tú no me esperabas, tú no podías imaginar que yo vivía por tu rumbo, pues casi nunca camino por tu calle.

Y una semana después me hablaste acerca de esa noche y entonces fue cuando supe que habías sido tú, y al otro día cuando nos saludamos yo ya había empezado a verte diferente, y más cuando nos despedimos, cuando tú buscaste mi atención, estabas a más de 20 metros, y 2 días después yo ya estaba profundamente enamorado de ti, pero no sé qué pasó, no sé en qué momento te perdí, no sé en que momento entró, o reentró, el otro.

Me dijiste que ibas a correr, volviste a preguntarme en dónde vivía, tú eras siempre la que tomaba la iniciativa, tú que una tarde de diciembre quisiste saber mi opinión acerca del Árbol de Navidad que habían puesto.

Así te fuiste metiendo en mí, y yo caí, y luego yo fui abandonado, negado.

Y cuando tú regresaste a aquella noche supe de ti, porque casi cualquier otra hubiera pensado que yo no quería nada con ella, con esos gestos que habías obtenido por respuesta, pero insististe en hablarme, no sé por qué, porque aquella noche cualquiera otra se hubiera sentido

5

despreciada, porque eso es lo que se vio, aunque yo ni siquiera sabía con quien me había portado tan cortante, pero si tú hubieras creído que no quería nada contigo, era, hubiera sido, por tu forma de ser, por ese vaivén en el que eres, ese vaivén en el que te encontré desde el primer día en que te encontré.

Y no hacía mucho tiempo que yo había desaparecido por 3 semanas de tu vida, pero tenía que hacerlo, pero cómo explicarle al corazón que tal vez no debí haberlo hecho, porque tal vez en esos días de fin de año tú estuviste vulnerable, y alguien ladró, no sé si era un ladrido ya conocido o uno nuevo, pero cuando volví a verte tú me recibiste fría, pero poco a poco volviste a buscarme.

(Pero en esas 3 semanas yo ya había empezado a verte en otras, veía un rostro y me preguntaba en dónde lo había visto, y era en ti, en ésa que hizo que me fijara en ella, en ésa que me fue envolviendo, en esa empalagosa que hasta parecía que se estaba burlando cada tarde cuando se despedía de mí. Y como uno está tan necesitado de amor, de atención, de sueños)

O no sé si tal vez perdí cuando supiste mi edad, cuando revisando registros tropezaste con mi edad, y si fue así yo qué puedo hacer, yo qué culpa tengo de mi edad, si sólo somos semillas que otros sembraron, los responsables son otros, somos de otros, no somos de nosotros, pero tal vez ahí perdí, de la manera más injusta.

Y veo a otras, pero mi corazón sólo piensa en ti, sólo te quiere a ti, sólo te extraña a ti, sólo siente por ti, esto que se instala en el corazón y no deja, no permite otra cosa más que repetir tu nombre, sin poder evitar repetir tu nombre a cada momento, a cada segundo, a menos de cada segundo, y el no tenerte, y el saber que no te tendré, cómo duele, cómo duele amarte y no tenerte, y duermes conmigo, mi necesidad te hace dormir conmigo, hace que sienta que estás ahí,

6

y no puedo evitarlo, no puedo evitar que estés en mí, no puedo sacarte de mí, y ya han pasado varios días desde que dijiste que no, que tú tenías pareja, y que no insistiera, que no escribiera más cartas.

      Y estás aquí al lado, pero la pared no me deja verte, y es inútil mirar la pared, mejor veo hacia el vacío, hacia tu ausencia, hacia algo que no será para mí, hacia algo que no tendré, hacia algo a lo que no podré mostrarle mi amor, así con todo y mi mundo terrible, con mis preocupaciones que tal vez alguna vez hubieran hecho que te maltratara un poco, pero no es a ti, es contra todo esto en lo que somos y contra lo que no puedo hacer nada, por redimir, por darle alivio, a esto en donde sólo marchamos hacia la muerte, la nuestra, y que el corazón se enamora, y el estómago sufre hambres, y estar entre esto y tu amor, y podría ser peor, podría estar atormentado por el hambre, pero ya no estamos en esas épocas en donde comparado con el hambre el amor era una preocupación ridícula, una sensación ridícula, pero hoy ya no estamos en esos tiempos, hoy estamos en el amor, en más condiciones para el amor, para que alguien de repente nos asalte el corazón, lo capture, y nos deshaga aun más.

Porque pienso que sólo marchamos hacia la nada, que somos sólo vida, vida que muere, pero que no hay nadie, nadie que nos haga bromas crueles, nadie que nos haya destinado a sufrir, aquí, en esto único que yo tengo, en este presente en donde soy, en este presente en donde veo todo lo terrible que ha sido para muchos, en donde siempre se muere, viejo o joven, y en donde hay injusticia, desigualdad, y en donde el desamor también tiene causas injustas.

Tú hubieras sido una ayuda en mi terrible vida, en mi difícil deber, yo al amarte iba a ser sólo fiel al corazón, tú eras porque yo soy todo un paquete, que ve, que piensa, y que siente, que siente lo que hay, el frío, el calor, el hambre, el amor, el desamor, yo soy sólo uno que sufre lo

7

que su cuerpo le hace sufrir, pero tengo unos ojos que no pueden engañarse, pero esos ojos se quedan indefensos ante el amor, pero ni el amor es capaz de hacerme olvidar lo que ven los ojos, la triste realidad de los perros golpeados, por el hambre, y la enfermedad, y la vejez, y el desamor.

Y por qué me hiciste esto, por qué hiciste que surgiera el amor y después no lo tomaste, y me dejaste sufriendo, impotente, deshecho, y no pude aguantar. Y yo bien que presentía que esto era como una broma cruel, pero sin Bromista Cruel, y que de todas formas me iría, y que si por ahí andaba el Bromista y me recompensaba, pero el sufrimiento, esta desesperación, esta casi muerte, cómo podría ser compensada, esto fue gratuito, qué sadismo, qué es este sadismo, tal vez cuando muera conoceré al Sádico, porque nos dieron un corazón, y el corazón ama, y no hablo de un amor que no mata, sino de una necesidad terrible de pegarse a otra piel, de sólo hallar consuelo en otro cuerpo, de querer comerte, de querer fundirme, de querer cubrirme contigo.

Y aun hoy espero un milagro, a pesar de que nadie puede restituirme el tiempo ya sufrido, y a quién reclamar, quién anda por ahí.

El culpable sería quien nos dio el corazón.

 

Sábado 1 de febrero (fue el día cuando supe del Perro)

Cuando empiezo a caer, a extrañarte. Cuando empiezo a sentir, no soy libre, tengo un corazón.

Y cuando me acuerdo de ti, de cómo mirabas, a pesar de que te vi en tus momentos más íntimos, que a ti nada te decían, porque eras libre, de prejuicios, de juicios, de modales, porque

8

no eras como yo, que necesito de ella, cuando ella se hace hasta el corazón, cuando ella que no era nada ahora ya es, ya está, siendo añorada, siendo recordada con sufrimiento, con dolor, con una agitación que no tendría por qué haber sido, pero que ya es, que ya ha vuelto a ser.

Y aquí atrapados, en una vida sedienta, en una vida que fue siendo, tomando caminos, tomando cargas, dentro de sus posibilidades. Y hoy que nuevamente es el amor, tú que quién sabe de dónde vengas, tú que también eres hoja agitada, por vientos que no piden permiso, para ensuciarte, para traerte amor. Y aquí atrapados, en lo único, y tener que batallar por ti, porque tengo que seguir a mi cuerpo, porque se anda con las alas desganadas.

Y te quedó una panza, por ella es que vas a correr, pero ya son por lo menos 7 años de que cargas con esa panza, y yo aquí, como tú, y nadie sabe qué sentimos, pero se puede imaginar, porque somos de lo mismo, hambres, sed, ganas de ir al baño, cansancios terribles. Y la innecesariedad se repite y se repite.

Y es sólo el recuento de uno más, que hoy ha vuelto a caer, sin buscar, simplemente que no puede evitarse el vivir, el estar vivo, el sentir, el ser lo que se es, y a pesar de todo, a pesar de saber, y aun así se cae, porque volverás a tener hambre, porque no puedes evitarlo, porque no está en ti, y así es el amor, aunque sepas que no es tu sueño, que tu sueño se llama perfección, en cara, en cuerpo, pero al cuerpo no lo puedes dominar, no lo puedes evitar, que no hay escapatoria, que de todas formas te estás hundiendo, que el vivir es hundirse, hasta que te hundes completamente.

Y tener que seguirte, a ti que hasta hoy has vivido sin mí, en una vida que no nos necesita, pero nos cruzamos. Y decirte que me he enamorado de ti, que no sé ni cómo, pero que ya me tienes sufriendo, a mí que soy yo, a mí que tengo corazón, y estómago, y corazón, y sentido del

9

ridículo, y corazón, corazón que a algunos ha dominado. Y estamos hundiéndonos, y es nuestra única oportunidad, en el hundimiento, que es todo lo que hay, y que aquí, sentirás, sufrirás, pagarás, no sé que deudas, si el corazón a ti te lo dieron, tú no eres responsable de tu corazón, ni de tu estómago, ni de tu envejecimiento, ni de tu muerte, ni de tu vida, ni de tu desesperación insoportable.

Pero es sólo la vida, es sólo lo que hay para ser.

Y es imposible callar al corazón, no dejar que hable, que diga que tiene hambre, y que esa hambre lo está matando, y que esa hambre tiene que ser curada, o cauterizada, para que no haga sufrir, para que no mate.

A ti que sabes de la vida, que no es para amar, que no puedes abandonarte al amor, porque la vida no es rosa, es negra, gris por lo menos, sé que sólo con los ojos dormidos es como podría engañarme, y no te diré nada, simplemente trataré de no sentir lo que hoy no puedo evitar, este dolor, este desasosiego, pero así es esto en este no paraíso, porque no hay paraísos, más que efímeros, una vez que te sacias.

Y algún día no estaremos, pero estarán otros, otros pobres tontos, otros que seguirán en estos huecos que hay en el ser, otros que serán lo que somos nosotros, otros que amarán y no serán amados, otros que tendrán que padecer de amor, como he padecido yo, pero que eso no me vacunó, no me preparó para la muerte de hoy, para esta desilusión de hoy.

Y con sus artes ha encantado, y tú que no puedes evitar sentir, tú que hoy sientes y vas y le cuentas, para que sepa, pero a ella no le importó.

 

10

Y estar tan lúcido, y sin embargo estar con el corazón atorado, aunque sepas de la vida aquí, aun y así no puedes evitar la vida, aunque sepas la vida y sus apetitos, y no puedo reprocharte nada, y no puedo olvidarte, no puedo cerrar esta herida, no pude con esta herida, ya había perdido demasiada sangre.

Y hoy que la vida me ha llamado al influjo de qué, de tus engaños, de mis debilidades, de quién sabe qué buscamos en esta vida tan demandante, en esta vida tan noche, en esta vida que nos jode, que nos lleva de las alas, como ayer, cuando yo oí que ya no volverías, pero casi no doliste, porque yo era más pequeño, porque no sabía, porque el cuerpo sentía diferente.

Supe que te ibas, y seguí con mis carritos, pero luego hubiera querido que me dejaras tus vestidos, para llevarte cerca de mí, sobre mi piel, bajo mi ropa, y luego la vida pasó, pasa, pero uno se acuerda, de cuando el corazón se manifestó, de cuando el corazón nos dolió, nos afectó, cuando sentimos con el corazón de un niño.

Porque no quiero que te vayas con otro, a pesar de que no debería importarme, pero me importa, porque ya se hizo importante, no debería dolerme, pero ya me dueles, porque ya me embarqué, ya me jodí, ya me jodiste, ya caí en eso que parece embrujo, en eso que te jala aunque no quieras, en eso que te quita el sueño, en esto que todavía hoy me tiene preso, capturado, en esto que es sólo pensar en ti, es esto que es no poder librarme de ti, por mucho que a veces te me borres, por mucho que a veces no quisiera quererte, pero el amor es más fuerte, el amor se queda a nivel del corazón, como un estómago que siente hambre, un estómago vacío que sólo siente y siente, que sólo sabe sentir.

Y ese día me fui ya triste, ya sabiendo que estabas en mí.

11

Y luego, cuando supe que no iba a poder amarte, más que en mi amor, en el vacío, y el corazón se entristecía por ti, porque no podías ser, pero el corazón quería que estuvieras con él, mientras hubiera un lugar para ti, mientras en él hubiera un lugar para ti, un amor para ti.

Y yo solamente quería que habláramos, quería que me entendieras, y si así podíamos ser, seríamos, pero no esperaba eso de que tú no habías dado motivos para mi carta.

Yo que sólo quería que éste no fuera el moridero que es, el reguero de cadáveres que es, yo sólo quería dar alivio, porque yo veía, porque si no todos estamos locos, o algunos locos tienen la razón y todos los demás locos estamos locos, pero yo veía, un mundo terrible, de hambres, de desamores.

Y también había amor, pero con una sola imposibilidad de amor, con un sólo corazón que se hubiera encendido, por las razones que hubieran sido, con un solo corazón en el que se hubiera hecho el amor y no hubiera podido ser correspondido, hartado, hastiado, pero así era la vida, con amores, con desamores, con hartazgos de amor, con amor que un día se iba, pero al menos no se había sufrido de desamor, al menos esa hambre había sido saciada, con la comida amada.

Y a principios de marzo él se fue. Y ella siguió teniendo perros. Y los perros siguieron teniendo perras. Y los perros siguieron teniendo perros.

 

 

 

 

 

12

 

Martes 11 de febrero de 2014

(este día hubo mucha poesía)

        Y terminó como todo, pero en su día era todo, como siempre. Y te conocí y volvió el amor, a hacerse, a ser. Y una día ya sin poder contra ello, ya indefenso, asaltado a media noche, dominado, y hacerse el propósito de que te lo diría, que hay muchas mujeres hermosas, pero que sólo estás tú, tú que te hiciste amar, tú que quién sabe cómo estás ahora.

        Y terminará, y tal vez no por la muerte, pero terminará de muerte, este efímero amor que se da, pero que se va, pero que cuando da no hay forma de defenderse. 

        Y por eso tengo que decírtelo, porque no puedo, porque me está torturando.

        Porque no puedo evitarlo, porque estoy atrapado, y sé que terminará, sé que habrá decepción, porque la vida no puede ser más. Y sólo tenemos una vida pequeña, y aquí es donde se da el amor, y lo que quede quedará, habrá algo más en el mundo, más ladridos, más cadenas, más vida que sigue, y serán de nosotros, serán de una vida que así es como sigue, y no tenía por qué, pero fue, sin permisos, simplemente porque así es esto, del vivir, y ahí hay amor, eso del amor, eso que te despierta a medianoche y te atrapa, no te deja seguir durmiendo. 

        Y saber que terminará, pero que cuando el amor es, cuando nada podemos ante él, cuando no queda más que sentirlo, padecerlo. Y pasará, y tal vez quede algo, otro más, que tarde o temprano volverá a ser atrapado, y así seguir.

        Te vi, no me preguntes cómo, pero supe, porque así es esto, tiene cadenas, que de una u otra manera te encerrarán. Porque somos reos, porque estamos condenados, al amor, y a la vida, y a la muerte, y a la vejez, y a la tristeza, y al amor, y aquí entre tanta condena, aquí en la vida, que lo otro es nada, que tal vez nunca fue, o que ya fue, pero otros vendrán, a las hambres, a los cansancios, al amor, por alguien, entre estos condenados, a enamorarse, y sufrir, y no poder con algo así, sino afrontarlo, decirte que no sé cómo, pero que te amo, que te quiero, que no puedo dejar de pensar en ti, y que hay culpa, remordimiento, y que pese a todo está este amor que no me suelta, por hoy, en este hoy que no sé, pero que hoy es, y que mañana está muy cerca.

        Y no puedo evitarlo, no puedo contra ti, no puedo, estoy inmovilizado, y con remordimiento, de si yo fuera un poco diferente, si no pudiera en mí tanto la vida, pero puede, es mi natural, y este que es, es todo esto, es éste que hoy no puede, este que volverá a tener hambre, éste que algún día estará enamorado de otra, porque todo pasa, porque la vida nos lleva, pero hoy se ha detenido, hoy, a pesar de que sé que no es eterno, aún y así hoy se ha detenido el mundo, y un poco el hambre, y tener que resolver, tener que salir, como sea, y tener mucho remordimiento, pero inevitables, porque éste es así.

        Y sólo decirte, que no es sencillo, que hoy estoy atrapado, pero que esto no es tan sencillo, que somos animales de traiciones, que es sólo avisar, que no quisiera fallar, y que lo intentemos, pero que te pediría amor, este amor que hoy me absorbe y no me deja espacio para otra cosa, sólo para saber que es cómo una condena, que está la condena, pero que un día te tiene atrapado. 

        Quisiera que esto se quedara, pero se irá, pero hoy sólo miro hoy, y sé de las comedias, sé que ellos no nos entenderán, pero igual les pasará, 

        Y no es extraordinaria, pero hoy la amo, estoy enredado en su ser, no puedo más que ver hacia ella, hacia el universo que es ella, con todo y las miserias de la vida, aun y así, hoy que amo, que no puedo evitar amar, estar con el corazón girando en redondo, sólo hacia ella, y pensar que puede haber consecuencias, pensar que esto no es que sea una burla, pero es tan pequeño, pero que así es, y que hoy pienso en ti, en la primera vez que te vi y que no me dijiste nada positivo, pero poco a poco el corazón fue haciéndote hasta la añoranza, y de ahí ya no faltaba mucho para este día, para estos días, que han detenido mi tiempo, lo han encapsulado, me han inutilizado un poco, porque sólo miro hacia ti, a pesar de que la vida sea casi nada, sólo vida, con sus apremios, vida pasajera, apremios pasajeros, pero únicos, y demandantes, como este amor que no me suelta el pensamiento, que no hace más que estar estacionado en ti, en tu ser, aunque sepa, que dentro de algún mañana esto ya no será, como no es hoy todo eso que ayer atrapó, movió, ató, inmovilizó.
        Y ahora vuelvo a entender, a la ridiculez del amor, a la demanda del amor, hoy que he vuelto a hermanarme, a ser compañero de esa cárcel, esa cárcel que es cárcel sobre cárcel, y que hoy me agarra a esta altura de la vida, en este momento, de mi pobre ser, hoy que puedo entender cuando ellas te han hecho perder el tiempo, cuando has tratado de contemporanizar, para que no duela tanto, y hoy, que nuevamente sintiendo lo que es el amor, eso que es de la vida y que te atrapa, sin querer, sin darte cuenta, es sólo que una noche te despiertan y está ella, ella y tus remordimientos relacionados con ella.

        Y encima de todo ahora tú, y lo que no hice, pero es que no sabía que iba a amar, no me acordaba de cómo era esto, y nuevamente ese pasajero vuelve a apoderarse, a hacerte sentir que además de vida pasajera hay un amor que hace que esa vida pasajera siga, pero no yo, no con estas conciencias, de la vida tan pequeña, y tratar de liberarse, tratar de que pase, y sin saber, y sin cálculos, sin andarse con cuentos con el amor, porque el amor nos desnuda, hace que no podamos, que nos rindamos, es como una enfermedad.

        Y arreglar al corazón, tratar de arreglar este asunto, como sea, porque no se puede andar ahí con el corazón atrapado, como has andado últimamente. Pero culpándote, tú que no puedes saber la vida, es sólo que una cosa te trajo, y así la vida, que va modificando, y haciendo que seamos, lo que estemos siendo.

        Y él también tendrá estos momentos, serás y te enamorarás, y ni siquiera sabrás cómo fue que te pasó, simplemente que los accidentes pasan, que tarde o temprano caerás, porque tienen corazón, porque tienen ojos, y razón, y corazón, y que el amor será modificado, pero que cuando haya amor será como el de cualquiera, será esto de no poder escapar.

       Que un día amarás, estarás atrapado por eso, y ya sabrás, pero fue porque oíste que se iba, y seguiste jugando, y seguiste viviendo, y pensabas en ella, y hubieras querido llevar sus vestidos, eso era amor, amor de niño. 

        Y hoy que estás, nuevamente enamorado, y diferente, pero en aquellos años amabas como podías amar, sólo se ama así, como se puede, pero podías dormir, no eras torturado, por la culpa, por lo que no hiciste. 

        Y sólo tratar de salir, y la culpa, el remordimiento, el no haber advertido a tiempo, que aquello ya era amor. 

        Pero porque deseas tanto, porque eres una caña frágil, porque sigues frágil, por eso es que afecta tanto, porque eres afectable.          Y será casi lo mismo, inutilidad, pero apremiante, tan única, para él, porque será su alma la que esté jugando, sintiendo, siendo lo único, para sí, y así todos, almas especiales, almas avasallantes, y así la vida, con cada quien en su rincón, siendo, único, todo, un todo, su todo. 

        Y no poder dejar de pensar en ti, y en mi culpa, 

       Y sólo salte, déjame en paz, suelta mis ganas, que no todo seas tú, que no esté al ritmo de cuándo estés cerca, porque así no se puede, porque así la vida se hace aun más pequeña, y es una vida que hay que enfrentar, es una vida por la que hay que ver, y cuando esa vida te regresa a un nivel humano, que tú también tienes miedo, e interés, y cadenas de amor, porque anoche no pudiste escapar, estabas atrapado, sin poder hacer nada, sin poder meter las manos.         Anoche que no podía liberarme, que estabas adueñada de mi vida, de una vida que está tan pesada, y que ahora esto, que me atrapa, y doblega, y por eso es que tienes que saber, porque lograste ser en mí, tú que buscabas, tú que no sé si te fallé, no sé si creíste ver cosas que no hay, porque si eres, si eras, pero no de una forma sencilla.

        Y pasará, pero hoy es el único, hoy que estamos tan cerca, hoy que estamos vivos, hoy que estamos atrapados, en la vida, y en el presente, y en el amor. Y pasará, pero hoy es lo único, hoy es único, es el hoy, este hoy que nos compele, a ser, a no ver que hay más, que habrá, que ha habido, este hoy que nos absorbe, esta vida que nos lleva en su presente, y ahí quedará, porque ha sido, y seguirá siendo, pero hoy es, está siendo, y eso es lo que nos tapa todo lo demás, eso es lo que nos absorbe. 

        Pasaremos, pero hoy es lo único, hoy estamos siendo lo que es nuestra vida, pero vean que esto ya ha muerto muchísimas veces, y que volverá a nacer, pero volverá a morirse, que eso es lo único cierto, que es como una comedia, que habrá, pero porque lo hay, pero que pasará, y que es un desgaste inútil, pero que así es esto.
        Pasaremos, pasará, ha pasado, y volverá a ser, pero que así es, en una comedia eterna, que habrá, cuando haya, pero que así será, siempre que haya. Y cuando nos toca de cerca, cuando la tenemos sobre nosotros, y cuando te toque irte, por una vida que va muriendo, que va creando su muerte, pero que hoy te atrapa, te fuerza, te doblega, pero saberla, saber que es como una mala broma, pero que no puedes evitar, porque lo otro es nada.
        Pasará, pero en su momento era lo único, era la vida, era todo, para quien le tocaba vivir, ser, su ser. Pero pasará, porque todo pasa, porque es un pasar constante. Y todo pasará, aunque el presente se vea casi inmóvil, pero todo se mueve hacia adelante, hacia muerte y vida, y muerte. Y a veces no habrá nada, pero luego nuevamente habrá, perros, y humanos, y el amor así vivido. 
        Pasaremos, y él también, y antes quedaban grandes fotografías, como las de mi tatarabuela y mi tío bisabuelo, pero ya no están, y en su día tuvieron que ser, porque eso era la vida, y yo los conocí cuando sus fotos estaban bajo una cama, olvidadas, ya sin decir nada, pero ella vivió, y ni siquiera podía imaginarme. Nació, en 1870, cuando Max había venido y se había ido, y Carlota nació en 1840.
        Que a pesar de todo, 

de una vida que nos troza y destroza,

pero que somos, de ella, 

con lo que ella sea,

como sea.

        Y cuando es el amor, y la culpa,

por no haber hecho, por ser como se es, 

pero cómo iba a saber que el amor, 

pero cómo si no supiera que el amor es,

algo que llevamos pegado a nosotros, 

listo para saltar en casi cualquier momento.
        Cómo si no se supiera que en la vida se da el amor,

que somos seres que no podemos evitar ser,

cómo podríamos alegar inocencia,

cómo si hubiéramos nacido ayer, 

que empecé a experimentar amor,

y que era un amor de niño,

sin sexo, 

sólo de muestras de amor,

de que de algo tuyo quería ser cubierto,

cubrirme con tus vestiditos, 

con eso me conformaba,

eso era el amor

con eso se conformaba,

así se veía, se tomaba, se creía,

eso era el amor, 

pero no ha cambió mucho, 

porque luego me conformaba con cualquier trapo tuyo, 

cuando se ama uno se expone, 

se abre, 

al ridículo, 

pero es porque se sabe,

que en las madrugadas se es prisionero, 

de la vida, 

y de su amor.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ANA Y SUS PERROS

 

 

 

        Ella llamó por teléfono, hola Perro la oyó decir.

        Pero cuando él se enteró de que había un perro se le detonó el amor, un amor que por ahí ya era y que de pronto saltó, y empezó a desgarrar.

        Un amor que había ido haciéndose poco a poco, calladamente, sin sentir, era sólo su cara en otras caras, era ella en algún momento de descuido, cuando de repente ella le atrapaba el pensamiento, cuando ella ya había empezado a habitarlo.

 

                                                                                                                                                      Sábado 22 de febrero

Ana:

        Estoy enamorado de ti (desde hace 21 días), pero ése no es el problema.

        Y tiene 10 días que este amor se ha hecho mucho sufrimiento (cuando no quisiste que te acompañará a correr), pero eso tampoco es el problema.

        El problema es que tengo 5 días seguidos casi sin dormir, por eso es que he escrito esta carta.

        No quiero molestar (disculpa la letra, pero estoy temblando), pero el estar callado está afectándome demasiado.

        Y tengo muchos problemas (tal vez a principios de marzo tenga que irme), y además tengo corazón, y ahora un corazón invadido por ti, y no sé ni cómo pasó.

                                                                                                                      Luis

 

        Pero él sabía cómo había pasado, porque ella lo enamoró, ella hizo que él se enamorara, y después ella lo dejó naufragando en ese amor.

        Ella lo enamoró con su tanto interés en él, con su soledad, con su tristeza, con su desvalía. Ella lo enamoró a través de las preocupaciones de él, de por qué un mundo tan injusto, si todos debíamos tener oportunidad. Ella lo enamoró porque él estaba tan necesitado de amor, y poco a poco él fue cayendo, en tanto, en tanta pobre vida.

        El primer día que la vio ella no le dijo nada, nada que pudiera presagiar ese amor que después él sintió, que el sufrió, que él tuvo que sufrir. Ese primer día ella sólo le recordó a otra pobre mujer que también parecía que se enharinaba la cara, pero después él sufrió por esa cara, esa cara lo torturó, él llevó esa cara con él, él murió sin poder quitarse esa cara, él murió porque no pudo quitarse esa cara, porque él quería tener esa cara, él quería que esa cara estuviera siempre con él, él quería que esa cara lo acompañara, porque esa cara se le hizo lumbre, en el corazón son los fuegos, el corazón se enciende y quema hasta la desesperación.

        Y no tienes por qué casi enharinarte, si así como eres yo te amo, así como fuiste hecha, así como somos hechos, como nos hacen, lo que nos toca, lo que otros nos dieron para ser, lo que otros decidieron para nosotros, por amor o por lo que haya sido, y a nosotros no nos queda más que ser, soportar.

        El día que le preguntó si podía acompañarla a correr y ella le puso pretextos él dejó de hablarle.

        Pero ese día te pregunté si podía acompañarte a correr porque el día anterior habías tenido un pequeño accidente cuando ibas en tu carro y pensé que yo era el culpable de tu desconcentración, por eso quise que supieras que tú tenías algo, en caso de que no tuvieras nada, en caso de que el Perro no fuera nada.

        Pero te pregunté si podía acompañarte a correr porque yo ya quería acercarme a ti, porque ya empezaba a no poder con este amor.

        Con este amor que quiero, con este amor que he aprendido a necesitar, a refugiarme, por mí, por ti, por tanta tristeza.

        Desde el día en que le preguntó si podía acompañarla a correr él se dio cuenta de que algo había pasado, pero aun y así todavía el día en que él le dio la carta ella había reiniciado las pláticas, y pláticas banales, le preguntó si hacía mucho ejercicio, y él no le contestó, y en ese momento él ya tenía la carta entre las manos y se la dio, y se puso a esperar el veredicto. Y cómo quisiera saber qué pasó en esos 2 días en que tuviste mi carta. Porque el lunes ella le regresó la carta, y le dijo que ella no le había dado ningún motivo para esa carta, y él lo único que pudo hacer fue estar mirándola a los ojos durante los 4 minutos que duró su discurso.

        Y con sus artes ha encantado, y tú que no puedes evitar sentir, tú que hoy sientes y vas y le cuentas, para que sepa, pero a ella no le importó.

        Y en qué momento te perdí, y tan en paz que estaba el día en que te conocí, las aguas del amor estaban quietas, habían estado quietas por más de 2 años, cuando uno no ama uno se olvida de los tormentos del corazón.

        Y en qué momento te perdí, si es que alguna vez te tuve, si es que en mí estuvo la llave, no sé si fue aquel día en que me encontraste allá por tu casa, pero era de noche y no había mucha luz y yo iba sumido en mis problemas, y cuando oí que alguien me hablaba ni supe quién era la que me hablaba, lo único que hice fue contestar con la mano a la pregunta de en dónde vivía.

        Pero en aquella noche no te amaba, creo, aun si hubiera sabido que eras tú no sé si haber platicado aquella noche hubiera hecho la diferencia, y después esa noche me torturó, porque tal vez ahí perdí mi oportunidad.

        Pero en aquella noche creo que todavía no te amaba, pero creo que ya eras mucho en mí, pero comparado con lo que llegaste a ser, no eras nada aquella noche, aquella noche eran mis preocupaciones sin ti, aquella noche era mi terrible mundo, aun sin ti. 

        Pero me tomaste de sorpresa, jamás hubiera imaginado que por allá vivías, pero se ve que tú me reconociste enseguida, a pesar de que casi no había luz y tú no me esperabas, tú no podías imaginar que yo vivía por tu rumbo, pues casi nunca camino por tu calle.

        Me tomaste por sorpresa, y no sabes cuánto he lamentado que aquella noche por ir tan absorto en mis problemas no pude darme cuenta de que era mi niñita la que me hablaba.

        Mi niñita, mi bebé, y luego, cuando esas palabras nos avergüenzan, cuando ya no hay amor, cuando ya no es posible la ternura, cuando ya sólo hay lo que hay.

        Y una semana después me hablaste acerca de esa noche y entonces fue cuando supe que habías sido tú, y al otro día cuando nos saludamos yo ya había empezado a verte diferente, y más cuando nos despedimos, cuando tú buscaste mi atención, estabas a más de 20 metros, y agitaste tu mano, y 2 días después yo ya estaba profundamente enamorado de ti, pero no sé qué pasó, no sé en qué momento te perdí, no sé en qué momento entró, o reentró, el otro.

        Me dijiste que ibas a correr, volviste a preguntarme en dónde vivía, tú eras siempre la que tomaba la iniciativa, tú que una tarde de diciembre quisiste saber mi opinión acerca del Árbol de Navidad que tú habías puesto.

        Así te fuiste metiendo en mí, y yo caí, y luego yo fui abandonado, negado.

        Y cuando tú regresaste a aquella noche supe de ti, porque casi cualquier otra hubiera pensado que yo no quería nada con ella, con esos gestos que habías obtenido por respuesta, pero insististe en hablarme, no sé por qué, tal vez porque yo te importaba mucho, porque aquella noche cualquiera otra se hubiera sentido despreciada, porque eso es lo que se vio, aunque yo ni siquiera sabía con quién me había portado tan cortante, pero si tú hubieras creído que no quería nada contigo, era, hubiera sido, por tu forma de ser, por ese vaivén en el que eres, ese vaivén en el que te encontré desde el primer día en que te encontré.

        Y no hacía mucho que yo había desaparecido por 3 semanas de tu vida, pero tuve que hacerlo, pero cómo explicarle al corazón que tal vez no debí haberlo hecho, porque tal vez en esos días de fin de año tú estuviste vulnerable, y alguien ladró, no sé si era un ladrido ya conocido o uno nuevo, pero cuando volví a verte tú me recibiste fría, pero poco a poco volviste a buscarme.

        Pero en esas 3 semanas yo ya había empezado a verte en otras, veía un rostro y me preguntaba en dónde lo había visto, y era en ti, en ésa que hizo que me fijara en ella, en ésa que me fue envolviendo, en esa empalagosa que hasta parecía que se estaba burlando cada tarde cuando se despedía de mí. Y como uno está tan necesitado de amor, de atención, de sueños.

        O no sé si tal vez perdí cuando supiste mi edad, cuando revisando registros tropezaste con mi edad, y si fue así yo qué puedo hacer, yo qué culpa tengo de mi edad, si sólo somos semillas que otros sembraron, los responsables son otros, somos de otros, no somos de nosotros, pero tal vez ahí perdí, de la manera más injusta.

        Y veo a otras, pero mi corazón sólo piensa en ti, sólo te quiere a ti, sólo te extraña a ti, sólo siente por ti, esto que se instala en el corazón y no deja, no permite otra cosa más que repetir tu nombre, sin poder evitar repetir tu nombre a cada momento, a cada segundo, a menos de cada segundo, y el no tenerte, y el saber que no te tendré, cómo duele, cómo duele amarte y no tenerte, y duermes conmigo, mi necesidad te hace dormir conmigo, hace que sienta que estás ahí, y no puedo evitarlo, no puedo evitar que estés en mí, no puedo sacarte de mí, y ya han pasado varios días desde que dijiste que no, que tú tenías pareja, y que no insistiera, que no escribiera más cartas.

        Y estás aquí al lado, pero la pared no me deja verte, y es inútil mirar la pared, mejor veo hacia el vacío, hacia tu ausencia, hacia algo que no será para mí, hacia algo que no tendré, hacia algo a lo que no podré demostrarle mi amor, así con todo y mi mundo terrible, con mis preocupaciones, que tal vez alguna vez hubieran hecho que te maltratara un poco, pero no es a ti, es contra todo esto en lo que somos y contra lo que no puedo hacer nada, por redimir, por darle alivio, a esto en donde sólo marchamos hacia la muerte, la nuestra, y que el corazón se enamora, y el estómago sufre hambres, y estar entre esto y tu amor, y podría ser peor, podría estar atormentado por el hambre, pero ya no estamos en esas épocas en donde comparado con el hambre el amor era una preocupación ridícula, una sensación ridícula, pero hoy ya no estamos en esos tiempos, hoy estamos en más tiempos para el amor, en más condiciones para el amor, para que alguien de repente nos asalte el corazón, lo capture, y nos deshaga aun más.

        Porque pienso que sólo marchamos hacia la nada, que somos sólo vida, vida que muere, pero que no hay nadie, nadie que nos haga bromas crueles, nadie que nos haya destinado a sufrir, aquí, en esto único que yo tengo, en este presente en donde soy, en este presente en donde veo todo lo terrible que ha sido para muchos, en donde siempre se muere, viejo o joven, y en donde hay injusticia, desigualdad, y en donde el desamor también tiene causas injustas.

        Tú hubieras sido una ayuda en mi terrible vida, en mi difícil deber, yo al amarte iba a ser sólo fiel al corazón, tú eras porque yo soy todo un paquete, que ve, que piensa, y que siente, que siente lo que hay, el frío, el calor, el hambre, el amor, el desamor, yo soy sólo uno que sufre lo que su cuerpo le hace sufrir, pero tengo unos ojos que no pueden engañarse, pero esos ojos se quedan indefensos ante el amor, pero ni el amor es capaz de hacerme olvidar lo que ven los ojos, la triste realidad de los perros golpeados, por el hambre, y la enfermedad, y la vejez, y el desamor.

        Y por qué me hiciste esto, por qué hiciste que surgiera el amor y después no lo tomaste, y me dejaste sufriendo, impotente, deshecho, y no pude aguantar. Y yo bien que presentía que esto era como una broma cruel, pero sin Bromista Cruel, y que de todas formas me iría, y que si por ahí andaba el Bromista y me recompensaba, pero el sufrimiento, esta desesperación, esta casi muerte, cómo podría ser compensada, esto fue gratuito, qué sadismo, qué es este sadismo, tal vez cuando muera conoceré al Sádico, porque nos dieron un corazón, y el corazón ama, y no hablo de un amor que no mata, sino de una necesidad terrible de pegarse a otra piel, de sólo hallar consuelo en otro cuerpo, de querer comerte, de querer fundirme, de querer cubrirme contigo.

        Y aun hoy espero un milagro, a pesar de que nadie puede restituirme el tiempo ya sufrido, y a quién reclamar, quién anda por ahí.

        El culpable sería quien nos dio el corazón.

 

Sábado 1 de febrero (fue el día cuando supe del Perro. Y después supe de ti)

        Cuando empiezo a caer, a extrañarte. Cuando empiezo a sentir, no soy libre, tengo un corazón.

        Y cuando me acuerdo de ti, de cómo mirabas, a pesar de que te vi en tus momentos más íntimos, que a ti nada te decían, porque eras libre, de prejuicios, de juicios, de modales, porque no eras como yo, que necesito de ella, cuando ella se hace hasta el corazón, cuando ella que no era nada ahora ya es, ya está, siendo añorada, siendo recordada con sufrimiento, con dolor, con una agitación que no tendría por qué haber sido, pero que ya es, que ya ha vuelto a ser.

        Y aquí atrapados, en una vida sedienta, en una vida que fue siendo, tomando caminos, tomando cargas, dentro de sus posibilidades. Y hoy que nuevamente es el amor, tú que quién sabe de dónde vengas, tú que también eres hoja agitada, por vientos que no piden permiso, para ensuciarte, para traerte amor. Y aquí atrapados, en lo único, y tener que batallar por ti, porque tengo que seguir a mi cuerpo, porque se anda con las alas desganadas.

        Y te quedó una panza, por ella es que vas a correr, pero ya son por lo menos 7 años de que cargas con esa panza, y yo aquí, como tú, y nadie sabe qué sentimos, pero se  puede imaginar, porque somos de lo mismo, hambres, sed, ganas de ir al baño, cansancios terribles. Y la innecesariedad se repite y se repite.

        Y es sólo el recuento de uno más, que hoy ha vuelto a caer, sin buscar, simplemente que no puede evitarse el vivir, el estar vivo, el sentir, el ser lo que se es, y a pesar de todo, a pesar de saber, y aun así se cae, porque volverás a tener hambre, porque no puedes evitarlo, porque no está en ti, y así es el amor, aunque sepas que no es tu sueño, que tu sueño se llama perfección, en cara, en cuerpo, pero al cuerpo no lo puedes dominar, no lo puedes evitar, que no hay escapatoria, que de todas formas te estás hundiendo, que el vivir es hundirse, hasta que te hundes completamente.

        Y tener que seguirte, a ti que hasta hoy has vivido sin mí, en una vida que no nos necesita, pero nos cruzamos. Y decirte que me he enamorado de ti, que no sé ni cómo, pero que ya me tienes sufriendo, a mí que soy yo, a mí que tengo corazón, y estómago, y corazón, y sentido del ridículo, y corazón, corazón que a algunos ha dominado. Y estamos hundiéndonos, y es nuestra única oportunidad, en el hundimiento, que es todo lo que hay, y que aquí, sentirás, sufrirás, pagarás, no sé que deudas, si el corazón a ti te lo dieron, tú no eres responsable de tu corazón, ni de tu estómago, ni de tu envejecimiento, ni de tu muerte, ni de tu vida, ni de tu desesperación insoportable.

        Pero es sólo la vida, es sólo lo que hay para ser.

        Y es imposible callar al corazón, no dejar que hable, que diga que tiene hambre, y que esa hambre lo está matando, y que esa hambre tiene que ser curada, o cauterizada, para que no haga sufrir, para que no mate.

        A ti que sabes de la vida, que no es para amar, que no puedes abandonarte al amor, porque la vida no es rosa, es negra, gris por lo menos, sé que sólo con los ojos dormidos es como podría engañarme, y no te diré nada, simplemente trataré de no sentir lo que hoy no puedo evitar, este dolor, este desasosiego, pero así es esto en este no paraíso, porque no hay paraísos, más que efímeros, una vez que te sacias.

        Y algún día no estaremos, pero estarán otros, otros pobres tontos, otros que seguirán en estos huecos que hay en el ser, otros que serán lo que somos nosotros, otros que amarán y no serán amados, otros que tendrán que padecer de amor, como he padecido yo, pero que eso no me vacunó, no me preparó para la muerte de hoy, para esta desilusión de hoy.

        Y hoy que la vida me ha llamado al influjo de qué, de tus engaños, de mis necesidades, de mis debilidades, de quién sabe qué buscamos en esta vida tan demandante, en esta vida tan noche, en esta vida que nos jode, que nos lleva de las alas, como ayer, cuando yo oí que ya no volverías, pero casi no doliste, porque yo era más pequeño, porque no sabía, porque el cuerpo sentía diferente.

        Supe que te ibas, y seguí con mis carritos, pero luego hubiera querido que me dejaras tus vestidos, para llevarte cerca de mí, sobre mi piel, bajo mi ropa, y luego la vida pasó, pasa, pero uno se acuerda, de cuando el corazón se manifestó, de cuando el corazón nos dolió, nos afectó, cuando sentimos con el corazón de un niño.

        Porque no quiero que te vayas con otro, a pesar de que no debería importarme, pero me importa, porque ya se hizo importante, no debería dolerme, pero ya me dueles, porque ya me embarqué, ya me jodí, ya me jodiste, ya caí en eso que parece embrujo, en eso que te jala aunque no quieras, en eso que te quita el sueño, en esto que todavía hoy me tiene preso, capturado, en esto que es sólo pensar en ti, es esto que es no poder librarme de ti, por mucho que a veces te me borres, por mucho que a veces no quisiera quererte, pero el amor es más fuerte, el amor se queda a nivel del corazón, como un estómago que siente hambre, un estómago vacío que sólo siente y siente, que sólo sabe sentir.

 

        Y ese día me fui ya triste, ya sabiendo que estabas en mí.

        Y luego, cuando supe que no iba a poder amarte, más que en mi amor, en el vacío, y el corazón se entristecía por ti, porque no podías ser, pero el corazón quería que estuvieras con él, mientras hubiera un lugar para ti, mientras en él hubiera un lugar para ti, un amor para ti.

        Y yo solamente quería que habláramos, quería que me entendieras, y si así podíamos ser, seríamos, pero no esperaba eso de que tú no habías dado motivos para mi carta.

        Yo que sólo quería que éste no fuera el moridero inútil que es, el reguero de cadáveres sin sentido que es, yo sólo quería dar alivio, porque yo veía, porque si no todos estamos locos, o algunos locos tienen la razón y todos los demás locos estamos locos, pero yo veía, un mundo terrible, de hambres, de desamores.

        Y también había amor, pero con una sola imposibilidad de amor, con un solo corazón que se hubiera encendido, por las razones que hubieran sido, con un solo corazón en el que se hubiera hecho el amor y no hubiera podido ser correspondido, hartado, hastiado, pero así era la vida, con amores, con desamores, con hartazgos de amor, con amor que un día se iba, pero al menos no se había sufrido de desamor, al menos esa hambre había sido saciada, con la comida amada.

        Y a principios de marzo él se fue. Y ella siguió teniendo perros. Y los perros siguieron teniendo perras. Y los perros siguieron teniendo perros.

        (Y estar tan lúcido, y sin embargo estar con el corazón atorado, aunque sepas de la vida aquí, aun y así no puedes evitarla, aunque sepas la vida y sus apetitos. Y no puedo reprocharte nada, y no puedo olvidarte, no puedo cerrar esta herida, y ya he perdido demasiada sangre, y no sólo por ti)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Martes 11 de febrero de 2014

(este día hubo mucha poesía)

        Y terminó como todo, pero en su día era todo, como siempre. Y te conocí y volvió el amor, a hacerse, a ser. Y un día ya sin poder contra ello, ya indefenso, asaltado a media noche, dominado, y hacerse el propósito de que te lo diría, que hay muchas mujeres hermosas, pero que sólo estás tú, tú que te hiciste amar, tú que quién sabe cómo estás ahora.

        Y terminará, y tal vez no por la muerte, pero terminará de muerte, este efímero amor que se da, pero que se va, pero que cuando da no hay forma de defenderse. 

        Y por eso tengo que decírtelo, porque no puedo, porque me está torturando.

        Porque no puedo evitarlo, porque estoy atrapado, y sé que terminará, sé que habrá decepción, porque la vida no puede ser más. Y sólo tenemos una vida pequeña, y aquí es donde se da el amor, y lo que quede quedará, habrá algo más en el mundo, más ladridos, más cadenas, más vida que sigue, y serán de nosotros, serán de una vida que así es como sigue, y no tenía por qué, pero fue, sin permisos, simplemente porque así es esto, del vivir, y ahí hay amor, eso del amor, eso que te despierta a medianoche y te atrapa, no te deja seguir durmiendo. 

        Y saber que terminará, pero que cuando el amor es, cuando nada podemos ante él, cuando no queda más que sentirlo, padecerlo. Y pasará, y tal vez quede algo, otro más, que tarde o temprano volverá a ser atrapado, y así seguir.

        Te vi, no me preguntes cómo, pero supe, porque así es esto, tiene cadenas, que de una u otra manera te encerrarán. Porque somos reos, porque estamos condenados, al amor, y a la vida, y a la muerte, y a la vejez, y a la tristeza, y al amor, y aquí entre tanta condena, aquí en la vida, que lo otro es nada, que tal vez nunca fue, o que ya fue, pero otros vendrán, a las hambres, a los cansancios, al amor, por alguien, entre estos condenados, a enamorarse, y sufrir, y no poder con algo así, sino afrontarlo, decirte que no sé cómo, pero que te amo, que te quiero, que no puedo dejar de pensar en ti, y que hay culpa, remordimiento, y que pese a todo está este amor que no me suelta, por hoy, en este hoy que no sé, pero que hoy es, y que mañana está muy cerca.

        Y no puedo evitarlo, no puedo contra ti, no puedo, estoy inmovilizado, y con remordimiento, de si yo fuera un poco diferente, si no pudiera en mí tanto la vida, pero puede, es mi natural, y éste que es, es todo esto, es éste que hoy no puede, éste que volverá a tener hambre, éste que algún día estará enamorado de otra, porque todo pasa, porque la vida nos lleva, pero hoy se ha detenido, hoy, a pesar de que sé que no es eterno, aún y así hoy se ha detenido el mundo, y un poco el hambre, y tener que resolver, tener que salir, como sea, y tener mucho remordimiento, pero inevitable, porque éste es así.

        Y sólo decirte, que no es sencillo, que hoy estoy atrapado, pero que esto no es tan sencillo, que somos animales de traiciones, que es sólo avisar, que no quisiera fallar, y que lo intentemos, pero que te pediría amor, este amor que hoy me absorbe y no me deja espacio para otra cosa, sólo para saber que es cómo una condena, que está la condena, pero que un día te tiene atrapado. 

        Quisiera que esto se quedara, pero se irá, pero hoy sólo miro hoy, y sé de las comedias, sé que ellos no nos entenderán, pero igual les pasará, 

        Y no es extraordinaria, pero hoy la amo, estoy enredado en su ser, no puedo más que ver hacia ella, hacia el universo que es ella, con todo y las miserias de la vida, aun y así, hoy que amo, que no puedo evitar amar, estar con el corazón girando en redondo, sólo hacia ella, y pensar que puede haber consecuencias, pensar que esto no es que sea una burla, pero es tan pequeño, pero que así es, y que hoy pienso en ti, en la primera vez que te vi y que no me dijiste nada positivo, pero poco a poco el corazón fue haciéndote hasta la añoranza, y de ahí ya no faltaba mucho para este día, para estos días, que han detenido mi tiempo, lo han encapsulado, me han inutilizado un poco, porque sólo miro hacia ti, a pesar de que la vida sea casi nada, sólo vida, con sus apremios, vida pasajera, apremios pasajeros, pero únicos, y demandantes, como este amor que no me suelta el pensamiento, que no hace más que estar estacionado en ti, en tu ser, aunque sepa, que dentro de algún mañana esto ya no será, como no es hoy todo eso que ayer atrapó, movió, ató, inmovilizó.

        Y ahora vuelvo a entender, a la ridiculez del amor, a la demanda del amor, hoy que he vuelto a hermanarme, a ser compañero de esa cárcel, esa cárcel que es cárcel sobre cárcel, y que hoy me agarra a esta altura de la vida, en este momento, de mi pobre ser, hoy que puedo entender cuando ellas te han hecho perder el tiempo, cuando has tratado de contemporanizar, para que no duela tanto, y hoy, que nuevamente sintiendo lo que es el amor, eso que es de la vida y que te atrapa, sin querer, sin darte cuenta, es sólo que una noche te despiertan y está ella, ella y tus remordimientos relacionados con ella.

        Y encima de todo ahora tú, y lo que no hice, pero es que no sabía que iba a amar, no me acordaba de cómo era esto, y nuevamente ese pasajero vuelve a apoderarse, a hacerte sentir que además de vida pasajera hay un amor que hace que esa vida pasajera siga, pero no yo, no con estas conciencias, de la vida tan pequeña, y tratar de liberarse, tratar de que pase, y sin saber, y sin cálculos, sin andarse con cuentos con el amor, porque el amor nos desnuda, hace que no podamos, que nos rindamos, es como una enfermedad.

        Y arreglar al corazón, tratar de arreglar este asunto, como sea, porque no se puede andar ahí con el corazón atrapado, como has andado últimamente. Pero culpándote, tú que no puedes saber la vida, es sólo que una cosa te trajo, y así la vida, que va modificando, y haciendo que seamos, lo que estemos siendo.

        Y él también tendrá estos momentos, serás y te enamorarás, y ni siquiera sabrás cómo fue que te pasó, simplemente que los accidentes pasan, que tarde o temprano caerás, porque tienen corazón, porque tienen ojos, y razón, y corazón, y que el amor será modificado, pero que cuando haya amor será como el de cualquiera, será esto de no poder escapar.

       Que un día amarás, estarás atrapado por eso, y ya sabrás, pero fue porque oíste que se iba, y seguiste jugando, y seguiste viviendo, y pensabas en ella, y hubieras querido llevar sus vestidos, eso era amor, amor de niño. 

        Y hoy que estás, nuevamente enamorado, y diferente, pero en aquellos años amabas como podías amar, sólo se ama así, como se puede, pero podías dormir, no eras torturado, por la culpa, por lo que no hiciste. 

        Y sólo tratar de salir, y la culpa, el remordimiento, el no haber advertido a tiempo, que aquello ya era amor. 

        Pero porque deseas tanto, porque eres una caña frágil, porque sigues frágil, por eso es que afecta tanto, porque eres afectable.

        Y será casi lo mismo, inutilidad, pero apremiante, tan única, para él, porque será su alma la que esté jugando, sintiendo, siendo lo único, para sí, y así todos, almas especiales, almas posibles de ser avasalladas, y así la vida, con cada quien en su rincón, siendo, único, todo, un todo, su todo. 

        Y no poder dejar de pensar en ti, y en mi culpa, 

       Y sólo salte, déjame en paz, suelta mis ganas, que no todo seas tú, que no esté al ritmo de cuándo estés cerca, porque así no se puede, porque así la vida se hace aun más pequeña, y es una vida que hay que enfrentar, es una vida por la que hay que ver, y cuando esa vida te regresa a un nivel humano, que tú también tienes miedo, e interés, y cadenas de amor, porque anoche no pudiste escapar, estabas atrapado, sin poder hacer nada, sin poder meter las manos. Anoche que no podía liberarme, que estabas adueñada de mi vida, de una vida que está tan pesada, y que ahora esto, que me atrapa, y doblega, y por eso es que tienes que saber, porque lograste ser en mí, tú que buscabas, tú que no sé si te fallé, no sé si creíste ver cosas que no hay, porque si eres, si eras, pero no de una forma sencilla.

        Y pasará, pero hoy es el único, hoy que estamos tan cerca, hoy que estamos vivos, hoy que estamos atrapados, en la vida, y en el presente, y en el amor. Y pasará, pero hoy es lo único, hoy es único, es el hoy, este hoy que nos compele, a ser, a no ver que hay más, que habrá, que ha habido, este hoy que nos absorbe, esta vida que nos lleva en su presente, y ahí quedará, porque ha sido, y seguirá siendo, pero hoy es, está siendo, y eso es lo que nos tapa todo lo demás, eso es lo que nos absorbe. 

        Pasaremos, pero hoy es lo único, hoy estamos siendo lo que es nuestra vida, pero vean que esto ya ha muerto muchísimas veces, y que volverá a nacer, pero volverá a morirse, que eso es lo único cierto, que es como una comedia, que habrá, pero porque lo hay, pero que pasará, y que es un desgaste inútil, pero que así es esto.

        Pasaremos, pasará, ha pasado, y volverá a ser, pero que así es, en una comedia eterna, que habrá, cuando haya, pero que así será, siempre que haya. Y cuando nos toca de cerca, cuando la tenemos sobre nosotros, y cuando te toque irte, por una vida que va muriendo, que va creando su muerte, pero que hoy te atrapa, te fuerza, te doblega, pero saberla, saber que es como una mala broma, pero que no puedes evitar, porque lo otro es nada.  
        Pasará, pero en su momento era lo único, era la vida, era todo, para quien le tocaba vivir, ser, su ser. Pero pasará, porque todo pasa

 

 

        Pasará, pero en su momento era lo único, era la vida, era todo, para quien le tocaba vivir, ser, su ser. Pero pasará, porque todo pasa, porque es un pasar constante. Y todo pasará, aunque el presente se vea casi inmóvil, pero todo se mueve hacia adelante, hacia muerte y vida, y muerte. Y a veces no habrá nada, pero luego nuevamente habrá, perros, y humanos, y el amor así vivido.

        Pasaremos, y él también, y antes quedaban grandes fotografías, como las de mi tatarabuela y mi tío bisabuelo, pero ya no están, y en su día tuvieron que ser, porque eso era la vida, y yo los conocí cuando sus fotos estaban bajo una cama, olvidadas, ya sin decir nada, pero ella vivió, y ni siquiera podía imaginarme, nació, en 1870.


        Que a pesar de todo, 

de una vida que nos forma, 

y destroza,

pero que somos de ella, 

con lo que ella sea,

como sea.

        Y cuando es el amor, 

y la culpa,

por lo que no se hizo, 

por ser como se es, 

pero cómo iba a saber, 

pero cómo si no supiera que el amor es,

algo que llevamos pegado a nosotros,

listo para saltar en casi cualquier momento,

        Cómo si no se supiera que en la vida se da el amor,

que somos seres que no podemos evitar ser,

cómo podríamos alegar inocencia,

cómo si todavía estuviera en aquel ayer, 

que empecé a experimentar amor,

y que era un amor de niño,

sin sexo, 

sólo de muestras de amor,

de que de algo tuyo quería ser cubierto,

cubrirme con tus vestiditos, 

con eso me conformaba,

eso era el amor

con eso se conformaba,

así se veía, 

se tomaba, 

se creía,

eso era el amor, 

pero no ha cambiado mucho, 

porque luego me conformaba con cualquier trapo tuyo, 

cuando se ama uno se expone, 

se abre, 

al ridículo, 

pero uno no puede hacer nada,

porque en las madrugadas se es prisionero, 

de la vida, 

y de su amor.

 

 

 

 

 

Lunes 10 de marzo de 2014

Los vi,

cuando hubo amor,

amor ridículo,

pero inevitables,

sus locuras.

Y luego vi traición,

y perdón,

no sé por qué,

pobre mujer,

pobres mujeres.

Y veía,

y callaba,

porque aun no era un experto de la vida,

de la terrible vida,

y de sus pobres perros.


        Cuando me enamoro, no soy yo, es el corazón.

        Pero es el corazón enamorado, por eso no debería torturarme, pero me tortura, es por eso que uno quiere liberación, porque no se puede, pero es sólo el corazón.

        Pero el corazón es una zona peligrosa, pero lo tenemos, es sólo eso, no eres precisamente tú, es el corazón, lo que es capaz de ser, de hacer.

        Si pudiera servirte de algo, si me necesitaras, si lo necesitaras. No quiero verte como triste, y si estoy loco sólo dímelo, porque al final qué más dará, sólo quiero que veas que no has pasado como simple aire, que por lo que haya sido, te has quedado, desde el día en que al ver un rostro me acordé de ti, desde el día en que ya traía tu rostro y que por eso te miré en alguien que se te parecía, sólo quisiera que entendieras, para que esto fuera eterno, o casi, aun en la traición de uno que ha tenido que esperar, que aguantar. Y sería un equivocación más, pero en estas andamos, en la única oportunidad que tenemos, y que se nos va, y que no habrá más lugar, ni más juventud, y que las cosas no son perfectas, que tenemos carencias, que tal vez por eso nos alcanzamos.

         Y se te irá la vida, como se nos va todos los días. De la vida y del amor, de una vida que es muy poco y de un amor que hay en esa vida, en ese ser, y que en nuestras inconsciencias es lo único que quedará, pero que lo viviremos como todo lo demás, en la total inconsciencia, que sentiremos, pero que no ubicaremos qué era lo más importante, qué debía ser lo buscado, el objetivo.

        En la casi total inconsciencia, sólo ímpetus, pero ahí se te irán los años, en los apremios de una vida que te embarca, que hace que bailes su danza, a sus ritmos de inconsciencia.

        Esa danza inconsciente que sólo va metiéndote en complicación tras complicación, que te va absorbiendo, que te va obligando a seguir caminos, que vas siendo a medida que vas siendo, que es sólo en el momento de ser.

        En esa danza que había que serla, porque lo otro era nada, la nada, y los perros y la demás vida eran sólo impulsos hacia adelante.

        Pero no complicarme más, no por causas de un corazón tan inconstante.

        Qué puedo decirte, que escribo para situarme, para mostrarte los que hay, lo que puede haber, si lo necesitas, si es necesario. En verdad que no sé, pero si lo necesitas, si es algo para ti, si sientes que podría ser una diferencia en ti, si crees en los cuentos, en las recompensas. Y para qué hacer más grandes las cuentas a una naturaleza sorda, y sabemos, sé, que pasaremos, sé de hoy, así como hoy sé de un ayer que ya pasó, por mucho que a veces haya dolido, pero hoy, que nuevamente la maldición que llevamos a cuestas, la maldición de una vida que tiene sus cosas, sus maneras, su corazón, su estómago. Y quisiera decirte algo amable, por si lo necesitaras, sólo eso, si me necesitas, que aquí está un corazón inconstante.

        Quisiera decirte algo amable, para que veas que tal vez hasta he mirado de más, pero he mirado, tu atención, o tu remordimiento, y si no pues qué no importa, que ya pasará, pero que aquí estuve, para decirte que lograste en mí algo, y que no quiero equivocarme, pero cómo decirte que te veo vulnerable, que te veo, y decirte algo amable, por si lo necesitaras, que en esta vida estamos pasajeramente, por si no te has enterado, que las inconsciencias de la infancia son sólo eso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ANA Y SUS PERROS

 

        Ella llamó por teléfono, hola Perro la oyó decir.

        Pero cuando él oyó que había alguien se le detonó el amor, un amor que por ahí ya era y que de pronto saltó y empezó a desgarrar.

        Un amor que había ido haciéndose poco a poco, calladamente, sin sentir, era sólo su cara en otras caras, era ella en algún momento de descuido, cuando de repente tomaba por asalto al pensamiento, cuando ella ya había empezado a habitarlo.

 

 

                                                                                         Sábado 22 de febrero

Ana:

        Estoy enamorado de ti (desde hace 21 días), pero ése no es el problema.

        Y tiene 10 días que este amor se ha hecho mucho sufrimiento (cuando no quisiste que te acompañará a correr), pero eso tampoco es el problema.

        El problema es que tengo 5 días seguidos casi sin dormir, por eso es que he escrito esta carta.

        No quiero molestar (disculpa la letra, pero estoy temblando), pero el estar callado está afectándome demasiado. (Y tal vez a principios de marzo tenga que irme)

        Y tengo muchos problemas (y no sabes cuánto he lamentado que aquella noche por ir tan absorto en esos problemas no pude darme cuenta que era mi niña la que me hablaba), y además tengo corazón, y ahora un corazón invadido por ti, y no sé ni cómo pasó.

                                                                                                                      Luis

 

 

        Pero sí sabía cómo había pasado, porque ella lo enamoró, ella hizo que él se enamorara, y después ella lo dejó naufragando en ese amor.

        Ella lo enamoró con su interés, con su soledad, con su tristeza, con su falta de belleza, con su desvalía, ella lo enamoró a través de las necesidades y preocupaciones de él, de por qué un mundo tan injusto, si todos deberíamos tener oportunidades, ella lo enamoró porque él estaba tan necesitado de amor, y poco a poco él fue cayendo, en tanta trampa, en tanto enredo, en tanta soledad.

        El primer día que la vio no le dijo nada, nada que pudiera presagiar ese amor que después él sintió, que el sufrió, que él tuvo que sufrir. Ese primer día ella sólo le recordó a otra pobre mujer que también parecía que se enharinaba la cara, pero después él sufrió por esa cara, esa cara lo torturó, él llevó esa cara con él, él murió sin poder quitarse esa cara, él murió porque no pudo quitarse esa cara, porque él quería tener esa cara, él quería que esa cara estuviera siempre con él, él quería que esa cara lo acompañara, porque esa cara se le hizo lumbre, en el corazón son los fuegos, el corazón se enciende y quema hasta la desesperación.

        Y no tienes por qué casi enharinarte, si así como eres yo te amo, así como fuiste hecha, así como somos hechos, como nos hacen, lo que nos toca, lo que otros nos dieron para ser, lo que otros decidieron para nosotros, por amor o por lo que haya sido, y a nosotros no nos queda más que ser, soportar.

        El día que le preguntó si podía acompañarla a correr y ella le puso pretextos él dejó de hablarle.

        Pero ese día te pregunté si podía acompañarte a correr porque el día anterior habías tenido un pequeño accidente cuando ibas en tu carro y pensé que yo era el culpable de tu desconcentración, por eso quise que supieras que tú tenías algo, en caso de que no tuvieras nada, en caso de que el Perro no fuera nada.

        Pero te pregunté si podía acompañarte a correr porque yo ya quería acercarme a ti, porque ya empezaba a no poder con este amor.

        Con este amor que quiero, con este amor que he aprendido a necesitar, a refugiarme, por ti, por mí, por la pobre vida tan triste.

        Desde el día en que le preguntó si podía acompañarla a correr él se dio cuenta de que algo había pasado, pero aun y así todavía el día en que él le dio la carta ella había reiniciado las pláticas, y pláticas banales, le preguntó si hacía mucho ejercicio, y él no le contestó, en ese momento él ya tenía la carta entre las manos y se la dio, y se puso a esperar el veredicto. Y cómo quisiera saber qué pasó en esos 2 días en que tuviste mi carta. Porque el lunes ella le regresó la carta, y le dijo que ella no le había dado ningún motivo para esa carta, y él lo único que pudo hacer fue estar mirándola a los ojos durante todo el tiempo que duró su discurso.

        Y en qué momento te perdí, y tan en paz que estaba el día en que te conocí, las aguas del amor estaban quietas, habían estado quietas por más de 2 años, cuando uno no ama uno se olvida de los tormentos del corazón.

        Y en qué momento te perdí, si es que alguna vez te tuve, si es que en mí estuvo la llave, no sé si fue aquel día en que me encontraste allá por tu casa, pero era de noche y no había mucha luz y yo iba sumido en mis problemas, y cuando oí que alguien me hablaba ni supe quién era la que me hablaba, lo único que hice fue contestar con la mano a la pregunta de en dónde vivía.

        Pero en aquella noche no te amaba, creo, aun si hubiera sabido que eras tú no sé si haber platicado aquella noche hubiera hecho la diferencia, y después esa noche me torturó, porque tal vez ahí perdí mi oportunidad.

        Pero en aquella noche creo que todavía no te amaba, pero creo que ya eras mucho en mí, pero comparado con lo que llegaste a ser, no eras nada aquella noche, aquella noche eran mis preocupaciones sin ti, aquella noche era mi terrible mundo, aun sin ti.

        Pero me tomaste de sorpresa, jamás hubiera imaginado que por allá vivías, pero se ve que tú me reconociste enseguida, a pesar de que casi no había luz y tú no me esperabas, tú no podías imaginar que yo vivía por tu rumbo, pues casi nunca camino por tu calle.

        Y una semana después me hablaste acerca de esa noche y entonces fue cuando supe que habías sido tú, y al otro día cuando nos saludamos yo ya había empezado a verte diferente, y más cuando nos despedimos, cuando tú buscaste mi atención, estabas a más de 20 metros, y 2 días después yo ya estaba profundamente enamorado de ti, pero no sé qué pasó, no sé en qué momento te perdí, no sé en qué momento entró, o reentró, el otro.

        Me dijiste que ibas a correr, volviste a preguntarme en dónde vivía, tú eras siempre la que tomaba la iniciativa, tú que una tarde de diciembre quisiste saber mi opinión acerca del Árbol de Navidad que habían puesto.

        Así te fuiste metiendo en mí, y yo caí, y luego yo fui abandonado, negado.

        Y cuando tú regresaste a aquella noche supe de ti, porque casi cualquier otra hubiera pensado que yo no quería nada con ella, con esos gestos que habías obtenido por respuesta, pero insististe en hablarme, no sé por qué, porque aquella noche cualquiera otra se hubiera sentido despreciada, porque eso es lo que se vio, aunque yo ni siquiera sabía con quién me había portado tan cortante, pero si tú hubieras creído que no quería nada contigo, era, hubiera sido, por tu forma de ser, por ese vaivén en el que eres, ese vaivén en el que te encontré desde el primer día en que te encontré.

        Y no hacía mucho tiempo que yo había desaparecido por 3 semanas de tu vida, pero tenía que hacerlo, pero cómo explicarle al corazón que tal vez no debí haberlo hecho, porque tal vez en esos días de fin de año tú estuviste vulnerable, y alguien ladró, no sé si era un ladrido ya conocido o uno nuevo, pero cuando volví a verte tú me recibiste fría, pero poco a poco volviste a buscarme.

        (Pero en esas 3 semanas yo ya había empezado a verte en otras, veía un rostro y me preguntaba en dónde lo había visto, y era en ti, en ésa que hizo que me fijara en ella, en ésa que me fue envolviendo, en esa empalagosa que hasta parecía que se estaba burlando cada tarde cuando se despedía de mí. Y como uno está tan necesitado de amor, de atención, de sueños)

        O no sé si tal vez perdí cuando supiste mi edad, cuando revisando registros tropezaste con mi edad, y si fue así yo qué puedo hacer, yo qué culpa tengo de mi edad, si sólo somos semillas que otros sembraron, los responsables son otros, somos de otros, no somos de nosotros, pero tal vez ahí perdí, de la manera más injusta.

        Y veo a otras, pero mi corazón sólo piensa en ti, sólo te quiere a ti, sólo te extraña a ti, sólo siente por ti, esto que se instala en el corazón y no deja, no permite otra cosa más que repetir tu nombre, sin poder evitar repetir tu nombre a cada momento, a cada segundo, a menos de cada segundo, y el no tenerte, y el saber que no te tendré, cómo duele, cómo duele amarte y no tenerte, y duermes conmigo, mi necesidad te hace dormir conmigo, hace que sienta que estás ahí, y no puedo evitarlo, no puedo evitar que estés en mí, no puedo sacarte de mí, y ya han pasado varios días desde que dijiste que no, que tú tenías pareja, y que no insistiera, que no escribiera más cartas.

      Y estás aquí al lado, pero la pared no me deja verte, y es inútil mirar la pared, mejor veo hacia el vacío, hacia tu ausencia, hacia algo que no será para mí, hacia algo que no tendré, hacia algo a lo que no podré mostrarle mi amor, así con todo y mi mundo terrible, con mis preocupaciones que tal vez alguna vez hubieran hecho que te maltratara un poco, pero no hubiera sido a ti, hubiera sido a todo esto en lo que somos y contra lo que no puedo hacer nada, por redimir, por darle alivio, a todo esto en donde sólo marchamos hacia la muerte, la nuestra, y que el corazón se enamora, y el estómago sufre hambres, y estar entre esto y tu amor, y podría ser peor, podría estar atormentado por el hambre, pero ya no estamos en esas épocas en donde comparado con el hambre el amor era una preocupación ridícula, una sensación ridícula, pero hoy ya no estamos en esos tiempos, hoy estamos en el amor, en más condiciones para el amor, para que alguien de repente nos asalte el corazón, lo capture, y nos deshaga aún más.

        Porque pienso que sólo marchamos hacia la nada, que somos sólo vida, vida que muere, pero que no hay nadie, nadie que nos haga bromas crueles, nadie que nos haya destinado a sufrir, aquí, en esto único que yo tengo, en este presente en donde soy, en este presente en donde veo todo lo terrible que ha sido para muchos, en donde siempre se muere, viejo o joven, y en donde hay injusticia, desigualdad, y en donde el desamor también tiene causas injustas.

        Tú hubieras sido una ayuda en mi terrible vida, en mi difícil deber, yo al amarte iba a ser sólo fiel al corazón, tú eras porque yo soy todo un paquete, que ve, que piensa, y que siente, que siente lo que hay, el frío, el calor, el hambre, el amor, el desamor, yo soy sólo uno que sufre lo que su cuerpo le hace sufrir, pero tengo unos ojos que no pueden engañarse, pero esos ojos se quedan indefensos ante el amor, pero ni el amor es capaz de hacerme olvidar lo que ven los ojos, la triste realidad de los perros golpeados, por el hambre, y la enfermedad, y la vejez, y el desamor.

        Y por qué me hiciste esto, por qué hiciste que surgiera el amor y después no lo tomaste, y me dejaste sufriendo, impotente, deshecho, y no pude aguantar. Y yo bien que presentía que esto era como una broma cruel, pero sin Bromista Cruel, y que de todas formas me iría, y que si por ahí andaba el Bromista y me recompensaba, pero el sufrimiento, esta desesperación, esta casi muerte, cómo podría ser compensada, esto fue gratuito, qué sadismo, qué es este sadismo, tal vez cuando muera conoceré al Sádico, porque nos dieron un corazón, y el corazón ama, y no hablo de un amor que no mata, sino de una necesidad terrible de pegarse a otra piel, de sólo hallar consuelo en otro cuerpo, de querer comerte, de querer fundirme, de querer cubrirme contigo.

        Y aun hoy espero un milagro, a pesar de que nadie puede restituirme el tiempo ya sufrido, y a quién reclamar, quién anda por ahí.

        El culpable sería quien nos dio el corazón.

 

Sábado 1 de febrero (fue el día cuando supe del Perro)

        Cuando empiezo a caer, a extrañarte. Cuando empiezo a sentir, no soy libre, tengo un corazón.

        Y cuando me acuerdo de ti, de cómo mirabas, a pesar de que te vi en tus momentos más íntimos, que a ti nada te decían, porque eras libre, de prejuicios, de juicios, de modales, porque no eras como yo, que necesito de ella, cuando ella se hace hasta el corazón, cuando ella que no era nada ahora ya es, ya está, siendo añorada, siendo recordada, con sufrimiento, con dolor, con una agitación que no tendría por qué haber sido, pero que ya es, que ya ha vuelto a ser.

        Y aquí atrapados, en una vida sedienta, en una vida que fue siendo, tomando caminos, tomando cargas, dentro de sus posibilidades. Y hoy que nuevamente es el amor, tú que quién sabe de dónde vengas, tú que también eres hoja agitada, por vientos que no piden permiso, para ensuciarte, para traerte amor. Y aquí atrapados, en lo único, y tener que batallar por ti, porque tengo que seguir a mi cuerpo, porque se anda con las alas desganadas.

        Y te quedó una panza, por ella es que vas a correr, pero ya son por lo menos 7 años de que cargas con esa panza, y yo aquí, como tú, y nadie sabe qué sentimos, pero se puede imaginar, porque somos de lo mismo, hambres, sed, ganas de ir al baño, cansancios terribles. Y la innecesariedad se repite y se repite.

        Y es sólo el recuento de uno más, que hoy ha vuelto a caer, sin buscar, simplemente que no puede evitarse el vivir, el estar vivo, el sentir, el ser lo que se es, y a pesar de todo, a pesar de saber, y aun así se cae, porque volverás a tener hambre, porque no puedes evitarlo, porque no está en ti, y así es el amor, aunque sepas que no es tu sueño, que tu sueño se llama perfección, en cara, en cuerpo, pero al cuerpo no lo puedes dominar, no lo puedes evitar, que no hay escapatoria, que de todas formas te estás hundiendo, que el vivir es hundirse, hasta que te hundes completamente.

        Y tener que seguirte, a ti que hasta hoy has vivido sin mí, en una vida que no nos necesita, pero nos cruzamos. Y decirte que me he enamorado de ti, que no sé ni cómo, pero que ya me tienes sufriendo, a mí que soy yo, a mí que tengo corazón, y estómago, y corazón, y sentido del ridículo, y corazón, corazón que a algunos ha dominado. Y estamos hundiéndonos, y es nuestra única oportunidad, en el hundimiento, que es todo lo que hay, y que aquí, sentirás, sufrirás, pagarás, no sé qué deudas, si el corazón a ti te lo dieron, tú no eres responsable de tu corazón, ni de tu estómago, ni de tu envejecimiento, ni de tu muerte, ni de tu vida, ni de tu desesperación insoportable.

        Pero es sólo la vida, es sólo lo que hay para ser.

        Y es imposible callar al corazón, no dejar que hable, que diga que tiene hambre, y que esa hambre lo está matando, y que esa hambre tiene que ser curada, o cauterizada, para que no haga sufrir, para que no mate.

        A ti que sabes de la vida, que no es para amar, que no puedes abandonarte al amor, porque la vida no es rosa, es negra, gris por lo menos, sé que sólo con los ojos dormidos es como podría engañarme, y no te diré nada, simplemente trataré de no sentir lo que hoy no puedo evitar, este dolor, este desasosiego, pero así es esto en este no paraíso, porque no hay paraísos, más que efímeros, una vez que te sacias.

        Y algún día no estaremos, pero estarán otros, otros pobres tontos, otros que seguirán en estos huecos que hay en el ser, otros que serán lo que somos nosotros, otros que amarán y no serán amados, otros que tendrán que padecer de amor, como he padecido yo, pero que eso no me vacunó, no me preparó para la muerte de hoy, para esta desilusión de hoy.

        Y con sus artes ha encantado, y tú que no puedes evitar sentir, tú que hoy sientes y vas y le cuentas, para que sepa, pero a ella no le importó.

        Y estar tan lúcido, y sin embargo estar con el corazón atorado, aunque sepas de la vida aquí, aun y así no puedes evitar la vida, aunque sepas la vida y sus apetitos, y no puedo reprocharte nada, y no puedo olvidarte, no puedo cerrar esta herida, no pude con esta herida, ya había perdido demasiada sangre.

        Y hoy que la vida me ha llamado al influjo de qué, de tus engaños, de mis debilidades, de quién sabe qué buscamos en esta vida tan demandante, en esta vida tan noche, en esta vida que nos jode, que nos lleva de las alas, como ayer, cuando yo oí que ya no volverías, pero casi no doliste, porque yo era más pequeño, porque no sabía, porque el cuerpo sentía diferente.

        Supe que te ibas, y seguí con mis carritos, pero luego hubiera querido que me dejaras tus vestidos, para llevarte cerca de mí, sobre mi piel, bajo mi ropa, y luego la vida pasó, pasa, pero uno se acuerda, de cuando el corazón se manifestó, de cuando el corazón nos dolió, nos afectó, cuando sentimos con el corazón de un niño.

        Porque no quiero que te vayas con otro, a pesar de que no debería importarme, pero me importa, porque ya se hizo importante, no debería dolerme, pero ya me dueles, porque ya me embarqué, ya me jodí, ya me jodiste, ya caí en eso que parece embrujo, en eso que te jala aunque no quieras, en eso que te quita el sueño, en esto que todavía hoy me tiene preso, capturado, en esto que es sólo pensar en ti, es esto que es no poder librarme de ti, por mucho que a veces te me borres, por mucho que a veces no quisiera quererte, pero el amor es más fuerte, el amor se queda a nivel del corazón, como un estómago que siente hambre, un estómago vacío que sólo siente y siente, que sólo sabe sentir.

 

        Y ese día me fui ya triste, ya sabiendo que estabas en mí.

        Y luego, cuando supe que no iba a poder amarte, más que en mi amor, en el vacío, y el corazón se entristecía por ti, porque no podías ser, pero el corazón quería que estuvieras con él, mientras hubiera un lugar para ti, mientras en él hubiera un lugar para ti, un amor para ti.

        Y yo solamente quería que habláramos, quería que me entendieras, y si así podíamos ser, seríamos, pero no esperaba eso de que tú no habías dado motivos para mi carta.

        Yo que sólo quería que éste no fuera el moridero que es, el reguero de cadáveres que es, yo sólo quería dar alivio, porque yo veía, porque si no todos estamos locos, o algunos locos tienen la razón y todos los demás locos estamos locos, pero yo veía, un mundo terrible, de hambres, de desamores.

        Y también había amor, pero con una sola imposibilidad de amor, con un sólo corazón que se hubiera encendido, por las razones que hubieran sido, con un solo corazón en el que se hubiera hecho el amor y no hubiera podido ser correspondido, hartado, hastiado, pero así era la vida, con amores, con desamores, con hartazgos de amor, con amor que algún día se iría, pero al menos no se había sufrido de desamor, al menos esa hambre había sido saciada, con la comida amada.

        Y a principios de marzo él se fue. Y ella siguió teniendo perros. Y los perros siguieron teniendo perras. Y los perros siguieron teniendo perros.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

12

 

Martes 11 de febrero de 2014

(este día hubo mucha poesía)

        Y terminó como todo, pero en su día era todo, como siempre. Y te conocí y volvió el amor, a hacerse, a ser. Y una día ya sin poder contra ello, ya indefenso, asaltado a media noche, dominado, y hacerse el propósito de que te lo diría, que hay muchas mujeres hermosas, pero que sólo estás tú, tú que te hiciste amar, tú que quién sabe cómo estás ahora.

        Y terminará, y tal vez no por la muerte, pero terminará de muerte, este efímero amor que se da, pero que se va, pero que cuando da no hay forma de defenderse. 

        Y por eso tengo que decírtelo, porque no puedo, porque me está torturando.

        Porque no puedo evitarlo, porque estoy atrapado, y sé que terminará, sé que habrá decepción, porque la vida no puede ser más. Y sólo tenemos una vida pequeña, y aquí es donde se da el amor, y lo que quede quedará, habrá algo más en el mundo, más ladridos, más cadenas, más vida que sigue, y serán de nosotros, serán de una vida que así es como sigue, y no tenía por qué, pero fue, sin permisos, simplemente porque así es esto, del vivir, y ahí hay amor, eso del amor, eso que te despierta a medianoche y te atrapa, no te deja seguir durmiendo. 

        Y saber que terminará, pero que cuando el amor es, cuando nada podemos ante él, cuando no queda más que sentirlo, padecerlo. Y pasará, y tal vez quede algo, otro más, que tarde o temprano volverá a ser atrapado, y así seguir.

        Te vi, no me preguntes cómo, pero supe, porque así es esto, tiene cadenas, que de una u otra manera te encerrarán. Porque somos reos, porque estamos condenados, al amor, y a la vida, y a la muerte, y a la vejez, y a la tristeza, y al amor, y aquí entre tanta condena, aquí en la vida, que lo otro es nada, que tal vez nunca fue, o que ya fue, pero otros vendrán, a las hambres, a los cansancios, al amor, por alguien, entre estos condenados, a enamorarse, y sufrir, y no poder con algo así, sino afrontarlo, decirte que no sé cómo, pero que te amo, que te quiero, que no puedo dejar de pensar en ti, y que hay culpa, remordimiento, y que pese a todo está este amor que no me suelta, por hoy, en este hoy que no sé, pero que hoy es, y que mañana está muy cerca.

        Y no puedo evitarlo, no puedo contra ti, no puedo, estoy inmovilizado, y con remordimiento, de si yo fuera un poco diferente, si no pudiera en mí tanto la vida, pero puede, es mi natural, y este que es, es todo esto, es éste que hoy no puede, este que volverá a tener hambre, éste que algún día estará enamorado de otra, porque todo pasa, porque la vida nos lleva, pero hoy se ha detenido, hoy, a pesar de que sé que no es eterno, aún y así hoy se ha detenido el mundo, y un poco el hambre, y tener que resolver, tener que salir, como sea, y tener mucho remordimiento, pero inevitables, porque éste es así.

        Y sólo decirte, que no es sencillo, que hoy estoy atrapado, pero que esto no es tan sencillo, que somos animales de traiciones, que es sólo avisar, que no quisiera fallar, y que lo intentemos, pero que te pediría amor, este amor que hoy me absorbe y no me deja espacio para otra cosa, sólo para saber que es cómo una condena, que está la condena, pero que un día te tiene atrapado.

 

        Quisiera que esto se quedara, pero se irá, pero hoy sólo miro hoy, y sé de las comedias, sé que ellos no nos entenderán, pero igual les pasará, 

        Y no es extraordinaria, pero hoy la amo, estoy enredado en su ser, no puedo más que ver hacia ella, hacia el universo que es ella, con todo y las miserias de la vida, aun y así, hoy que amo, que no puedo evitar amar, estar con el corazón girando en redondo, sólo hacia ella, y pensar que puede haber consecuencias, pensar que esto no es que sea una burla, pero es tan pequeño, pero que así es, y que hoy pienso en ti, en la primera vez que te vi y que no me dijiste nada positivo, pero poco a poco el corazón fue haciéndote hasta la añoranza, y de ahí ya no faltaba mucho para este día, para estos días, que han detenido mi tiempo, lo han encapsulado, me han inutilizado un poco, porque sólo miro hacia ti, a pesar de que la vida sea casi nada, sólo vida, con sus apremios, vida pasajera, apremios pasajeros, pero únicos, y demandantes, como este amor que no me suelta el pensamiento, que no hace más que estar estacionado en ti, en tu ser, aunque sepa, que dentro de algún mañana esto ya no será, como no es hoy todo eso que ayer atrapó, movió, ató, inmovilizó.
        Y ahora vuelvo a entender, a la ridiculez del amor, a la demanda del amor, hoy que he vuelto a hermanarme, a ser compañero de esa cárcel, esa cárcel que es cárcel sobre cárcel, y que hoy me agarra a esta altura de la vida, en este momento, de mi pobre ser, hoy que puedo entender cuando ellas te han hecho perder el tiempo, cuando has tratado de contemporanizar, para que no duela tanto, y hoy, que nuevamente sintiendo lo que es el amor, eso que es de la vida y que te atrapa, sin querer, sin darte cuenta, es sólo que una noche te despiertan y está ella, ella y tus remordimientos relacionados con ella.

        Y encima de todo ahora tú, y lo que no hice, pero es que no sabía que iba a amar, no me acordaba de cómo era esto, y nuevamente ese pasajero vuelve a apoderarse, a hacerte sentir que además de vida pasajera hay un amor que hace que esa vida pasajera siga, pero no yo, no con estas conciencias, de la vida tan pequeña, y tratar de liberarse, tratar de que pase, y sin saber, y sin cálculos, sin andarse con cuentos con el amor, porque el amor nos desnuda, hace que no podamos, que nos rindamos, es como una enfermedad.

        Y arreglar al corazón, tratar de arreglar este asunto, como sea, porque no se puede andar ahí con el corazón atrapado, como has andado últimamente. Pero culpándote, tú que no puedes saber la vida, es sólo que una cosa te trajo, y así la vida, que va modificando, y haciendo que seamos, lo que estemos siendo.

        Y él también tendrá estos momentos, serás y te enamorarás, y ni siquiera sabrás cómo fue que te pasó, simplemente que los accidentes pasan, que tarde o temprano caerás, porque tienen corazón, porque tienen ojos, y razón, y corazón, y que el amor será modificado, pero que cuando haya amor será como el de cualquiera, será esto de no poder escapar.

       Que un día amarás, estarás atrapado por eso, y ya sabrás, pero fue porque oíste que se iba, y seguiste jugando, y seguiste viviendo, y pensabas en ella, y hubieras querido llevar sus vestidos, eso era amor, amor de niño. 

        Y hoy que estás, nuevamente enamorado, y diferente, pero en aquellos años amabas como podías amar, sólo se ama así, como se puede, pero podías dormir, no eras torturado, por la culpa, por lo que no hiciste. 

        Y sólo tratar de salir, y la culpa, el remordimiento, el no haber advertido a tiempo, que aquello ya era amor. 

        Pero porque deseas tanto, porque eres una caña frágil, porque sigues frágil, por eso es que afecta tanto, porque eres afectable.          Y será casi lo mismo, inutilidad, pero apremiante, tan única, para él, porque será su alma la que esté jugando, sintiendo, siendo lo único, para sí, y así todos, almas especiales, almas avasallantes, y así la vida, con cada quien en su rincón, siendo, único, todo, un todo, su todo. 

        Y no poder dejar de pensar en ti, y en mi culpa, 

       Y sólo salte, déjame en paz, suelta mis ganas, que no todo seas tú, que no esté al ritmo de cuándo estés cerca, porque así no se puede, porque así la vida se hace aun más pequeña, y es una vida que hay que enfrentar, es una vida por la que hay que ver, y cuando esa vida te regresa a un nivel humano, que tú también tienes miedo, e interés, y cadenas de amor, porque anoche no pudiste escapar, estabas atrapado, sin poder hacer nada, sin poder meter las manos.         Anoche que no podía liberarme, que estabas adueñada de mi vida, de una vida que está tan pesada, y que ahora esto, que me atrapa, y doblega, y por eso es que tienes que saber, porque lograste ser en mí, tú que buscabas, tú que no sé si te fallé, no sé si creíste ver cosas que no hay, porque si eres, si eras, pero no de una forma sencilla.

        Y pasará, pero hoy es el único, hoy que estamos tan cerca, hoy que estamos vivos, hoy que estamos atrapados, en la vida, y en el presente, y en el amor. Y pasará, pero hoy es lo único, hoy es único, es el hoy, este hoy que nos compele, a ser, a no ver que hay más, que habrá, que ha habido, este hoy que nos absorbe, esta vida que nos lleva en su presente, y ahí quedará, porque ha sido, y seguirá siendo, pero hoy es, está siendo, y eso es lo que nos tapa todo lo demás, eso es lo que nos absorbe. 

        Pasaremos, pero hoy es lo único, hoy estamos siendo lo que es nuestra vida, pero vean que esto ya ha muerto muchísimas veces, y que volverá a nacer, pero volverá a morirse, que eso es lo único cierto, que es como una comedia, que habrá, pero porque lo hay, pero que pasará, y que es un desgaste inútil, pero que así es esto.
        Pasaremos, pasará, ha pasado, y volverá a ser, pero que así es, en una comedia eterna, que habrá, cuando haya, pero que así será, siempre que haya. Y cuando nos toca de cerca, cuando la tenemos sobre nosotros, y cuando te toque irte, por una vida que va muriendo, que va creando su muerte, pero que hoy te atrapa, te fuerza, te doblega, pero saberla, saber que es como una mala broma, pero que no puedes evitar, porque lo otro es nada.
        Pasará, pero en su momento era lo único, era la vida, era todo, para quien le tocaba vivir, ser, su ser. Pero pasará, porque todo pasa, porque es un pasar constante. Y todo pasará, aunque el presente se vea casi inmóvil, pero todo se mueve hacia adelante, hacia muerte y vida, y muerte. Y a veces no habrá nada, pero luego nuevamente habrá, perros, y humanos, y el amor así vivido. 
        Pasaremos, y él también, y antes quedaban grandes fotografías, como las de mi tatarabuela y mi tío bisabuelo, pero ya no están, y en su día tuvieron que ser, porque eso era la vida, y yo los conocí cuando sus fotos estaban bajo una cama, olvidadas, ya sin decir nada, pero ella vivió, y ni siquiera podía imaginarme. Nació, en 1870, cuando Max había venido y se había ido, y Carlota nació en 1840.
        Que a pesar de todo, 

de una vida que nos troza y destroza,

pero que somos, de ella, 

con lo que ella sea,

como sea.

        Y cuando es el amor, y la culpa,

por no haber hecho, por ser como se es, 

pero cómo iba a saber que el amor, 

pero cómo si no supiera que el amor es,

algo que llevamos pegado a nosotros, 

listo para saltar en casi cualquier momento.
        Cómo si no se supiera que en la vida se da el amor,

que somos seres que no podemos evitar ser,

cómo podríamos alegar inocencia,

cómo si hubiéramos nacido ayer, 

que empecé a experimentar amor,

y que era un amor de niño,

sin sexo, 

sólo de muestras de amor,

de que de algo tuyo quería ser cubierto,

cubrirme con tus vestiditos, 

con eso me conformaba,

eso era el amor

con eso se conformaba,

así se veía, se tomaba, se creía,

eso era el amor, 

pero no ha cambió mucho, 

porque luego me conformaba con cualquier trapo tuyo, 

cuando se ama uno se expone, 

se abre, 

al ridículo, 

pero es porque se sabe,

que en las madrugadas se es prisionero, 

de la vida, 

y de su amor.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Enviado primera vez

 

        Ella llamó por teléfono, hola Perro la oyó decir.

        Pero cuando él se enteró de que había alguien se le detonó el amor, un amor que por ahí ya era y que de pronto saltó, y empezó a desgarrar.

        Un amor que había ido haciéndose poco a poco, calladamente, sin sentir, era sólo su cara en otras caras, era ella en algún momento de descuido, cuando de repente tomaba por asalto al pensamiento, cuando ella ya había empezado a habitar en él.

                                                                                                                                                      Sábado 22 de febrero

Ana:

Estoy enamorado de ti (desde hace 21 días), pero ése no es el problema.

Y tiene 10 días que este amor se ha hecho mucho sufrimiento (cuando no quisiste que te acompañará a correr), pero eso tampoco es el problema.

El problema es que tengo 5 días seguidos casi sin dormir, por eso es que he escrito esta carta.

No quiero molestar (disculpa la letra, pero estoy temblando), pero el estar callado está afectándome demasiado. (Y tal vez a principios de marzo tenga que irme).

Y tengo muchos problemas (y no sabes cuánto he lamentado que aquella noche por ir tan absorto en esos problemas no pude darme cuenta que era mi niña la que me hablaba), y además tengo corazón, y ahora un corazón invadido por ti, y no sé ni cómo pasó.

                                                                                                                                                                                 Luis

 

        Pero él sabía cómo había pasado, porque ella lo enamoró, ella hizo que él se enamorara, y después ella lo dejó naufragando en ese amor.

        Ella lo enamoró con su interés, con su soledad, con su tristeza, con su falta de belleza, con su desvalía, ella lo enamoró a través de las necesidades y preocupaciones de él, de por qué un mundo tan injusto, si todos deberíamos tener oportunidades, ella lo enamoró porque él estaba tan necesitado de amor, y poco a poco él fue cayendo, en tanta trampa, en tanto enredo, en tanta soledad.

        El primer día que la vio ella no le dijo nada, nada que pudiera presagiar ese amor que después él sintió, que el sufrió, que él tuvo que sufrir. Ese primer día ella sólo le recordó a otra pobre mujer que también parecía que se enharinaba la cara, pero después él sufrió por esa cara, esa cara lo torturó, él llevó esa cara con él, él murió sin poder quitarse esa cara, él murió porque no pudo quitarse esa cara, porque él quería tener esa cara, él quería que esa cara estuviera siempre con él, él quería que esa cara lo acompañara, porque esa cara se le hizo lumbre, en el corazón son los fuegos, el corazón se enciende y quema hasta la desesperación.

        Y no tienes por qué casi enharinarte, si así como eres yo te amo, así como fuiste hecha, así como somos hechos, como nos hacen, lo que nos toca, lo que otros nos dieron para ser, lo que otros decidieron para nosotros, por amor o por lo que haya sido, y a nosotros no nos queda más que ser, soportar.

        El día que le preguntó si podía acompañarla a correr y ella le puso pretextos él dejó de hablarle.

 

        Pero ese día te pregunté si podía acompañarte a correr porque el día anterior habías tenido un pequeño accidente cuando ibas en tu carro y pensé que yo era el culpable de tu desconcentración, por eso quise que supieras que tú tenías algo, en caso de que no tuvieras nada, en caso de que el Perro no fuera nada.

Pero te pregunté si podía acompañarte a correr porque yo ya quería acercarme a ti, porque ya empezaba a no poder con este amor.

Con este amor que quiero, con este amor que he aprendido a necesitar, a refugiarme, por ti, por mí, por la pobre vida tan triste.

Desde el día en que le preguntó si podía acompañarla a correr él se dio cuenta de que algo había pasado, pero aun y así todavía el día en que él le dio la carta ella había reiniciado las pláticas, y pláticas banales, le preguntó si hacía mucho ejercicio, y él no le contestó, y en ese momento él ya tenía la carta entre las manos y se la dio, y se puso a esperar el veredicto. Y cómo quisiera saber qué pasó en esos 2 días en que tuviste mi carta. Porque el lunes ella le regresó la carta, y le dijo que ella no le había dado ningún motivo para esa carta, y él lo único que pudo hacer fue estar mirándola a los ojos durante todo el tiempo que duró su discurso.

Y en qué momento te perdí, y tan en paz que estaba el día en que te conocí, las aguas del amor estaban quietas, habían estado quietas por más de 2 años, cuando uno no ama uno se olvida de los tormentos del corazón.

Y en qué momento te perdí, si es que alguna vez te tuve, si es que en mí estuvo la llave, no sé si fue aquel día en que me encontraste allá por tu casa, pero era de noche y no había mucha luz y yo iba sumido en mis problemas, y cuando oí que alguien me hablaba ni supe quién era la que me hablaba, lo único que hice fue contestar con la mano a la pregunta de en dónde vivía.

Pero en aquella noche no te amaba, creo, aun si hubiera sabido que eras tú no sé si haber platicado aquella noche hubiera hecho la diferencia, y después esa noche me torturó, porque tal vez ahí perdí mi oportunidad.

Pero en aquella noche creo que todavía no te amaba, pero creo que ya eras mucho en mí, pero comparado con lo que llegaste a ser, no eras nada aquella noche, aquella noche eran mis preocupaciones sin ti, aquella noche era mi terrible mundo, aun sin ti.

Pero me tomaste de sorpresa, jamás hubiera imaginado que por allá vivías, pero se ve que tú me reconociste enseguida, a pesar de que casi no había luz y tú no me esperabas, tú no podías imaginar que yo vivía por tu rumbo, pues casi nunca camino por tu calle.

Y una semana después me hablaste acerca de esa noche y entonces fue cuando supe que habías sido tú, y al otro día cuando nos saludamos yo ya había empezado a verte diferente, y más cuando nos despedimos, cuando tú buscaste mi atención, estabas a más de 20 metros, y 2 días después yo ya estaba profundamente enamorado de ti, pero no sé qué pasó, no sé en qué momento te perdí, no sé en que momento entró, o reentró, el otro.

Me dijiste que ibas a correr, volviste a preguntarme en dónde vivía, tú eras siempre la que tomaba la iniciativa, tú que una tarde de diciembre quisiste saber mi opinión acerca del Árbol de Navidad que habían puesto.

Así te fuiste metiendo en mí, y yo caí, y luego yo fui abandonado, negado.

Y cuando tú regresaste a aquella noche supe de ti, porque casi cualquier otra hubiera pensado que yo no quería nada con ella, con esos gestos que habías obtenido por respuesta, pero insististe en hablarme, no sé por qué, porque aquella noche cualquiera otra se hubiera sentido

5

despreciada, porque eso es lo que se vio, aunque yo ni siquiera sabía con quien me había portado tan cortante, pero si tú hubieras creído que no quería nada contigo, era, hubiera sido, por tu forma de ser, por ese vaivén en el que eres, ese vaivén en el que te encontré desde el primer día en que te encontré.

Y no hacía mucho tiempo que yo había desaparecido por 3 semanas de tu vida, pero tenía que hacerlo, pero cómo explicarle al corazón que tal vez no debí haberlo hecho, porque tal vez en esos días de fin de año tú estuviste vulnerable, y alguien ladró, no sé si era un ladrido ya conocido o uno nuevo, pero cuando volví a verte tú me recibiste fría, pero poco a poco volviste a buscarme.

(Pero en esas 3 semanas yo ya había empezado a verte en otras, veía un rostro y me preguntaba en dónde lo había visto, y era en ti, en ésa que hizo que me fijara en ella, en ésa que me fue envolviendo, en esa empalagosa que hasta parecía que se estaba burlando cada tarde cuando se despedía de mí. Y como uno está tan necesitado de amor, de atención, de sueños)

O no sé si tal vez perdí cuando supiste mi edad, cuando revisando registros tropezaste con mi edad, y si fue así yo qué puedo hacer, yo qué culpa tengo de mi edad, si sólo somos semillas que otros sembraron, los responsables son otros, somos de otros, no somos de nosotros, pero tal vez ahí perdí, de la manera más injusta.

Y veo a otras, pero mi corazón sólo piensa en ti, sólo te quiere a ti, sólo te extraña a ti, sólo siente por ti, esto que se instala en el corazón y no deja, no permite otra cosa más que repetir tu nombre, sin poder evitar repetir tu nombre a cada momento, a cada segundo, a menos de cada segundo, y el no tenerte, y el saber que no te tendré, cómo duele, cómo duele amarte y no tenerte, y duermes conmigo, mi necesidad te hace dormir conmigo, hace que sienta que estás ahí,

6

y no puedo evitarlo, no puedo evitar que estés en mí, no puedo sacarte de mí, y ya han pasado varios días desde que dijiste que no, que tú tenías pareja, y que no insistiera, que no escribiera más cartas.

      Y estás aquí al lado, pero la pared no me deja verte, y es inútil mirar la pared, mejor veo hacia el vacío, hacia tu ausencia, hacia algo que no será para mí, hacia algo que no tendré, hacia algo a lo que no podré mostrarle mi amor, así con todo y mi mundo terrible, con mis preocupaciones que tal vez alguna vez hubieran hecho que te maltratara un poco, pero no es a ti, es contra todo esto en lo que somos y contra lo que no puedo hacer nada, por redimir, por darle alivio, a esto en donde sólo marchamos hacia la muerte, la nuestra, y que el corazón se enamora, y el estómago sufre hambres, y estar entre esto y tu amor, y podría ser peor, podría estar atormentado por el hambre, pero ya no estamos en esas épocas en donde comparado con el hambre el amor era una preocupación ridícula, una sensación ridícula, pero hoy ya no estamos en esos tiempos, hoy estamos en el amor, en más condiciones para el amor, para que alguien de repente nos asalte el corazón, lo capture, y nos deshaga aun más.

Porque pienso que sólo marchamos hacia la nada, que somos sólo vida, vida que muere, pero que no hay nadie, nadie que nos haga bromas crueles, nadie que nos haya destinado a sufrir, aquí, en esto único que yo tengo, en este presente en donde soy, en este presente en donde veo todo lo terrible que ha sido para muchos, en donde siempre se muere, viejo o joven, y en donde hay injusticia, desigualdad, y en donde el desamor también tiene causas injustas.

Tú hubieras sido una ayuda en mi terrible vida, en mi difícil deber, yo al amarte iba a ser sólo fiel al corazón, tú eras porque yo soy todo un paquete, que ve, que piensa, y que siente, que siente lo que hay, el frío, el calor, el hambre, el amor, el desamor, yo soy sólo uno que sufre lo

7

que su cuerpo le hace sufrir, pero tengo unos ojos que no pueden engañarse, pero esos ojos se quedan indefensos ante el amor, pero ni el amor es capaz de hacerme olvidar lo que ven los ojos, la triste realidad de los perros golpeados, por el hambre, y la enfermedad, y la vejez, y el desamor.

Y por qué me hiciste esto, por qué hiciste que surgiera el amor y después no lo tomaste, y me dejaste sufriendo, impotente, deshecho, y no pude aguantar. Y yo bien que presentía que esto era como una broma cruel, pero sin Bromista Cruel, y que de todas formas me iría, y que si por ahí andaba el Bromista y me recompensaba, pero el sufrimiento, esta desesperación, esta casi muerte, cómo podría ser compensada, esto fue gratuito, qué sadismo, qué es este sadismo, tal vez cuando muera conoceré al Sádico, porque nos dieron un corazón, y el corazón ama, y no hablo de un amor que no mata, sino de una necesidad terrible de pegarse a otra piel, de sólo hallar consuelo en otro cuerpo, de querer comerte, de querer fundirme, de querer cubrirme contigo.

Y aun hoy espero un milagro, a pesar de que nadie puede restituirme el tiempo ya sufrido, y a quién reclamar, quién anda por ahí.

El culpable sería quien nos dio el corazón.

 

Sábado 1 de febrero (fue el día cuando supe del Perro)

Cuando empiezo a caer, a extrañarte. Cuando empiezo a sentir, no soy libre, tengo un corazón.

Y cuando me acuerdo de ti, de cómo mirabas, a pesar de que te vi en tus momentos más íntimos, que a ti nada te decían, porque eras libre, de prejuicios, de juicios, de modales, porque

8

no eras como yo, que necesito de ella, cuando ella se hace hasta el corazón, cuando ella que no era nada ahora ya es, ya está, siendo añorada, siendo recordada con sufrimiento, con dolor, con una agitación que no tendría por qué haber sido, pero que ya es, que ya ha vuelto a ser.

Y aquí atrapados, en una vida sedienta, en una vida que fue siendo, tomando caminos, tomando cargas, dentro de sus posibilidades. Y hoy que nuevamente es el amor, tú que quién sabe de dónde vengas, tú que también eres hoja agitada, por vientos que no piden permiso, para ensuciarte, para traerte amor. Y aquí atrapados, en lo único, y tener que batallar por ti, porque tengo que seguir a mi cuerpo, porque se anda con las alas desganadas.

Y te quedó una panza, por ella es que vas a correr, pero ya son por lo menos 7 años de que cargas con esa panza, y yo aquí, como tú, y nadie sabe qué sentimos, pero se puede imaginar, porque somos de lo mismo, hambres, sed, ganas de ir al baño, cansancios terribles. Y la innecesariedad se repite y se repite.

Y es sólo el recuento de uno más, que hoy ha vuelto a caer, sin buscar, simplemente que no puede evitarse el vivir, el estar vivo, el sentir, el ser lo que se es, y a pesar de todo, a pesar de saber, y aun así se cae, porque volverás a tener hambre, porque no puedes evitarlo, porque no está en ti, y así es el amor, aunque sepas que no es tu sueño, que tu sueño se llama perfección, en cara, en cuerpo, pero al cuerpo no lo puedes dominar, no lo puedes evitar, que no hay escapatoria, que de todas formas te estás hundiendo, que el vivir es hundirse, hasta que te hundes completamente.

Y tener que seguirte, a ti que hasta hoy has vivido sin mí, en una vida que no nos necesita, pero nos cruzamos. Y decirte que me he enamorado de ti, que no sé ni cómo, pero que ya me tienes sufriendo, a mí que soy yo, a mí que tengo corazón, y estómago, y corazón, y sentido del

9

ridículo, y corazón, corazón que a algunos ha dominado. Y estamos hundiéndonos, y es nuestra única oportunidad, en el hundimiento, que es todo lo que hay, y que aquí, sentirás, sufrirás, pagarás, no sé que deudas, si el corazón a ti te lo dieron, tú no eres responsable de tu corazón, ni de tu estómago, ni de tu envejecimiento, ni de tu muerte, ni de tu vida, ni de tu desesperación insoportable.

Pero es sólo la vida, es sólo lo que hay para ser.

Y es imposible callar al corazón, no dejar que hable, que diga que tiene hambre, y que esa hambre lo está matando, y que esa hambre tiene que ser curada, o cauterizada, para que no haga sufrir, para que no mate.

A ti que sabes de la vida, que no es para amar, que no puedes abandonarte al amor, porque la vida no es rosa, es negra, gris por lo menos, sé que sólo con los ojos dormidos es como podría engañarme, y no te diré nada, simplemente trataré de no sentir lo que hoy no puedo evitar, este dolor, este desasosiego, pero así es esto en este no paraíso, porque no hay paraísos, más que efímeros, una vez que te sacias.

Y algún día no estaremos, pero estarán otros, otros pobres tontos, otros que seguirán en estos huecos que hay en el ser, otros que serán lo que somos nosotros, otros que amarán y no serán amados, otros que tendrán que padecer de amor, como he padecido yo, pero que eso no me vacunó, no me preparó para la muerte de hoy, para esta desilusión de hoy.

Y con sus artes ha encantado, y tú que no puedes evitar sentir, tú que hoy sientes y vas y le cuentas, para que sepa, pero a ella no le importó.

 

10

Y estar tan lúcido, y sin embargo estar con el corazón atorado, aunque sepas de la vida aquí, aun y así no puedes evitar la vida, aunque sepas la vida y sus apetitos, y no puedo reprocharte nada, y no puedo olvidarte, no puedo cerrar esta herida, no pude con esta herida, ya había perdido demasiada sangre.

Y hoy que la vida me ha llamado al influjo de qué, de tus engaños, de mis debilidades, de quién sabe qué buscamos en esta vida tan demandante, en esta vida tan noche, en esta vida que nos jode, que nos lleva de las alas, como ayer, cuando yo oí que ya no volverías, pero casi no doliste, porque yo era más pequeño, porque no sabía, porque el cuerpo sentía diferente.

Supe que te ibas, y seguí con mis carritos, pero luego hubiera querido que me dejaras tus vestidos, para llevarte cerca de mí, sobre mi piel, bajo mi ropa, y luego la vida pasó, pasa, pero uno se acuerda, de cuando el corazón se manifestó, de cuando el corazón nos dolió, nos afectó, cuando sentimos con el corazón de un niño.

Porque no quiero que te vayas con otro, a pesar de que no debería importarme, pero me importa, porque ya se hizo importante, no debería dolerme, pero ya me dueles, porque ya me embarqué, ya me jodí, ya me jodiste, ya caí en eso que parece embrujo, en eso que te jala aunque no quieras, en eso que te quita el sueño, en esto que todavía hoy me tiene preso, capturado, en esto que es sólo pensar en ti, es esto que es no poder librarme de ti, por mucho que a veces te me borres, por mucho que a veces no quisiera quererte, pero el amor es más fuerte, el amor se queda a nivel del corazón, como un estómago que siente hambre, un estómago vacío que sólo siente y siente, que sólo sabe sentir.

Y ese día me fui ya triste, ya sabiendo que estabas en mí.

11

Y luego, cuando supe que no iba a poder amarte, más que en mi amor, en el vacío, y el corazón se entristecía por ti, porque no podías ser, pero el corazón quería que estuvieras con él, mientras hubiera un lugar para ti, mientras en él hubiera un lugar para ti, un amor para ti.

Y yo solamente quería que habláramos, quería que me entendieras, y si así podíamos ser, seríamos, pero no esperaba eso de que tú no habías dado motivos para mi carta.

Yo que sólo quería que éste no fuera el moridero que es, el reguero de cadáveres que es, yo sólo quería dar alivio, porque yo veía, porque si no todos estamos locos, o algunos locos tienen la razón y todos los demás locos estamos locos, pero yo veía, un mundo terrible, de hambres, de desamores.

Y también había amor, pero con una sola imposibilidad de amor, con un sólo corazón que se hubiera encendido, por las razones que hubieran sido, con un solo corazón en el que se hubiera hecho el amor y no hubiera podido ser correspondido, hartado, hastiado, pero así era la vida, con amores, con desamores, con hartazgos de amor, con amor que un día se iba, pero al menos no se había sufrido de desamor, al menos esa hambre había sido saciada, con la comida amada.

Y a principios de marzo él se fue. Y ella siguió teniendo perros. Y los perros siguieron teniendo perras. Y los perros siguieron teniendo perros.

 

 

 

 

 

12

 

Martes 11 de febrero de 2014

(este día hubo mucha poesía)

        Y terminó como todo, pero en su día era todo, como siempre. Y te conocí y volvió el amor, a hacerse, a ser. Y una día ya sin poder contra ello, ya indefenso, asaltado a media noche, dominado, y hacerse el propósito de que te lo diría, que hay muchas mujeres hermosas, pero que sólo estás tú, tú que te hiciste amar, tú que quién sabe cómo estás ahora.

        Y terminará, y tal vez no por la muerte, pero terminará de muerte, este efímero amor que se da, pero que se va, pero que cuando da no hay forma de defenderse. 

        Y por eso tengo que decírtelo, porque no puedo, porque me está torturando.

        Porque no puedo evitarlo, porque estoy atrapado, y sé que terminará, sé que habrá decepción, porque la vida no puede ser más. Y sólo tenemos una vida pequeña, y aquí es donde se da el amor, y lo que quede quedará, habrá algo más en el mundo, más ladridos, más cadenas, más vida que sigue, y serán de nosotros, serán de una vida que así es como sigue, y no tenía por qué, pero fue, sin permisos, simplemente porque así es esto, del vivir, y ahí hay amor, eso del amor, eso que te despierta a medianoche y te atrapa, no te deja seguir durmiendo. 

        Y saber que terminará, pero que cuando el amor es, cuando nada podemos ante él, cuando no queda más que sentirlo, padecerlo. Y pasará, y tal vez quede algo, otro más, que tarde o temprano volverá a ser atrapado, y así seguir.

        Te vi, no me preguntes cómo, pero supe, porque así es esto, tiene cadenas, que de una u otra manera te encerrarán. Porque somos reos, porque estamos condenados, al amor, y a la vida, y a la muerte, y a la vejez, y a la tristeza, y al amor, y aquí entre tanta condena, aquí en la vida, que lo otro es nada, que tal vez nunca fue, o que ya fue, pero otros vendrán, a las hambres, a los cansancios, al amor, por alguien, entre estos condenados, a enamorarse, y sufrir, y no poder con algo así, sino afrontarlo, decirte que no sé cómo, pero que te amo, que te quiero, que no puedo dejar de pensar en ti, y que hay culpa, remordimiento, y que pese a todo está este amor que no me suelta, por hoy, en este hoy que no sé, pero que hoy es, y que mañana está muy cerca.

        Y no puedo evitarlo, no puedo contra ti, no puedo, estoy inmovilizado, y con remordimiento, de si yo fuera un poco diferente, si no pudiera en mí tanto la vida, pero puede, es mi natural, y este que es, es todo esto, es éste que hoy no puede, este que volverá a tener hambre, éste que algún día estará enamorado de otra, porque todo pasa, porque la vida nos lleva, pero hoy se ha detenido, hoy, a pesar de que sé que no es eterno, aún y así hoy se ha detenido el mundo, y un poco el hambre, y tener que resolver, tener que salir, como sea, y tener mucho remordimiento, pero inevitables, porque éste es así.

        Y sólo decirte, que no es sencillo, que hoy estoy atrapado, pero que esto no es tan sencillo, que somos animales de traiciones, que es sólo avisar, que no quisiera fallar, y que lo intentemos, pero que te pediría amor, este amor que hoy me absorbe y no me deja espacio para otra cosa, sólo para saber que es cómo una condena, que está la condena, pero que un día te tiene atrapado. 

        Quisiera que esto se quedara, pero se irá, pero hoy sólo miro hoy, y sé de las comedias, sé que ellos no nos entenderán, pero igual les pasará, 

        Y no es extraordinaria, pero hoy la amo, estoy enredado en su ser, no puedo más que ver hacia ella, hacia el universo que es ella, con todo y las miserias de la vida, aun y así, hoy que amo, que no puedo evitar amar, estar con el corazón girando en redondo, sólo hacia ella, y pensar que puede haber consecuencias, pensar que esto no es que sea una burla, pero es tan pequeño, pero que así es, y que hoy pienso en ti, en la primera vez que te vi y que no me dijiste nada positivo, pero poco a poco el corazón fue haciéndote hasta la añoranza, y de ahí ya no faltaba mucho para este día, para estos días, que han detenido mi tiempo, lo han encapsulado, me han inutilizado un poco, porque sólo miro hacia ti, a pesar de que la vida sea casi nada, sólo vida, con sus apremios, vida pasajera, apremios pasajeros, pero únicos, y demandantes, como este amor que no me suelta el pensamiento, que no hace más que estar estacionado en ti, en tu ser, aunque sepa, que dentro de algún mañana esto ya no será, como no es hoy todo eso que ayer atrapó, movió, ató, inmovilizó.
        Y ahora vuelvo a entender, a la ridiculez del amor, a la demanda del amor, hoy que he vuelto a hermanarme, a ser compañero de esa cárcel, esa cárcel que es cárcel sobre cárcel, y que hoy me agarra a esta altura de la vida, en este momento, de mi pobre ser, hoy que puedo entender cuando ellas te han hecho perder el tiempo, cuando has tratado de contemporanizar, para que no duela tanto, y hoy, que nuevamente sintiendo lo que es el amor, eso que es de la vida y que te atrapa, sin querer, sin darte cuenta, es sólo que una noche te despiertan y está ella, ella y tus remordimientos relacionados con ella.

        Y encima de todo ahora tú, y lo que no hice, pero es que no sabía que iba a amar, no me acordaba de cómo era esto, y nuevamente ese pasajero vuelve a apoderarse, a hacerte sentir que además de vida pasajera hay un amor que hace que esa vida pasajera siga, pero no yo, no con estas conciencias, de la vida tan pequeña, y tratar de liberarse, tratar de que pase, y sin saber, y sin cálculos, sin andarse con cuentos con el amor, porque el amor nos desnuda, hace que no podamos, que nos rindamos, es como una enfermedad.

        Y arreglar al corazón, tratar de arreglar este asunto, como sea, porque no se puede andar ahí con el corazón atrapado, como has andado últimamente. Pero culpándote, tú que no puedes saber la vida, es sólo que una cosa te trajo, y así la vida, que va modificando, y haciendo que seamos, lo que estemos siendo.

        Y él también tendrá estos momentos, serás y te enamorarás, y ni siquiera sabrás cómo fue que te pasó, simplemente que los accidentes pasan, que tarde o temprano caerás, porque tienen corazón, porque tienen ojos, y razón, y corazón, y que el amor será modificado, pero que cuando haya amor será como el de cualquiera, será esto de no poder escapar.

       Que un día amarás, estarás atrapado por eso, y ya sabrás, pero fue porque oíste que se iba, y seguiste jugando, y seguiste viviendo, y pensabas en ella, y hubieras querido llevar sus vestidos, eso era amor, amor de niño. 

        Y hoy que estás, nuevamente enamorado, y diferente, pero en aquellos años amabas como podías amar, sólo se ama así, como se puede, pero podías dormir, no eras torturado, por la culpa, por lo que no hiciste. 

        Y sólo tratar de salir, y la culpa, el remordimiento, el no haber advertido a tiempo, que aquello ya era amor. 

        Pero porque deseas tanto, porque eres una caña frágil, porque sigues frágil, por eso es que afecta tanto, porque eres afectable.          Y será casi lo mismo, inutilidad, pero apremiante, tan única, para él, porque será su alma la que esté jugando, sintiendo, siendo lo único, para sí, y así todos, almas especiales, almas avasallantes, y así la vida, con cada quien en su rincón, siendo, único, todo, un todo, su todo. 

        Y no poder dejar de pensar en ti, y en mi culpa, 

       Y sólo salte, déjame en paz, suelta mis ganas, que no todo seas tú, que no esté al ritmo de cuándo estés cerca, porque así no se puede, porque así la vida se hace aun más pequeña, y es una vida que hay que enfrentar, es una vida por la que hay que ver, y cuando esa vida te regresa a un nivel humano, que tú también tienes miedo, e interés, y cadenas de amor, porque anoche no pudiste escapar, estabas atrapado, sin poder hacer nada, sin poder meter las manos.         Anoche que no podía liberarme, que estabas adueñada de mi vida, de una vida que está tan pesada, y que ahora esto, que me atrapa, y doblega, y por eso es que tienes que saber, porque lograste ser en mí, tú que buscabas, tú que no sé si te fallé, no sé si creíste ver cosas que no hay, porque si eres, si eras, pero no de una forma sencilla.

        Y pasará, pero hoy es el único, hoy que estamos tan cerca, hoy que estamos vivos, hoy que estamos atrapados, en la vida, y en el presente, y en el amor. Y pasará, pero hoy es lo único, hoy es único, es el hoy, este hoy que nos compele, a ser, a no ver que hay más, que habrá, que ha habido, este hoy que nos absorbe, esta vida que nos lleva en su presente, y ahí quedará, porque ha sido, y seguirá siendo, pero hoy es, está siendo, y eso es lo que nos tapa todo lo demás, eso es lo que nos absorbe. 

        Pasaremos, pero hoy es lo único, hoy estamos siendo lo que es nuestra vida, pero vean que esto ya ha muerto muchísimas veces, y que volverá a nacer, pero volverá a morirse, que eso es lo único cierto, que es como una comedia, que habrá, pero porque lo hay, pero que pasará, y que es un desgaste inútil, pero que así es esto.
        Pasaremos, pasará, ha pasado, y volverá a ser, pero que así es, en una comedia eterna, que habrá, cuando haya, pero que así será, siempre que haya. Y cuando nos toca de cerca, cuando la tenemos sobre nosotros, y cuando te toque irte, por una vida que va muriendo, que va creando su muerte, pero que hoy te atrapa, te fuerza, te doblega, pero saberla, saber que es como una mala broma, pero que no puedes evitar, porque lo otro es nada.
        Pasará, pero en su momento era lo único, era la vida, era todo, para quien le tocaba vivir, ser, su ser. Pero pasará, porque todo pasa, porque es un pasar constante. Y todo pasará, aunque el presente se vea casi inmóvil, pero todo se mueve hacia adelante, hacia muerte y vida, y muerte. Y a veces no habrá nada, pero luego nuevamente habrá, perros, y humanos, y el amor así vivido. 
        Pasaremos, y él también, y antes quedaban grandes fotografías, como las de mi tatarabuela y mi tío bisabuelo, pero ya no están, y en su día tuvieron que ser, porque eso era la vida, y yo los conocí cuando sus fotos estaban bajo una cama, olvidadas, ya sin decir nada, pero ella vivió, y ni siquiera podía imaginarme. Nació, en 1870, cuando Max había venido y se había ido, y Carlota nació en 1840.
        Que a pesar de todo, 

de una vida que nos troza y destroza,

pero que somos, de ella, 

con lo que ella sea,

como sea.

        Y cuando es el amor, y la culpa,

por no haber hecho, por ser como se es, 

pero cómo iba a saber que el amor, 

pero cómo si no supiera que el amor es,

algo que llevamos pegado a nosotros, 

listo para saltar en casi cualquier momento.
        Cómo si no se supiera que en la vida se da el amor,

que somos seres que no podemos evitar ser,

cómo podríamos alegar inocencia,

cómo si hubiéramos nacido ayer, 

que empecé a experimentar amor,

y que era un amor de niño,

sin sexo, 

sólo de muestras de amor,

de que de algo tuyo quería ser cubierto,

cubrirme con tus vestiditos, 

con eso me conformaba,

eso era el amor

con eso se conformaba,

así se veía, se tomaba, se creía,

eso era el amor, 

pero no ha cambió mucho, 

porque luego me conformaba con cualquier trapo tuyo, 

cuando se ama uno se expone, 

se abre, 

al ridículo, 

pero es porque se sabe,

que en las madrugadas se es prisionero, 

de la vida, 

y de su amor.

 

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ana y sus perros (cuento), 3 de diciembre de 2020 (c)